Francesco Piccioni
MUNDO ARABE.ORG 10/10/2001 -
La saga infinita de las relaciones entre las dos familias, en las que los bin Laden tienen las de perder
Este artículo fue publicado en Mundoarabe.org el día 10 de octubre de 2001
El viejo pirata Prescott Bush (abuelo de George Bush) estaría contento al ver hasta que punto sus descendientes han asimilado su espíritu. En 1918 dirigió una incursión en un cementerio apache para robar la calavera de Jerónimo y hacer de esta el trofeo de su sociedad estudiantil, la Skull & Bones (calavera y huesos). En los años 30 y en los primeros 40, negoció con la empresa alemana Luftwaffe creando tres sociedades de las que fue el accionista más importante, habiendo sido sancionado para haber comerciado con el enemigo violando la Trading with Enemy Act. Almorzaba normalmente con Allen Foster Dulles, jefe de la CIA en el momento del asesinato de John Kennedy, y convocó al jefe de la nación apache por una ceremonia de restitución de la calavera de Jerónimo, la cual terminó mal, porque intentó darle otra calavera cualquiera, ofendiéndolo a muerte.
Estaría contento con su primogénito George Herbert, petrolero de escasa fortuna pero que como agente de la CIA fue capaz de llegar hasta la cumbre, siendo nombrado su director en 1976, a pesar del mal resultado del desembarco en Bahía de Cochino en Cuba, del que fue coordinador. Pero demostró amar las raíces tejanas, el petróleo y la familia, llamando a tres de los barcos del desembarco: Houston, Zapata -el nombre de su sociedad petrolífera que había quebrado- y Bárbara, el nombre de su mujer. Tiene que haber pasado de largo sobre aquella extraña relación de su hijo, en los años 60, con un constructor árabe que venía de vez en cuando por Tejas y que trató de introducirse en la alta sociedad local. Al fin de cuentas, aquel Muhammad Bin Laden, no duró mucho: se estrelló con su avión mientras volaba sobre los pozos que tan poca satisfacción le dieron a su hijo predilecto. Era el 68, el mundo pensaba en otra cosa.
George W., al principio, tiene que haberle dado bastantes preocupaciones. Un burro en la escuela, con notas medias de "C", a un paso del suspenso, fue el último en el examen de admisión para las fuerzas aéreas de la Guardia Nacional, al límite para no tener que ir a Vietnam, asiduo de las botellas de bourbon y de las líneas de cocaína. Pero por fin, también él, se lanzó al business del petróleo. A mitad de los años 70, creo la Arbusto Energy (nombre original en español, Bush significa arbusto), teniendo como socios a unos cuantos amigos paternos,ya que en la CIA tenía muchos amigos. Su compañero del servicio militar, James Bath, le proporcionó inversiones por parte de Khaled Bin Mafouz y Salem Bin Laden, el hijo mayor de Muhammad y nuevo jefe de la familia. Personaje notable, Mafouz. Banquero de la familia real saudí, novio de una hermana de Salem y Osama, gran jefe de Relief y Blessed Relief, los dos "ong" árabes imputadas de ser una cobertura para la organización de Osama.
George, en los negocios, fue desdichado. La Arbusto Energy fracasó, se transforma en Bush Exploration, luego en Spectrum7. Infaliblemente llega la bancarrota. Salem hace que no le falte su generoso apoyo. El éxito parece llegar cuando la Harken Energy compra su parte de acciones en Spectrum pagando 600.000 dólares. Qué se añaden a un contrato de consultoría de 120.000 dólares al año. En resumen se mete en el bolsillo un millón de dólares, mientras que Harken pierde decenas. Pero se procura un contrato de perforación en una parte del mar de Bahrein, ganando a Amoco y a Esso. Es el año 91, y la guerra del Golfo está a punto de estallar, Bush padre es el presidente; y el jeque local, Khalifa, prefiere no arriesgarse. También son viejos amigos de la familia. Khalifa, Bin Mafouz y Salem Bin Laden estuvieron en la dirección del BCCI cuando pasaban inmensos movimientos de dinero del Asunto Irán-Contra. Al final de los 80, los republicanos se encuentran secretamente en París con los jomeinistas moderados para retardar la liberación de los rehenes americanos en Teherán y perjudicar así a Jimmy Cárter en las elecciones, George padre llega a al reunión a bordo del avión de Salem Bin Laden.
George W. es desafortunado con sus socios. En aquel mismo avión, en el año 1988, Salem encuentra la muerte, también él, mientras volaba sobre los pozos de Tejas. La coincidencia parece a muchos excesiva, pero la investigación fue profunda. Las conclusiones, en efecto, no fueron jamás divulgadas. Mientras tanto otro protagonista del encuentro de París, Amiram Nir - agente del Mossad - muere en un accidente de avión. Nada sospechoso, ya que se estrella en México, no en Tejas.
La desdicha también persigue a los periodistas que investigan a Bush. Danny Casolaro está trabajando en su libro "Untanglig the Octopus", que reconstruye la red de los escándalos grandes y pequeños de la presidencia paterna. Antes de acabarlo decide suicidarse "por su incapacidad" según cuenta Steve Mizrach. La misma suerte corre James H. Hatfield, 43 años, que había logrado publicar "A fortunate Son: George W. Bush and the making of an American President". Una biografía no autorizada que, en 1999, revela como George ha tenido a escondidas frecuentes caídas en la cocaína. Por la ley del contrapeso, es encontrado muerto de sobredosis en un hotel de Springdale, Arkansas, el 18 de julio de ese año.
Ahora le toca a Osama, naturalmente. Asunto no de negocios, pero si de operaciones que llevan la marca de la CIA. Quizás los otros 52 hermanos tendrán algo que objetar. Pero, como Prescott diría, en una guerra mundial hay espacio suficiente para solucionar los líos entre viejos socios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario