06 de diciembre de 2010, 10:37Abiyán, 6 dic (PL) La tensión y el peligro de una guerra persisten en Costa de Marfil, que tiene dos presidentes y dos primeros ministros designados por Alassane Ouattara y Laurent Gbagbo, proclamados jefes del Estado.
Gbagbo, presidente en los 10 últimos años, quien juró para un nuevo mandato, pese al rechazo de la oposición y en el exterior, designó a Gilbert Marie Ngbo Ake como primer ministro,y tiene previsto presentarlo hoy al gabinete que deberá sustituir al de Guillaume Soro.
Soro, jefe de las Fuerzas Nuevas (FN), dimitió ante Ouattara este sábado, tras reconocer su victoria electoral.
Ouattara, que se invistió presidente en un hotel de esta capital, custodiado por la Misión de Naciones Unidad para Costa de Marfil, ratificó como primer ministro a Soro, quien nombró un gobierno con 13 titulares y él se encargará de la cartera de Defensa.
Los militares fieles a Gbagbo anunciaron hoy la apertura de las fronteras del país, cerradas el pasado jueves tras la Comisión Electoral informar la victoria de Ouattara en los comicios del 28 de noviembre.
No obstante, esos límites permanecieron abiertas en el norte de este país, controlado por las FN, de Soro, que se mantuvieron armadas tras la guerra civil que dividió a Costa de Marfil.
Las protestas de los seguidores de Ouattara contra la posibilidad de Gbagbo de permanecer en el poder se intensificaron, y hubo movilizaciones y enfrentamientos.
Según medios de difusión, en la zona de Issia, suroeste, siete personas murieron en choque entre partidarios de Gbagbo y Ouattara, lo cual elevó a más de 20 los decesos por la violencia relacionada con las elecciones en las dos últimas semanas.
En ese ámbito prosigue la mediación del enviado de la Unión Africana, el ex presidente surafricano Thabo Mbeki, quien llegó a Costa de Marfil y que resulta importante evitar la violencia y no volver a la guerra.
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