Con un rezo colectivo los indonesios recordarán este domingo en Aceh el tsunami que hace seis años golpeó su costa y la de otros 12 países del océano Índico, causando la muerte a cerca de 225.000 personas.
La zona más castigada por la tragedia fue esta provincia de Indonesia, donde se perdieron cerca de 170.000 vidas.
Desde aquel 26 de diciembre de 2004, una serie de catástrofes naturales han puesto de relieve la vulnerabilidad de Indonesia a los movimientos sísmicos. Sin embargo, las autoridades aún no han concluido la implantación de un sistema de alerta temprana de tsunamis, como informa desde Jakarta el corresponsal de la BBC, Phil Mercer.
Indonesia se halla en el "cinturón de fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica debido al continuo roce de las placas tectónicas bajo este océano.
La fosa de Java, una de los lugares del mundo donde se producen más terremotos, se extiende en paralelo a la costa occidental de Sumatra, una de las grandes islas del archipiélago indonesio.
Fue el epicentro de aquel terremoto submarino de 2004 que causó uno de los mayores desastres naturales jamás registrados.
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Sistema de boyas
ALERTA EN EL PACÍFICO
Este mismo sábado, el Centro de Avisos de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawaii, activó una alerta regional durante unas horas tras un terremoto de 7,3 grados pero la canceló al comprobar que las olas se elevaban solo 15 centímetros por encima de lo habitual.
Desde entonces, Indonesia ha sido golpeada por varios grandes terremotos y por los consiguientes tsunamis que desataron.
En 2006, se estima que murieron unas 5.000 personas tras varios choques sísmicos en la ancestral ciudad de Yogyakarta, en la isla de Java.
A principios de este año, unos 400 indonesios murieron ahogados por olas de gran altura generadas por un terremoto en las islas Mentawai, cerca de Sumatra.
Dos meses después del tsunami, más de 1.700 familias siguen sin casa.
Aunque es imposible predecir cuando se producirá un terremoto y qué fuerza tendrá, varias regiones del mundo cuentan con sistemas de alerta temprana de tsunamis.
Después del gran tsunami, que pilló desprevenidos a millones de residentes costeros, los gobiernos de la región desplegaron un sistema de boyas de vigilancia en los océanos Índico y Pacífico para detectar a tiempo la existencia de olas de tamaño anormal.
Este mismo sábado, el Centro de Avisos de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawaii, activó una alerta regional durante unas horas tras un terremoto de 7,3 grados pero la canceló al comprobar que las olas se elevaban solo 15 centímetros por encima de lo habitual.
Ahora, las autoridades de Indonesia afirman que están trabajando para sustituir la red de boyas oceánicas con que cuentan por un cable submarino que debería estar en funcionamiento el año que viene.
clic Lea: Las boyas no detectaron el tsunami de las islas Mentawai
El nuevo sistema de vigilancia transmitirá datos vía satélite, aunque podría no ser capaz de alertar a tiempo si el seismo se produce muy cerca de tierra.
Aunque la tecnología es importante, los consultores en seguridad afirman que Indonesia no está preparada para lo peor, según informa nuestro corresponsal.
Creen que aún hace falta más concienciación y educación para proteger a aquellos que viven en el precario cinturón de fuego.
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