viernes, 5 de noviembre de 2010

El Waterloo de Obama

3 Noviembre 2010

Editorial del diario La Jornada

Los comicios intermedios efectuados ayer en Estados Unidos arrojan resultados desoladores para el partido del presidente Barack Obama: si bien no se materializó el peor de los escenarios, que era la pérdida de la mayoría demócrata en los dos cuerpos legislativos, el control de la Cámara de Representantes logrado por los republicanos y su conquista de varias gubernaturas significan, en los hechos, el fin del impulso político que tuvo hace dos años el actual mandatario y el comienzo de un periodo de disolución de las expectativas de cambio concitadas por éste en el curso de su campaña presidencial.
Más allá de las estrictas delimitaciones partidistas, lo ocurrido ayer en Estados Unidos expresa un retorno triunfal del conservadurismo político y social, derrotado en 2008 de una forma tan contundente que pareció, en ese momento, una desbandada de consecuencias perdurables. Debe constatarse que las vacilaciones e inconsecuencias del propio Obama a lo largo de los primeros dos años de su mandato, así como la tenaz resistencia organizada desde las bases sociales contra su gobierno por el llamado Tea Party, han desembocado en un severo fracaso para las corrientes progresistas, los partidarios del estado de bienestar, los sectores seculares, las mujeres, las minorías étnicas y sexuales, los migrantes, los trabajadores y, en general, para los entornos menos favorecidos en lo económico, lo social y lo político.

En efecto, si el primer presidente afroestadunidense no logró llevar a cabo la parte sustancial de su programa de cambios cuando dispuso de una Cámara de Representantes dominada por sus compañeros de partido, parece imposible que, en la segunda mitad de su mandato, y con ese órgano legislativo bajo control republicano, logre dar pasos significativos en los virajes que la sociedad de Estados Unidos requiere en tantos aspectos.

Una perspectiva desoladora, pero insoslayable, es que, en los próximos dos años, con un presidente atrapado por sus propias inercias ideológicas en política exterior, los poderes corporativos que han obstaculizado su agenda de cambios y una cámara baja predominantemente republicana, la amplia coalición informal que llevó a Obama al poder en 2008 se disuelva bajo el efecto del desaliento.

Otro resultado de las elecciones de ayer, igualmente significativo del estado de ánimo de la ciudadanía estadunidense, es la amplia derrota sufrida por la iniciativa para legalizar la mariguana en California, la cual fue sometida a referéndum y rechazada, de acuerdo con los sondeos, por 57 por ciento de los votantes. De esa forma, se cerró la puerta a la posibilidad de explorar una manera de combatir las adicciones y el narcotráfico distinta a la prohibición vigente y la persecución policial, vías que han exhibido ya su plena inoperancia.

En suma, la mayoría de la sociedad estadunidense manifestó su rechazo a los cambios y dejó al país sin rumbo de solución para los vicios, las miserias y las distorsiones que padece en lo económico, lo político y lo social. El triunfo del conservadurismo y el fracaso de Obama tendrán consecuencias negativas para Estados Unidos, y también, por desgracia, para el resto del mundo.

Los republicanos amenazan bloquear fondos para la ley de salud de Obama

Estrategia de la oposición en la Cámara Baja

Publicado el 5 de Noviembre de 2010

El senador Mitch McConnell replicó una invitación del presidente al diálogo con una amenaza directa: harán lo posible para que el demócrata no sea reelecto en 2012 y evitar que implemente sus proyectos.

Si la semana comenzó mal para Barack Obama, con la desastrosa elección de medio término para el oficialismo, no parece que vaya a terminar muy bien con su política de “mano tendida” hacia la oposición. Apenas una hora después de que el presidente de los Estados Unidos invitara a los republicanos a un diálogo postelectoral, para juntos encontrar una solución a los problemas de la economía y el desempleo, el líder de la bancada opositora en el Senado le envió un mensaje directo y franco: el Partido Republicano tiene como principal objetivo impedir su reelección en 2012, y hacerle lo más complicada posible la gestión de dos años que le quedan.
En una señal de que los próximos pasos se caracterizarán por la puja política y las elecciones presidenciales, el senador Mitch McConnell exhortó a sus pares a que revoquen o acoten la ley de salud que logró aprobar el gobierno de Obama, y a que impongan la austeridad al gobierno y lo reduzcan de tamaño.
El tono de confrontación del líder de la bancada republicana en la Cámara Alta contrastó con la postura que asumió Obama el miércoles ante el nuevo Congreso, donde los republicanos pasaron a tener mayoría en la Cámara de Representantes y conquistó nuevas bancas en el Senado.
El presidente reiteró su gesto e invitó a los líderes de las bancadas republicana y demócrata a una reunión el 18 de noviembre. “Deseo que conversemos sustancialmente sobre alternativas que nos permitan hacer avanzar la agenda (parlamentaria) del pueblo de los Estados Unidos”, dijo Obama en referencia a su próxima reunión con los legisladores.
De hecho, el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, admitió que, pese a que Obama todavía cree que extender permanentemente los beneficios fiscales, que vienen de la época de George Bush, para la clase alta “no es una buena idea”, ahora está abierto a la posibilidad de hacerlo por un año o dos.
Pese al llamado al diálogo, McConnell dejó entrever que no habrá bilateralidad en la ruta hacia la concertación de acuerdos: “Si el gobierno desea la cooperación, deberá empezar a maniobrar conforme y hacia donde lo hagamos nosotros”, dijo en un discurso ante la Heritage Foundation, institución de investigaciones afín a la derecha, pensando a dos años vista.
El legislador dejó clara su estrategia tendiente a debilitar la ley de salud de Obama con su exhortación a votar nuevamente, para que sea revocada. “Sin embargo, no podemos esperar que el presidente la firme (la revocación). Entonces, tendremos que maniobrar en la Cámara de Representantes afín de negarle financiamiento para que sea puesta en marcha y en el Senado con el voto en contra de sus puntos más atroces”, apuntó.
Las miradas estarán puestas en la reunión que sostendrán dentro de dos semanas Obama y los líderes de las bancadas. Ambas fuerzas políticas tienen grandes discrepancias, entre ellas el énfasis de los republicanos en la reducción de impuestos. <

Estados Unidos: racismo e ideología imperial

Rafael Rodríguez Cruz (En Rojo/Koeyú)

Mi hermana Teresa tendría algunos seis años de edad cuando sufrió su primera experiencia con la violencia racial en Estados Unidos. La década de los cincuenta del siglo XX llegaba a su fin, y mi familia, por una locura absoluta del destino, vivía en Carolina del Sur en la época de la segregación racial.

Aunque la base militar de Estados Unidos a la cual había sido asignado mi padre no exhibía formalmente todas y cada una de las restricciones raciales imperantes en el sur estadounidense, la vida social, incluso la de los niños y niñas, estaba dominada por la ideología discriminatoria.

A mi hermana, que es de tez oscura, se le ocurrió un día ir a un parque de recreo cercano a la escuelita elemental de la base y un grupo de niños blancos la amenazó con entrarle a golpes si no se marchaba. Fue así que mi madre, una guayamesa hija de un negro de Cimarrona y de una blanca del Pueblito del Carmen, eliminó de nuestra rutina infantil, por cuestiones de seguridad, las visitas a los parques de Columbia, Carolina del Sur. Las historias de personas minoritarias hostigadas en los sitios públicos eran tema de sobremesa. Pocos años después, mi familia afortunadamente regresó a Guayama, Puerto Rico. Mi hermana me recordó el asunto hará algunas dos semanas.

A partir de la elección de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos, se ha generado un debate muy intenso en torno al tema del racismo en ese país. El diario Wall Street Journal, por ejemplo, proclamó enseguida el fin de la opresión racial en la sociedad estadounidense. En una entrevista con Jon Stewart, el ahora cronista de televisión Tom Brokaw señaló que la elección de una persona de ascendencia africana a la presidencia de una gran nación sólo era concebible en ese país del norte y no en ningún otro, como si esto no hubiera ocurrido ya en distintos lugares del planeta. Muchos analistas de izquierda, sin embargo, preocupados con la superficialidad con que los medios de comunicación comerciales tratan el tema, han hecho un llamado a atemperar cualquier celebración del supuesto fin del racismo en la política estadounidense [Ver: Shahid, Alam, M. Obama and the Politics of Race and Religion. Counterpunch. 20/11/08]. Dado que el tema del racismo en Estados Unidos ha tocado de forma cercana a mi familia, me parece apropiado darle una atención especial. Dos interrogantes sobresalen en la controversia: ¿Representa la elección de Obama el fin del racismo en la política estadounidense? ¿Es posible superar el racismo en ese país sin romper con la ideología de prepotencia imperial?

La respuesta a la primera pregunta es parcialmente afirmativa. No hay que detenerse mucho en lo obvio: la elección de un presidente de ascendencia negra en Estados Unidos no es poca cosa. (Cabe señalar, de paso, que tampoco sería poca cosa la elección de un gobernador afropuertorriqueño en nuestra isla.). Pero, como señala David Roediger, autor de How Race Survived U.S. History, el vencimiento del racismo en Estados Unidos requeriría, además de una profunda revolución cultural, de medidas directas y específicas para eliminar las desigualdades raciales. Propuestas de este tipo estuvieron ausentes no sólo del programa del Partido Demócrata, sino de la campaña de Obama. Siendo justos, hay que admitir que el mensaje de aceptación de su derrota, pronunciado por McCain, trató el tema de la desigualdad racial en Estados Unidos con más pudor que el discurso de Obama. En ese país, que se alardea hoy exageradamente de la elección de un negro a la presidencia, el ingreso promedio de una familia blanca es 9 veces mayor que el de una familia negra. Tres de cada diez niños negros y latinos viven en condiciones de pobreza extrema. Si Obama hubiese postulado la crítica de estas injusticias como contenido central de su discurso, nunca habría llegado a la presidencia.

La respuesta a la segunda pregunta, relativa a la superación de la ideología de cultura imperial, es absolutamente negativa. Mucho se habla de que, para superar la crisis actual, Obama debe retomar los principios de una época pasada del capitalismo estadounidense en que no dominaba, como hoy, el sector militar-industrial, sino una economía civil. Su programa sería el de un Nuevo Trato renovado, orientado a un capitalismo moderno y ajustado a las necesidades de la población [Ver: Jones William P. A New New Deal. Revista The Nation, 14 de noviembre de 2008]. Hay quienes sugieren, incluso, que Obama debe impulsar una burbuja especulativa que tenga como fundamento la expansión de capitales ligados a la protección del ambiente y la creación de nuevos empleos en el área de la tecnología de energía limpia. Eso supuestamente desvincularía al capitalismo estadounidense de la necesidad de exportar capitales para la producción de materias primas baratas. Se acabarían así el imperialismo y las guerras. Sólo sobrevivirían los aspectos positivos de una especulación capitalista, ahora supuestamente ambientalista y socialmente progresista.

La persona que tenga dudas al respecto de la imposibilidad de repetir una etapa “no- imperialista” del capitalismo, haría bien en revisar la crítica que Lenin hiciera de las teorías de Kautsky acerca de las tareas de los socialistas frente a las aventuras militaristas de los poderes imperiales en 1914. La creencia de Kautsky en torno a la posibilidad de reformar el capitalismo de principios del siglo XX o sea, de que la historia podía dar marcha atrás para escapar a la intensificación de las contradicciones inherentes al modo de producción capitalista fue la base teórica fundamental que llevó a que la socialdemocracia europea apoyara los esfuerzos militares imperialistas de sus respectivos países. El resultado fue la muerte de diez millones de combatientes y diez millones de civiles en una de las carnicerías más terribles de la historia de la humanidad. Por eso, la cuestión relativa a si es posible reformar al capitalismo moderno en un sistema sin guerras imperiales es, como dijera Lenin, la pregunta clave de la crítica revolucionaria del imperialismo. La verdad es que para reestructurar los patrones de acumulación del capital en Estados Unidos, o sea para superar la crisis, Obama tendrá que favorecer lo mismo que han promovido otros tantos presidentes antes que él, incluso Bush: una mayor y más agresiva intrusión en los países en desarrollo y un saqueo más rapaz y descarado de los recursos humanos y naturales de otro pueblos, incluyendo, por supuesto a África.

Por otro lado, es importante rechazar toda visión estrecha del racismo en Estados Unidos, como si fuera algo que no rebasa los límites de su territorio. La ideología racista en ese país, como en todo imperio, nació orgánicamente vinculada a sus aspiraciones de prepotencia mundial. La cultura racista y la ideología imperial son hermanas de padre y madre: nacieron del mismo tronco y llevan en sus venas la misma sangre. En el corazón mismo de la falsa ideología de Estados Unidos como una nación alegadamente superior a otras naciones, está la creencia en la superioridad de la raza anglosajona sobre las minorías raciales. Ningún caso ilustra esto mejor que la experiencia colonial de Puerto Rico, a pesar de los empeños de los sectores anexionistas de la Isla en presentarse depurados de nuestros rasgos culturales y raciales. En la articulación específica del coloniaje en nuestro país, señaló Albizu Campos, jugó y juega todavía un papel importantísimo la cuestión racial. La metodología de dominación cultural en Puerto Rico no es distinta a la que el imperialismo impulsa en otros lugares del Tercer Mundo a través de sus misioneros fundamentalistas y la degradación de los valores comunitarios no comerciales.

Llegado a un punto, cuando la sobrevivencia del imperio esté en entredicho, Obama se verá obligado a considerar muchas medidas imperiales que resultarán, por la lógica del sistema, en una mayor opresión y sufrimiento para los pueblos pobres del planeta, los habitantes del llamado Tercer Mundo. Y si no lo hace, su presidencia puede caer tan rápido como ha subido. Recordemos que en 1976, Jimmy Carter, con un programa de humanizar al capitalismo estadounidense, le ganó a Gerald Ford llevándose el 50,1% de los votos. Cuatro años después, bajo el calor de una abierta campaña racista en contra de Irán y de las minorías raciales en Estados Unidos, Carter perdió frente a Ronald Reagan. Este último obtuvo el 50,7% de los votos y Carter el 41%. La euforia en torno al triunfo de Obama hace olvidar que el 4 de noviembre de este año, 58 millones de estadounidenses votaron por John McCain, bajo un programa que prometía más imperialismo, más guerras y más desigualdad social. Esa gente no se va a quedar quieta y, de hecho, ya andan reorganizándose.

De todos modos, la prueba más contundente de la sobrevivencia del racismo en Estados Unidos es la ola de incidentes de violencia racial que han acaecido desde el 4 de noviembre de 2008, incluyendo las amenazas en contra del presidente electo, la quema de iglesias e incluso varios asesinatos por odio racial. Los socialistas debemos ser los primeros en condenar este tipo de acciones, que son comunes en ese país siempre que las minorías logran alguna reivindicación. Únicamente los anexionistas del patio, en su visión alienada del mundo, permanecen ajenos a lo que pasa en el interior de Estados Unidos.

Para muchos boricuas que, como yo, nacieron y viven en Estados Unidos el tema de la independencia de Puerto Rico está indisolublemente ligado a la cuestión racial. No se trata, como decía Martí, de favorecer un punto de vista que, por antipatía de aldea, le atribuya una maldad ingénita y fatal al pueblo rubio del continente. De lo que se trata es, por el contrario, de ser objetivo, es decir, de juzgar ecuánimemente el abanico de contradicciones ideológicas, culturales y morales que siempre ha hecho de Estados Unidos bajo el mando del racismo y del culto extremo al dinero un enemigo del bienestar no sólo de sus propios habitantes pobres sino, en particular, de las minorías y pueblos oprimidos. La fealdad moral de ese país imperialista, sentenció el apóstol cubano José Martí, tiene raíces económicas y culturales muy profundas [Ver: Martí, José. El Centenario Americano. La Nación, 22 de junio de 1889]. Por eso, la llegada de Obama a la presidencia, si bien es materia de cierta satisfacción, también es fuente de una determinación redoblada para luchar por la independencia de Puerto Rico. Nuestro pensamiento independentista revolucionario tiene que mantener su independencia ideológica frente a los cantos de sirena de la burguesía liberal estadounidense y de algunos sectores de la izquierda internacional que se han intoxicado con el triunfo de Obama. La prisa de un tonto, decía Lenin, no es velocidad.

* El autor es miembro de las juntas directivas de Claridad y de la Fundación Rosenberg para Niños.

Comentarios a rguayama@comcast.net

La Reserva Federal inyectará US$600.000 millones a la economía de Estados Unidos

Redacción

BBC Mundo

El estímulo comenzará en junio de 2011.

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció que introducirá US$600.000 millones a la economía de Estados Unidos a finales de junio de 2011 para tratar de impulsar una frágil recuperación.

El estímulo, que se traduce en un aporte de $110.000 millones por mes, supera a la cifra que los economistas esperaban.

Entre julio y septiembre, la economía de EE.UU. tuvo una tasa anual de crecimiento del 2%, un número que no fue suficiente para reducir la elevada tasa de desempleo.

Segunda ronda

El corresponsal de Economía de la BBC, Andrew Walker, explica que la medida se conoce como Flexibilización Cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) porque aumenta la cantidad de dinero en los bancos. El objetivo es reducir el interés a largo plazo y estimular el gasto en una recuperación económica lenta.

Algunos analistas ven a la QE como la última oportunidad para conseguir que la economía de EE.UU. se ponga de nuevo en marcha.

Los críticos, sin embargo, aseguran que podría generar una inflación más alta y que el aumento insostenible de los precios de los activos podría amenazar la estabilidad financiera en el futuro.

Incluso, la medida también podría agravar la debilidad del dólar, un tema que molesta a muchas economías del mundo, en especial en Europa, ya que un dólar débil hace más competitivos los productos estadounidenses en los mercados.

El programa ha sido llamado QE2, porque el Fed ya inyectó US$1,75 billones a la economía durante la crisis.

Boom bursátil en el mundo, con críticas contra el plan de la Fed

La medida anunciada en la víspera sólo servirá para depreciar el dólar: Mantega

Lanzar dinero desde un helicóptero no hará brotar el crecimiento, advierte Brasil

Temen alemanes un efecto tsunami sobre la economía mundial y nuevos proteccionismos

En la bolsa de valores de Nueva York la reacción al plan de reactivación económica de la Fed se observó con un aumento récord del principal índice, el Dow Jones, que en la jornada de ayer ganó 1.96 por ciento

Juan Antonio Zúñiga y agencias

Periódico La Jornada
Viernes 5 de noviembre de 2010, p. 25

Impulsadas por la reacción de Wall Street al plan de la Reserva Federal (Fed) de inyectar 600 mil millones de dólares a la economía estadunidense a través de la compra de bonos del Tesoro, durante un periodo que abarca hasta mediados de 2011, las principales bolsas del mundo y prácticamente todas las de economías emergentes cerraron sus operaciones con fuertes alzas, que las llevaron a alcanzar niveles máximos desde abril.

También se dejaron escuchar críticas contra el plan de la Fed, por los efectos que la medida va a generar en las economías de América Latina, México entre ellas, y la permanencia de un dólar devaluado en el resto del mundo.

En este contexto, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) llegó a un nuevo máximo nivel histórico, al cerrar operaciones con un avance de 0.99 por ciento en su principal indicador, el cual quedó ubicado en 36 mil 198.62 puntos, que representan unos 5.3 billones de pesos, ganancia de 12.7 por ciento en el año.

En la bolsa de Nueva York, el mayor centro financiero del mundo, el índice Dow Jones de industriales marcó una ganancia de 1.96 por ciento, mientras el tecnológico Nasdaq cerró con una elevación de 1.46 por ciento.

En Londres, el principal centro financiero de Europa, el índice Footsie 100 de la bolsa terminó con ganancia de 1.98 por ciento. En Francfort, el Dax 30 avanzó 1.77 por ciento; en la bolsa de París, el CAC 40 subió 1.92.

Mientras, en Tokio, todavía el corazón financiero de Asia, el índice Nikkei avanzó 2.2 por ciento por una cobertura de posiciones cortas posterior a la medida de relajación monetaria de la Fed, reportó Reuters.

En el entorno latinoamericano el índice Bovespa de la bolsa de Sao Paulo terminó con un alza de 1.52 por ciento; en tanto, el Latibex del mercado de Madrid, que reúne 32 valores latinoamericanos cotizados en euros, avanzó 1.65 por ciento, indicó Afp.

El primer impacto en el precio de algunas materias primas, tras el compromiso de la Fed de adquirir 600 mil millones de dólares en bonos del Tesoro estadunidense hasta mediados de 2011, fue casi inmediato. El precio del cobre en la bolsa de metales de Londres cerró en 8 mil 600 dólares por tonelada, su mayor cotización desde julio de 2008. Mientras, en la bolsa de Nueva York el precio de este metal para entrega en diciembre subió 3.4 por ciento.

Tirar dinero

Tanto en América Latina como en Asia se escucharon algunas voces que alertan sobre el impacto negativo que puede generar la medida de la Fed en sus economías.

A la par del alza generalizada de los mercados bursátiles, las dudas sobre el éxito del apoyo en liquidez de la Fed a la economía de su país, refrendadas por el triunfo del Partido Republicano en las elecciones intermedias, se expresaron en una elevación de 3.3 por ciento en el precio del oro. La onza de este refugio seguro de los inversionistas en tiempos de crisis presentes, y futuras, se vendió a mil 361.60 dólares, con lo cual el metal alcanzó un nuevo máximo histórico.

Mientras, en Brasilia, el ministro de Hacienda Guido Mantega criticó la decisión de la Fed y comparó la medida con lanzar dinero desde un helicóptero. Vaticinó que sólo servirá para depreciar el dólar, reportó la agencia francesa de noticias. Todo el mundo quiere que la economía estadunidense se recupere, pero de nada sirve que anden lanzando dinero desde un helicóptero sobre la economía porque eso no hará brotar el crecimiento, declaró.

En México, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, advirtió desde la víspera que, dentro de los mercados emergentes, este país es destino obvio y evidente de buena parte de las inyecciones de dinero fresco que se está dando en la economías, como es el caso de Estados Unidos. Por lo mismo, apuntó, estaremos muy atentos en caso de que muchos de estos recursos se están canalizando a la economía mexicana, con los impactos que pudiera tener debemos estar muy atentos y monitoreando de manera muy cercana.

De esta forma, el tipo de cambio cerró ayer en 12.2290 pesos por dólar, el menor valor de la divisa estadunidense frente a la moneda mexicana en más de siete meses, desde el 26 de abril de este año, con lo cual el peso alcanzó una apreciación anual de 8.2 por ciento, desde 13.3175 pesos que se pagaban por la divisa estadunidense el 4 de noviembre de 2009.

Informes del Banco de México revelaron que entre el 25 de octubre del año pasado y la misma fecha de 2010 ingresaron más de 17 mil 600 millones de dólares a la economía del país para adquirir bonos emitidos por el gobierno federal, con lo cual el saldo de la inversión de extranjeros en este tipo de instrumentos ha registrado un incremento anual, en moneda nacional, de 74 por ciento.

El ingreso de divisas, convertidas luego en moneda nacional para adquirir los bonos gubernamentales, se acentuó en el último mes, junto a la apreciación del peso frente al dólar. Los reportes del banco central indicaron el ingreso de casi 5 mil 400 millones de dólares en 30 días, con lo cual el monto de la inversión de extranjeros en bonos del gobierno mexicano alcanzó un saldo de 530 mil 665 millones de pesos, unos 41 mil 500 millones de dólares, al 25 de octubre pasado.

Europa bajo presión

En tanto se concreta o no la llamada guerra de divisas, Europa se encuentra bajo presión de Estados Unidos en el frente económico, tras la masiva apertura del grifo del crédito por la Fed estadunidense, que parece augurar relaciones más conflictivas, reportaron Reuters y Afp.

Una rápida consecuencia de la decisión de la Fed es la devaluación del dólar frente al euro. La moneda única europea superó el jueves el umbral de 1.42 dólares por primera vez desde enero.

Economía global en riesgo: China

En Pekín, el asesor del banco central chino Xi Bin consideró que la desenfrenada emisión de dólares es el mayor riesgo para la economía global, según un artículo de opinión publicado en el Financial News, periódico en idioma chino manejado por el banco central.

En Washington, la portavoz del Fondo Monetario Internacional, Caroline Atkingson, aseguró que el efecto de las medidas económicas de la Fed sobre el crecimiento de Estados Unidos podría ser modesto.

La decisión de la Fed, que equivale a poner en funcionamiento la máquina de fabricar billetes, tiene como efecto diluir el valor del billete verde. Para Europa, tiene un carácter particular en un contexto mundial ya tenso por los temores de una guerra de monedas entre las principales economías para hacer bajar sus divisas y favorecer así sus exportaciones y crecimiento.

“Emitir nuevamente moneda va a crear el efecto de un tsunami sobre la economía mundial”, advirtió Frank Schäffer, responsable para las cuestiones financieras del Partido Liberal alemán (FDP), miembro de la coalición gubernamental en el poder en Berlín.

Temo que esto conduzca a un nuevo ciclo de proteccionismo, agregó. La medida tiene además un valor de señal política fuerte para los otros países, tras la derrota electoral de Barack Obama.

La elección en EU dio liderazgos a políticos hostiles a México y AL

Cualquier intento de lograr una reforma migratoria integral quedará anulado por ahora

Se prevé gran oposición en la Cámara de Representantes a suavizar el bloqueo a Cuba

Obama gozará de mayor margen de maniobra en el manejo de las guerras: centro de análisis

David Brooks

Corresponsal

Periódico La Jornada
Viernes 5 de noviembre de 2010, p. 31

Nueva York, 4 de noviembre. Algunas de las principales figuras que apoyaron el golpe de Estado en Honduras, los más hostiles con los procesos políticos progresistas en América del Sur, y que históricamente han promovido la intervención en Cuba y países centroamericanos, además de un elenco antimigrante y que perciben a México como amenaza, fueron elevados a puestos de liderazgo nacional y regional como resultado de las elecciones intermedias celebradas esta semana.

La conquista republicana de la Cámara de Representantes implica que varios legisladores conservadores ocuparán ahora presidencias de comités claves en el Congreso (el partido de mayoría nombra a los presidentes de todos los comités legislativos).

Por ejemplo, se espera que la representante republicana cubana-estadunidense, Ileana Ros-Lehtinen, ocupe la presidencia del Comité de Asuntos Exteriores, lo cual dará un giro drástico a ese órgano, ya que para empezar hará lo posible por frenar todo intento de suavizar las sanciones, restricciones de viajes y comercio, y otros elementos del embargo contra Cuba (el actual presidente, Howard Berman, promovía un poco de apertura).

Ros-Lehtinen, señala la revista Foreign Policy, es figura central del lobby cubano anticastrista y recuerda una de sus declaraciones: doy la bienvenida a la oportunidad de que cualquiera asesine a Fidel Castro y a cualquier líder que oprima a su pueblo.

Algunas relaciones no mejorarán

Sin embargo, siempre ha sido feroz defensora de gobiernos derechistas en el hemisferio, y fue una de las primeras en justificar y defender el golpe de Estado en Honduras. También ha sido muy explícita en su condena a los gobiernos de Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia), entre otros. Otros republicanos se sumarán a este coro, y se pronostica mayor oposición en la cámara a todo intento por promover cambios positivos en las relaciones bilaterales no sólo con Cuba, sino hacia los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, entre otros.

Aunque los republicanos no ganaron en el Senado, su mano será fortalecida por el aumento de escaños, y se espera que tengan un papel más relevante en los debates sobre política exterior. Así, políticos como el senador Jim DeMint, uno de los protagonistas en el debate sobre la política hacia Honduras que atacaron a Manuel Zelaya y apoyaron el golpe, también es opositor de los gobiernos progresistas en América del Sur.

Ros-Lehtinen también es una de las políticas favoritas del actual gobierno de Israel, y promoverá la visión sionista en los debates sobre Medio Oriente.

El republicano Eric Cantor, quien ocupará una posición de liderazgo en la nueva cámara baja, ayudará a promover las posturas sionistas, junto al nuevo presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner; estos resultados han sido celebrados por el cabildeo pro Israel en Estados Unidos.

Con esta elección, las relaciones con México –o por lo menos el debate sobre la relación bilateral– podrían cambiar. La ola republicana llevó a la cámara a varios candidatos que asumieron posturas antimigrantes en sus campañas, lo cual podría nutrir el discurso negativo hacia México. Y, por supuesto, esto también podría anular toda posibilidad para avanzar en algún tipo de reforma migratoria.

Pero con la actual situación económica doméstica, la percepción de la creciente violencia en México, y un discurso político que una y otra vez ve al vecino como una amenaza, tanto por el flujo de indocumentados y de drogas, los republicanos (y no pocos demócratas) han abandonado la idea de una reforma migratoria al enfocarse casi exclusivamente en el tema de seguridad fronteriza, algo que también fue nutrido en meses recientes por el gobierno de Obama.

Ahora, con candidatos republicanos –que defendieron la ley antimigrante de Arizona y que han prometido promover leyes parecidas en otros estados– ganando escaños, todo apunta a que, por ahora, quedará anulada cualquier reforma migratoria integral.

A nivel regional, con la elección de Susana Martínez –quien asumió una postura antimigrante y apoyó la ley Arizona– como gobernadora de Nuevo México, la relección de la gobernadora Jan Brewer, en Arizona, y la de Rick Perry, en Texas, habrá tres republicanos que enfatizarán la necesidad de mayores controles de seguridad en la frontera ante todo, incluida la opción de mayor militarización. Aún no se sabe qué papel desempeñará en este contexto el cuarto gobernador fronterizo, el demócrata Jerry Brown, quien ganó en California.

La elección también cambiará los términos del debate sobre política exterior, no sólo por los que llegaron, sino por algunos ausentes. El más notable es el senador liberal demócrata Russ Feingold, quien fue derrotado en su intento de relección. Feingold fue uno de los políticos más independientes y activos en asumir posiciones poco populares, aun entre sus colegas. Fue uno de los senadores más críticos de las políticas antiterroristas de George W. Bush, el único senador que se atrevió a votar en contra del Acta Patriota, y uno de los pocos que votó en contra de autorizar la guerra contra Irak. Recientemente instó a Obama a cumplir con su promesa de clausurar el centro de detención de Guantánamo. También fue crítico clave de las políticas de libre comercio.

A esta ausencia se sumará la de otros demócratas veteranos con influencia en política exterior.

Aunque habrá consecuencias potencialmente serias en el ámbito de política exterior, esta elección no giró en torno a ningún tema internacional (tal vez con la excepción de la migración, pero es vista como tema doméstico), incluidas las dos guerras estadunidenses que durante gran parte de esta década ocupaban una posición central en el debate. En las encuestas, las guerras, así como otras cuestiones internacionales, estuvieron prácticamente ausentes, ya que la economía era por mucho el tema que más preocupa al electorado.

Los resultados electorales son buena noticia para los promotores de tratados de libre comercio, y para los que desean mayor flexibilidad en continuar las guerras en Afganistán e Irak. La nueva mayoría republicana está de acuerdo con Obama en la promoción del libre comercio.

Con todo, la Casa Blanca ahora gozará de un mayor margen de maniobra en su manejo de las guerras, dice Richard Haas, presidente del Council on Foreign Relations, uno de los centros de análisis de política exterior más influyentes del país. Había más dudas del lado demócrata que del republicano sobre el incremento de la presencia militar en Afganistán promovido por Obama, señaló. Y los resultados, subrayó, han fortalecido la mano del presidente en asuntos militares.

OPINION/Perdio la democracia

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Por Amy Goodman *

Al cierre de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, el mayor ganador aún no ha sido declarado, a saber: los grandes medios de comunicación. El mayor perdedor, mientras tanto, ha sido la democracia. Estas fueron las elecciones legislativas de mitad de mandato más caras en la historia de Estados Unidos: costaron casi cuatro mil millones de dólares, de los cuales tres mil millones se gastaron en publicidad. Me pregunto qué pasaría si el tiempo publicitario para las campañas fuera gratuito. No se oyen debates al respecto, y no se oyen porque las corporaciones que manejan los medios masivos de comunicación obtienen inmensas ganancias con los avisos publicitarios de las campañas políticas. Sin embargo, las ondas radioeléctricas que los medios utilizan para emitir sus señales son públicas.

Esto me recuerda el libro escrito en 1999 por el especialista en medios de comunicación Robert McChesney: Rich Media, Poor Democracy (Medios ricos, democracia pobre). En su libro, McChesney escribe: “Los medios tienen poco incentivo para brindar cobertura a los candidatos ya que resulta de su interés forzarlos a publicitar sus campañas.”

El grupo de investigación Wesleyan Media Project, de la Universidad Wesleyan, hace un seguimiento de la publicidad política. Tras el reciente fallo de la Corte Suprema en el caso Citizens United contra la Comisión Federal Electoral por el cual se autoriza a las grandes corporaciones a destinar sumas ilimitadas de dinero a la campaña publicitaria de los candidatos, el proyecto hace notar que “el tiempo de aire destinado a publicidad se ha saturado de anuncios relacionados con la Cámara de Representantes y el Senado, que ocupan hasta un 20 y un 79 por ciento respectivamente del total de tiempo de aire”.

Evan Tracey, fundador y presidente del grupo de análisis de campañas publicitarias Campaign Media Analysis Group, predijo el pasado mes de julio en declaraciones para el periódico USA Today que “habrá más dinero que espacio de aire que comprar”. Por su parte, John Nichols, del semanario The Nation, comentó que en los amables primeros tiempos de la publicidad política televisiva, los canales de TV nunca habrían emitido el aviso a favor de un candidato a continuación de un aviso publicitario en contra de ese candidato. Pero no están tomando en cuenta el patrimonio ligado a los grandes medios. Bienvenidos al “mundo feliz” de las campañas de miles de millones de dólares.

En el pasado ha habido intentos de regular el uso de las ondas radioelétricas para que estén al servicio de la población durante las elecciones. En los últimos años, el intento más ambicioso fue el que se conoce como “Reforma del financiamiento de las campañas electorales de McCain-Feingold”. Durante el debate sobre esta histórica legislación, tanto demócratas como republicanos hicieron referencia al problema de las exorbitantes tasas de publicidad televisiva. El senador por Nevada John Ensign, republicano, se lamentaba: “Las emisoras no querían ni pensar en las campañas electorales porque era el momento del año en que ganaban menos dinero debido a la baja tasa unitaria que existía durante ese período. Ahora es uno de sus momentos preferidos ya que, de hecho, es uno de los momentos del año con más amplio margen de ganancias”. Finalmente, para que el proyecto de ley fuera aprobado, se omitieron las cláusulas referentes al “tiempo público de aire”.

El fallo en el caso de Citizens United neutraliza eficazmente la Reforma del financiamiento de las campañas de McCain-Feingold. Ni imaginemos lo que se gastará en las elecciones presidenciales de 2012. El senador por Wisconsin Russ Feingold perdió la oportunidad de ser reelegido en su disputa contra el prácticamente autofinanciado multimillonario Ron Johnson. El editorial del periódico Wall Street Journal celebró la esperada derrota de Feingold. El periódico es propiedad de la corporación News Corp., de Rupert Murdoch, que posee además la cadena de televisión Fox y que donó casi dos millones de dólares a la campaña de los republicanos.

“Las elecciones se han convertido en un bien comercial, un centro de ganancias para estas radios y canales de televisión”, me dijo el día de las elecciones Ralph Nader, defensor de los consumidores y ex candidato a presidente. Me dijo además: “Las ondas públicas, como sabemos, pertenecen al pueblo. El pueblo es el propietario y las cadenas de radio y televisión son las titulares de las licencias para usar esas ondas, digamos que son como inquilinos. Sin embargo, para obtener su habilitación anual, no pagan nada a la Comisión Federal de Comunicaciones. Así, resultaría bastante persuasivo, si tuviéramos políticas públicas que impusieran módicas condiciones para obtener la habilitación que permite a estas cadenas de radio y televisión acceder al inmensamente lucrativo control de las ondas públicas 24 horas al día, podríamos decirles que como parte del intercambio por controlar estos bie-nes comunes, por decirlo de alguna manera, deben destinar cierta cantidad de tiempo, tiempo gratuito, en la radio y la televisión a los candidatos electorales”.

Este tema debería ser puesto en debate en los grandes medios de comunicación, dado que en ellos obtiene información la mayoría de los estadounidenses. Pero las emisoras de radio y televisión tienen un profundo conflicto de intereses. En su orden de prioridades, sus ganancias están antes que nuestro proceso democrático. Seguramente no oiremos hablar de este tema en los programas de entrevistas políticas de los domingos por la mañana.

* Conductora del noticiero internacional Democracy Now! Denis Moynihan colaboró con esta columna. Traducción de Fernanda Gerpe.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Policía griega encuentra otro paquete bomba /BBC Mundo

La policía griega informó este jueves que interceptó un decimocuarto paquete bomba en los últimos tres días, que en esta ocasión iba dirigido a la embajada de Francia en Atenas.

La agencia AFP informa que los policías hicieron explotar el artefacto.

El miércoles Grecia decidió suspender por 48 horas el servicio de correo internacional después de que dos paquetes bomba estallaron en las embajadas suiza y rusa el martes, y más de 10 sobres similares fueran enviados a distintas sedes diplomáticas en Europa.

Arrestan a dos sospechosos de ataques contra Francia





jueves, 04 de noviembre de 2010


04 de noviembre de 2010, 07:36París, 4 nov (PL) El ministro del Interior de Francia, Brice Hortefeux, anunció hoy el arresto de dos hermanos sospechosos de preparar ataques terroristas contra el país.

Los ciudadanos detenidos estaban supuestamente en "asociación ilícita con una iniciativa terrorista" y fueron capturados en un barrio de esta capital, señaló Hortefeux a la radio y televisión locales.

Una serie de sobres-bomba descubiertos en Grecia, después de otros explosivos en Yemen que presuntamente iban dirigidos a Estados Unidos, reavivó la ola de informaciones y comentarios en torno a actividades de esas características en Europa.

El ministro galo no dio más detalles y se limitó a decir que los sospechosos enfrentan cargos muy graves.

De acuerdo con las notas de prensa difundidas en estos días, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, era uno de los blancos de los sobres-bomba descubiertos en Grecia.

También se adoptaron medidas extremas de seguridad a raíz de paquetes interceptados en Dubai y Gran Bretaña, además de un supuesto mensaje, amenazante como de costumbre, emitido por el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.

La muerte de Kirchner y el nuevo escenario político argentino





Escrito por Moisés Pérez Mok

sábado, 30 de octubre de 2010


30 de octubre de 2010, 10:07Por Moisés Pérez Mok

Buenos Aires, (PL) La conmoción e inconmensurable manifestación de duelo popular que siguieron al repentino fallecimiento la pasada semana del ex presidente Néstor Kirchner dejaron en claro que Argentina se abre hoy a un nuevo escenario político.

De ello dieron cuenta las incesantes muestras de agradecimiento al hombre que cambió definitivamente el rumbo de la nación a partir de 2003, y de apoyo a su esposa y mandataria, Cristina Fernández, ante quien se anticipan formidables retos.

Sin embargo, más allá de los miles de personas que de forma espontánea dieron el último adiós al líder del Partido Justicialista, llamó la atención a propios y foráneos la mayoritaria participación de jóvenes y adolescentes en las sentidas expresiones de dolor popular.

Semejante protagonismo es interpretado aquí como señal de un evidente cambio de actitud, gracias al cual parece haber quedado atrás el "que se vayan todos" (en relación con los políticos) que en 2001 estremecía a un país colapsado y en ruinas.

Argentina, apuntaba el politólogo Atilio Borón, se asoma a una nueva etapa signada por la larga sombra del ex presidente, el único con condiciones para contener "la compleja y turbulenta realidad del peronismo, cuyas pugnas internas en épocas pasadas sumieron al país en gravísimas crisis institucionales".

Este tal vez sea el más serio desafío con el cual tendrá que lidiar la Presidenta, agregaba antes de subrayar que el proceso de cambios en el país ya había comenzado, pero la muerte de Néstor Kirchner lo acelera y profundiza aún más.

En ese sentido, un editorial del diario Tiempo Argentino, publicado el jueves último, advertía sobre la voracidad de los grupos económicos y de poder mediático y sus abiertas pretensiones de obstaculizar la marcha.

Al hacerlo, reseñaba que aún cuando el cadáver de Kirchner estaba tibio en la Patagonia, el diario La Nación se apresuraba a sugerir que la Presidenta "tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido".

Son voraces. No hay duelo ni tiempo para el consuelo en sus reclamos. Hay exigencia, amenaza, ultimátum hacia la representante del gobierno de la democracia, escribía Tiempo Argentino antes de preguntarse si "¿Se puede adivinar lo que se viene detrás de estas amenazas públicas? ¿Estamos preparados?".

La inevitabilidad de las modificaciones en el escenario político nacional es, por supuesto, claramente percibida también en el llamado arco opositor.

El diputado nacional y jefe del bloque del Peronismo Federal, Felipe Solá, no dudó en afirmar que con la muerte de Kirchner todo cambia.

Ante un grupo de periodistas en la Casa Rosada, donde durante 26 horas fueron velados los restos mortales del ex dignatario, Solá fue tajante: "No me pregunten por qué, ni cómo; pero sí se modifican muchas cosas", aseveró.

Desde el Partido Justicialista (PJ), por su parte, advirtieron que tras el deceso de su líder las cosas seguirán funcionando como hasta ahora.

En lo formal, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien es vicepresidente, asume la conducción del partido; aunque la orientación política va a estar a cargo de Cristina Fernández, adelantó el apoderado del PJ, Jorge Landau.

El gobernador y la Presidenta van a trabajar en conjunto por el partido, sostuvo Landau y recordó que la decisión de ubicar a Scioli como vicepresidente de esa fuerza fue del propio Néstor Kirchner.

Para enfrentar los desafíos que se avizoran, Cristina Fernández llega con una baza a su favor: según un sondeo de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), el 66 por ciento de la población la cree capaz de profundizar y mejorar la tarea, pese a no contar con Néstor.

De cara a las elecciones de 2011, no sólo se ratifica que tiene la mayor intención de voto, sino que se impone, por goleada, a cualquier otro candidato en un eventual "ballottage", reveló hoy el titular de la encuestadora, Enrique Zuleta.

Seis claves para profundizar el modelo económico productivo

Las propuestas de gak, sbatella y rapoport

Publicado el 4 de Noviembre de 2010

Ignacio Chausis
Tres economistas del Plan Fénix enfatizaron la necesidad de cambiar las finanzas, incrementar el trabajo regular y fomentar la industria, como las vías para ampliar los alcances del desarrollo económico nacional que nació en 2003.

La recomposición de la economía argentina tras la crisis y el estallido de la convertibilidad inauguró un período de crecimiento y expansión que permitió recuperar parte del terreno perdido durante los ’90 en materia de producción industrial, empleo y distribución del ingreso, algo que –con diversos matices– ha sido reconocido por buena parte de los economistas heterodoxos.
Tiempo Argentino consultó a tres economistas del Plan Fénix, estrategia que enfatiza el desarrollo nacional, quienes pusieron énfasis en la reforma del sistema financiero, el combate al trabajo en negro y el incentivo al desarrollo industrial como los mayores desafíos de los próximos años.
“Es fundamental avanzar en la reforma de la Ley de Entidades Financieras. El modelo no ha llegado al sistema financiero, no hay regulación de la actividad bancaria, y hoy sólo hay préstamos al consumo, no a la actividad productiva”, explicó Abraham Gak, director del Plan Fénix.
Para el especialista, el gobierno debe llevar adelante la reforma a la Carta Orgánica del Banco Central. “Es algo que podría tener una resolución relativamente rápida, ya que en definitiva es legalizar lo que la autoridad monetaria hace en la práctica: fomentar el desarrollo y el empleo, además de defender el valor de la moneda”, indicó.
Para Gak, una de las tareas centrales en que debe enfocarse el esfuerzo del Estado tiene que ver con combate al empleo ilegal. “Hay que insistir de manera muy fuerte contra el trabajo no registrado, a través de medidas penales que sancionen seriamente al empleador que directamente toma personal en negro, o que incluso paga en blanco una parte del salario”, afirmó.
En tanto, el economista José Sbatella, actual titular de la Unidad de Información Financiera, puso el foco en la necesidad de lograr que la riqueza generada por la actividad económica local se reinvierta en el país. “Argentina tiene el excedente económico más importante de Latinoamérica, y eso se nos escapa, ya que se invierte mucho menos de lo que se podría, hay un juego especulativo de la riqueza generada”, explicó. Para el funcionario, todavía es muy fácil en la Argentina la transferencia de fondos hacia países como Uruguay, como consecuencia de distintos vericuetos legales. “La estructura legal heredada de los ’90 es una madeja difícil de romper de un día para el otro, y eso genera que en plena crisis hubiera una fuga de capitales muy importante. Es clave que la riqueza generada por el crecimiento económico quede afectada al proceso productivo”, aseguró.
Coincidiendo con ellos, el economista e historiador Mario Rapoport destacó la necesidad de que el país defina un determinado perfil de desarrollo industrial, con metas de mediano y largo plazo que impulsen a sectores con mayor tecnología. “Hay que definir determinadas metas de desarrollo industrial, establecer a qué actividades darles mayor incentivo, usar los recursos humanos y la innovación tecnológica para darle mayor valor agregado. Hay que sumar valor agregado a las exportaciones agrarias”, resaltó. Además, Rapoport afirmó que es imprescindible una reforma tributaria que contemple una rebaja de los impuestos al consumo, y permita reducir los niveles de evasión en Ganancias. <

La derrota demócrata

Un Obama humilde chocó con la soberbia de los republicanos

Publicado el 4 de Noviembre de 2010

El presidente de los EE UU admitió que el resultado de las elecciones de medio término fue una “paliza” y se mostró proclive a negociar. Sus adversarios le contestaron que le harán muy difíciles los dos años de gestión que le restan.

Al presidente Barack Obama le debe haber costado más sobrellevar el “día después” de las elecciones de medio término , en las que perdió la Cámara de Representantes y varias bancas en el Senado, que soportar los desastrosos resultados que le mostraban las cadenas de televisión la noche del martes. Entre humilde y derrotado, el presidente admitió que los republicanos le dieron una “paliza”, y dijo estar dispuesto a hacer concesiones a sus adversarios políticos sobre los recortes de impuestos y la política energética. Pero frente a esa actitud de Obama de poner la otra mejilla, los republicanos respondieron con un golpe de nocaut: “Cambiar la dirección es lo que haremos”, dijo sin ningún miramiento el representante John Boehner, virtual nuevo presidente de la Cámara Baja, al describir los comicios legislativos como un mandato popular con la directiva de reducir el tamaño del gobierno federal.
Como anticipo de la que iba a ser su actitud de ayer, Obama telefoneó en la noche del martes a Boehner y a Mitch McConnell, otro líder republicano, para expresar su disposición a colaborar para “encontrar terreno común, hacer avanzar este país y conseguir cosas en favor del pueblo estadounidense”. Boehner, que se apresta a remplazar a la enérgica Nancy Pelosi como presidente de la Cámara Baja, hizo volver al mandatario a la realidad. Dijo que los resultados eran “un repudio a Washington, un repudio al gobierno grande y un repudio a los políticos que se niegan a escuchar al pueblo”. Afirmó además que el electorado le dio la autoridad para derogar la reforma de la salud impulsada por el gobierno, a la que calificó de “monstruosidad”.
La derogación de la ley sanitaria, que buscó extender el seguro de salud a casi todos los estadounidenses, fue el grito de guerra de los republicanos desde hace meses, pero Obama, con su poder de veto, y los demócratas –reteniendo apenas el control del Senado– seguirán interponiéndose en su objetivo. Varios republicanos admitieron que su lucha contra la ley de salud no va a poder avanzar de la noche a la mañana, una vez que asuman funciones en la Cámara Baja.
En su conferencia, Obama llegó a decir que su puesto tiene “un peligro inherente”, el de verse “atrapado en una burbuja”, y aseguró que durante su segunda mitad de mandato hará todo lo posible por alejarse de la Casa Blanca y permanecer en contacto con la gente corriente. “Es difícil no parecer distante” cuando se vive dentro de la Casa Blanca y de la burbuja del poder, subrayó.
Obama dijo que cuando el Congreso vuelva a sesionar, “mi meta será asegurarnos que no tengamos un gran aumento de impuestos para las familias de clase media”. Pero no mencionó su propósito de permitir que expiren los beneficios impositivos a la clase alta, en que había insistido durante la campaña, contra la voluntad de los republicanos. “No será fácil”, dijo, ya que los dos bandos tienen profundas divergencias en algunos temas clave.
La derrota fue humillante para la que fue una figura avasallante al asumir el gobierno, y el cambio se notó en su rueda de prensa. Ya no sonrió ni se mostró efervescente, sino más bien sombrío, al reconocer que sus medidas pueden haber distanciado a muchos ciudadanos. “Creo que la gente comenzó a observar todo esto y le pareció que el gobierno se estaba volviendo mucho más intrusivo en sus vidas de lo que estaban acostumbrados”, reconoció Obama. <

lunes, 1 de noviembre de 2010

El nuevo siglo del capitalismo: hambre y pobreza

Higinio Polo (Tomado de Rebelión)

Cuando, en el año 2000, se acordaron en la ONU los “objetivos del milenio”, todos los países del planeta adquirieron un compromiso trascendental: se pretendía conseguir, en un plazo de quince años, en 2015, erradicar la pobreza y el hambre: en aquel momento, hace una década, se calculaba que casi mil millones de personas pasaban hambre cada día, y que treinta mil niños perecían diariamente por enfermedades relacionadas con una deficiente alimentación y falta de atención sanitaria (es decir, casi once millones de niños morían cada año). Mil doscientos millones de personas se veían condenadas a vivir con menos de un dólar diario.

También, se acordó avanzar en la atención a la maternidad, porque más de medio millón de mujeres morían a consecuencia de complicaciones durante la gestación y el parto, sobre todo en los países más pobres. Se suscribieron, además, otros objetivos: desde la “sostenibilidad ambiental”, pasando por la consecución de la igualdad entre hombre y mujeres, el impulso de medidas para asegurar el desarrollo de los países pobres, hasta la implantación de la enseñanza primaria universal que hiciese posible la alfabetización de los más de ciento treinta millones de jóvenes analfabetos que viven en el mundo. Era un programa posible, que debía cumplirse en un período de tiempo razonable, máxime cuando hacía años que, desde los principales centros de poder económico del mundo, se hablaba de que pronto llegarían los “dividendos de la paz”, los supuestos beneficios tras las largas décadas de guerra fría.

Como suele ocurrir, las grandilocuentes promesas de los dirigentes de los principales países capitalistas eran apenas humo, propaganda, mentiras urdidas para consumo de la población… mientras se disponían a diseñar un nuevo modelo de explotación capitalista en el mundo que asegurase la sumisión de todos los países de la Tierra al dictado de Washington y del pequeño grupo de países occidentales que participan en lo sustancial de la misma trayectoria de rapiña. Diez años después, apenas se ha avanzado en los “objetivos del milenio”: novecientos cincuenta millones de personas pasan hambre y, según los cálculos más bajos, más de ocho millones de niños mueren anualmente por enfermedades relacionadas con la desnutrición o directamente por hambre, cifra que otras fuentes aumentan. Enfermedades como la malaria matan a más de un millón de personas al año, según las cifras más bajas de los cálculos de las agencias internacionales. En los primeros años del siglo XXI se calculaba que unas ocho mil personas morían diariamente a causa del sida (que fue una de las causas apadrinadas por Bush para limitar la mortandad en África), y hoy, pese a los avances, el balance sigue siendo muy preocupante. De hecho, el examen provisional de los logros conseguidos hasta ahora, a cinco años del 2015, revela el fracaso de los acuerdos de Nueva York.

Según la Alianza Española contra la pobreza, que agrupa a más de ochocientas organizaciones de todo tipo, las personas que viven en condiciones de pobreza extrema en el mundo han aumentado hasta alcanzar la cifra de mil cuatrocientos millones. El desempleo ha aumentado en muchas regiones del mundo. En Europa, el continente opulento, ochenta millones de personas viven en situación de pobreza extrema y exclusión social. Desde el estallido de la crisis económica, trescientos millones de personas han ingresado las filas de la pobreza, pero el 1 por ciento de la población mundial tiene la mitad de la riqueza del planeta y el 20 por ciento más rico consume el 80 por ciento de los recursos. Sólo en armamento, el mundo gasta en un día lo mismo que la FAO, la agencia de la ONU para la agricultura y la alimentación, gasta en una década: algo funciona mal en este mundo. Y no hay que mirar muy lejos para concluir que un sistema capitalista que esquilma los recursos naturales, destroza la vida y condena a la pobreza a buena parte de la humanidad es el responsable de la situación de emergencia que vivimos.

Las declaraciones de los gobernantes del capitalismo son mera retórica vacía, mentiras urdidas para seguir ganando un tiempo que los pobres no tienen, porque no pueden esperar. La agenda oficial de los gobiernos e incluso de grandes empresas multinacionales habla de la “ayuda al desarrollo” para terminar con la pobreza, y hasta se organizan congresos, festejos, campañas publicitarias que se convierten en el ornato imprescindible para halagar la vanidad de los poderosos del mundo y velar su hipocresía. Incluso, en la reciente Asamblea General de la ONU, Sarkozy y Rodríguez Zapatero lanzaron la propuesta de establecer una tasa del 0,05 sobre el valor de las transacciones financieras internacionales, que supondría unos ingresos de cuarenta mil millones de dólares al año para luchar contra la pobreza. Debería establecerse una tasa que gravase los movimientos especulativos de dinero, pero eso no van a hacerlo quienes se han rendido a las exigencias de los mercados financieros y de los banqueros. Porque, además, no hay una intención real de regular los mercados financieros, de acabar con los paraísos fiscales, y de controlar a las instituciones financieras. Tampoco de acabar con la pobreza, a la vista de las decisiones reales que toman esos gobernantes: casi ningún país rico cumple con sus compromisos de aportar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta (tampoco España, aunque, en cambio, sí dispone de recursos para gastarlos en Afganistán, en ayuda de Estados Unidos, en una criminal guerra colonial).

El capitalismo profundiza en la crisis, condena a la pobreza a buena parte de la población mundial y amenaza con arruinar el equilibrio ecológico de un planeta que está dando serios motivos de alarma, desde el cambio climático hasta la deforestación progresiva y la desertización de extensos territorios. Mientras, este sistema injusto e ineficaz cabalga el tigre de la irresponsabilidad y la ceguera, de las guerras coloniales, del chantaje a los países en desarrollo, vierte veneno en el mundo, alienta la codicia de empresarios sin escrúpulos que mientras exigen subvenciones al Estado con una mano, empujan con la otra a millones de personas al desempleo y a la marginación social. Porque hay una relación directa entre el egoísmo de los más ricos y la desesperación y la muerte de miles de personas, y esa afirmación no es un recurso alarmista de bolchevique para despertar el corazón dormido de tanto ciudadano bienpensante: el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) ha calculado que un descenso del tres por ciento en el producto interior bruto de los países en desarrollo, comporta entre 47 y 120 niños muertos adicionales por cada mil recién nacidos.

Los países ricos que se comprometieron en el 2000 a cumplir los “objetivos del milenio” a través de la ayuda y la cooperación, a reducir la deuda que aplasta a los más pobres, y a trabajar para instaurar en el mundo un sistema comercial más justo para los más desfavorecidos, siguen teniendo una grave responsabilidad. Pero, pese a las promesas y las declaraciones solemnes, apenas se ha hecho nada, y el estallido de la crisis, causada por los mismos poderes que ahora imponen condiciones, ha llevado a los gobiernos, con excusas y mentiras diversas, a ayudar a las entidades financieras y al empresariado con sumas millonarias: hay que recordar que para salvar al sector financiero, ahogado por la codicia y por sus propios excesos, los gobiernos del mundo han aportado tres billones de dólares, aumentado así la deuda pública de los países… deuda que ahora están empezando a pagar millones de trabajadores que ven sus salarios reducidos, sus derechos limitados, su vejez y sus pensiones comprometidas. En este año 2010, por ejemplo, en Cataluña, y en otras zonas de España, se pasará de un 20 por ciento de ciudadanos que viven por debajo del umbral de pobreza, al 25 por ciento.

El nuevo capitalismo del siglo XXI ofrece un mañana de hambre y pobreza, de exclusión social, de privaciones y de pérdida progresiva de derechos sociales, mientras Obama y Sarkozy, Merkel, Cameron y Berlusconi, Rodríguez Zapatero y Papandreu afirman que trabajan para garantizarlos, por lo que no es extraño que los ciudadanos crean que estamos en manos de embusteros y ladrones, de charlatanes de feria, de gobernantes que despojan a los más pobres de parte de los bienes que les corresponden (por la vía de nuevos impuestos, hipotecas abusivas, deuda pública que pagarán los ciudadanos más pobres, reducciones salariales) para transferir esa riqueza a los empresarios y financieros que han causado la mayor crisis económica de las últimas décadas. La pobreza en el mundo no será combatida por quienes dedican todos sus esfuerzos para favorecer a los más ricos a costa de aumentar la pobreza de todos los demás.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

higini_polo@hotmail.com

483.832 razones para no creer en los "derechos humanos" de EE.UU. y Gran Bretaña

Alfredo Jalife-Rahme (La Jornada)

Antecedentes. El lema de los "derechos humanos" se había convertido en un arma omnipotente letal en el arsenal propagandístico de Estados Unidos que lo usa(ba) de forma discrecional. Existían obscenas excepciones (v.gr. las carnicerías de Acteal y Aguas Blancas de su aliado Zedillo), pero en términos generales el arma disuasiva de los "derechos humanos" le rindió suculentos dividendos a EE.UU. para presionar a China y desestabilizar a Rusia (con mayor ferocidad en la etapa de Breznev), ya no se diga otras vulnerables potencias medianas arrasadas por las revoluciones de colores caleidoscópicos de Baby Bush. Desde Carter, los "derechos humanos" cobraron una relevancia exquisita con los que EE.UU. se había convertido en juez supremo universal para cobrarse facturas geopolíticas con sus rivales y hacer avanzar su agenda unilateral –no pocas veces sincronizadas trasatlántica y armónicamente con el otorgamiento faccioso de muy polémicos premios Nobel de la Paz (que confiere la petrolera Noruega, miembro duro de la OTAN) y de Literatura (que adjudica Suecia, cada vez más cargada a la extrema derecha neonazi e islamófoba).

Muchos países naufragaron entre el Escila de los "derechos humanos" (en sincronía con ciertos Nobel de la Paz y de Literatura) y el Caribdis de las gradaciones financieras de la descalificada tripleta de "calificadoras" de EE.UU. Hasta el megaespeculador cosmopolita George Soros, instrumento de los banqueros esclavistas Rothschild, todavía ostenta su presunta institución de "vigilancia de los derechos humanos" (Human Rights Watch), mientras descuartiza financieramente a los ciudadanos de los países rivales (y "amigos" como México) de EE.UU. y Gran Bretaña.

También es cierto que desde la espeluznante exhibición de las torturas en la siniestra cárcel de Abu Ghraib, al unísono de la cruel misantropía en la base de Guantánamo, la dupla Cheney-Baby Bush había sido puesta en la picota por quienes aún creemos que los derechos humanos constituyen un valor universal inalienable de primer orden –quizá uno de los pocos valores rescatables que le quedan a los países valetudinarios para defenderse del asedio irredento de los omnipotentes– y no la exclusiva propiedad monopolista de la hipócrita virtud excepcional de la dupla anglosajona hoy vilipendiada por el ultraje universal.

Hechos. Hoy existen 483.832 razones adicionales para dejar de creer en los barbáricos "derechos humanos" de la invasora dupla anglosajona de EE.UU. y Gran Bretaña, amparadas por la divulgación masiva por Wikileaks de 92.000 documentos "secretos" (15.000 todavía por publicar) hace tres meses sobre la guerra en Afganistán (entre 2004 y 2009) y otros 391.832 más recientes de la guerra en Iraq bajo el estigma del homicidio gratuito y la tortura atroz de CIVILES.

Los documentos redactados crudamente por soldados estadunidenses de rango menor exhiben el grado de barbarie sádico-hedonista que han alcanzado los ejércitos anglosajones y su caterva de mercenarios consustancialmente inimputables (que no pueden ser juzgados), a fortiori si se demuestra su consuetudinaria psicopatía multiasesina.

Más allá de los perturbadores orígenes primigenios de Wikileaks y la controversia que pende sobre su polémico director, el australiano Julian Assange hoy a salto de mata, varios analistas se han dedicado a clasificar sus macabros hallazgos donde, en esta ocasión, resaltan los crímenes y torturas de CIVILES por empresas privadas anglosajonas con quienes Donald Rumsfeld (secretario de Defensa bushiano) y el ex vicepresidente Dick Cheney pretendieron privatizar, "deslocalizar" (outsource) y globalizar las "guerras permanentes" de EE.UU. y Gran Bretaña.

Sean Rament, de The Daily Telegraph (24/10/10), destaca la "orgía de asesinatos", torturas y abusos físicos "conducidos a escala industrial (¡súper sic!)", relatados con "detalle nauseabundo" y ante los cuales "los comandantes cerraron los ojos".

Hamid Karzai, presidente de Afganistán, fustigó de forma estridente a EE.UU. por "exportar los asesinatos" mediante “la contratación de empresas privadas de seguridad (…) financiadas por el gobierno (¡súper sic!) estadunidense” y quienes "son responsables de la letanía de crímenes sanguinarios (sic) contra el pueblo afgano" (NYT, 25/10/10).

Le Monde (23/10/10) evidencia "el papel ambiguo de los mercenarios en Iraq", donde "el ejército estadunidense recurrió en forma masiva (sic) a las empresas privadas de seguridad, como Xe (ex Blackwater)" quienes "seguido (sic) estuvieron implicadas en incidentes que cobraron la vida de civiles". El rotativo galo comenta que los mercenarios de las empresas privadas, "por su naturaleza, no están sometidos a las mismas reglas de vida en las casernas que los soldados estadunidenses" y su "papel exacto (sic) es muy nebuloso".

James Glanz y Andrew W. Lehren (de TNYT (23/10/10) consideran que "el uso de contratistas (sic) se agregó al caos en Iraq". De forma alarmante confiesan la necesidad imperativa de "contratistas" para ayudar a los militares. No dicen número, pero calculan que "existen más contratistas que militares de servicio en Afganistán". Ergo, existen más mercenarios que soldados anglosajones en Iraq y Afganistán. Ben Farmer (The Daily Telegraph, 25/5/10) calculó que a finales de este año habría 98.000 soldados estadunidenses en Afganistán. ¿A cuántos miles ascenderá el número de contratistas y subcontratistas de la muerte en Iraq y Afganistán, respectivamente?

Glanz y Lehren abordan de forma tangencial y superficial las crueles hazañas de las empresas privadas de mercenarios expuestas por Wikileaks: las británicas Global, Aegis y Armor Group; las estadunidenses KBR, Xe Services (ex Blackwater), Custer Battles, DynCorp Intl y EOD Technology; la australiana Unity Resources Group (con sede en Dubai), y la fantasmagórica Danubia Global Inc (con sede en Rumania).

Sin alterarse, comentan que "se espera que crezca el uso de contratistas conforme las fuerzas estadunidenses se reduzcan". Refieren que en julio pasado, la comisión de contratistas en periodo de guerra del Congreso "estimó que solamente el Departamento de Estado duplicará (¡súper sic!) el número de contratistas para proteger (sic) la embajada de EE.UU. y sus consulados en Iraq".

Es decir, el problema en Iraq no es ahora el vacío de poder debido a la retirada oficial del ejército de EE.UU, sino su sustitución por mercenarios de las empresas privadas de seguridad que asesinan sin discriminación a los CIVILES.

Conclusión. El problema es más profundo: proviene de la fracasada Revolución en Asuntos Militares (RAM) de Rumsfeld, que pretende privatizar y globalizar la guerra con mercenarios, además de automatizar y robotizar sus escuadrones masivos de la muerte, con o sin drones, a imagen y semejanza de las contrataciones y subcontrataciones de sus nocivas trasnacionales, en particular de sus bancos cleptomaniacos y sus petroleras depredadoras.

¿Cuál es la diferencia entre la "globalización militar" y su gemela "globalización financiera", cuyo común denominador consiste en diseminar indiscriminadamente la muerte por sus mismos actores: obscenamente "visible" en la primera y por la "mano invisible" de la segunda?

La educación, ¿caso de política o de policía?

Frei Betto (Adital)

El IBGE divulgó el 17 de diciembre la Síntesis de Indicadores Sociales 2010. El IGBE es un órgano del gobierno federal; por tanto no está al servicio de la oposición ni de los detractores del gobierno de Lula. Por suerte es serio y autónomo. Los datos concernientes a la educación en el Brasil son aterradores. En el 2009 el 14.8% de los jóvenes de 15 a 17 años no iban a la escuela. Y el 32.8% de los comprendidos entre 18 y 24 años dejaron sus estudios sin terminar la enseñanza media. (Mano de obra sin cualificar y candidatos al narcotráfico…).

Comparado con los otros países del Mercosur, el Brasil tenía la tasa más alta de abandono del nivel medio: el 10% de alumnos. En Argentina el 7%, en Uruguay el 6.8%, en Chile el 2.9%, en Paraguay el 2.3% y en Venezuela el 1%.

¿Por qué abandonan la escuela nuestros jóvenes? Las principales causas son: la falta de recursos para pagar los estudios y el reducido número de escuelas públicas; el desinterés; la contante repetición, provocada por pedagogías desfasadas, desmotivación y frecuente ausencia de los profesores; la dificultad en el transporte; y la necesidad de ingresar precozmente al mercado de trabajo.

Para que un alumno se comprometa a hacer una buena enseñanza media es necesario que su motivación sea despertada ya en la preparatoria y en la enseñanza primaria. Pero ¿cómo alcanzar este objetivo si nuestros niños permanecen, en general, apenas cuatro horas al día en la escuela? La media latinoamericana es de seis horas.

A pesar de ello ha habido avances en los últimos diez años, en que casi se dobló el número de jóvenes de 18 a 24 años que terminaron la enseñanza media o ingresaron en la universidad. Si en 1999 terminaron apenas el 29.6% de los alumnos la enseñanza media, en el 2009 el índice subió al 55.9%. En 1999 el 21.7% tenían 11 años de estudios (tiempo suficiente para completar la enseñanza media); en el 2009 el 40.7% frecuentaron la escuela durante 11 años. En 1999 ingresaron a la universidad el 7.9%; en el 2009 fue el 15.2%.

En el 2009 el 30.8 de los jóvenes de entre 18 y 24 años terminaron algún curso de cualificación profesional. En el 2004 sólo fueron el 17.2%. Este avance se debe al empeño del gobierno por multiplicar el número de escuelas técnicas, así como al sistema S (Senai, Senac, etc.) y a las becas de estudio concedidas vía ProUni.

Pero detrás de los datos positivos se esconden desigualdades sangrantes. En el 2009 el 81% de los jóvenes entre 15 y 17 años de entre el 20% de los más pobres estaban en la escuela. En el 20% de los más ricos el índice subía al 93.9%. Gracias al sistema de cuotas y al ProUni se dobló el número de universitarios mayores de 25 años que se declaran negros: en 1999 era el 2.3%, y en el 2009 fue el 4.7%. Pero el índice de los que se declaran blancos es casi cuatro veces mayor: 15%.

El Brasil cuenta con 3.6 millones de niños menores de 4 años y es ínfimo el número de casas cuna para ellos. Eso significa que están sujetos a graves desvíos pedagógicos debido a un largo tiempo de exposición a la televisión, a la permanente convivencia con adultos y ancianos, muchas veces confiados a vecinos mientras sus padres asisten al trabajo. La Constitución asegura, en el Capítulo II - De los Derechos Sociales, "asistencia gratuita a los hijos y dependientes desde el nacimiento hasta los seis años en casas cuna y preescolares". ¿Cuántas empresas lo cumplen?

Según el IBGE, entre 0 y 14 años hay en el Brasil una población de poco más de 54 millones de personas. De ellas, 5 millones, o el 10.9% del total, viven en situación de riesgo, en viviendas sin agua potable, red de alcantarillado ni recogida de basura. El Nordeste concentra la mayor parte de dichos niños, el 19.2%. Y el Marañón y el Piauí son quienes lideran esta estadística. La encuesta señala también que casi el 39.4% de los alumnos de enseñanza elemental asisten a escuelas sin red sanitaria y el 10% de las mismas no cuentan con agua potable.

Falta mucho por hacer. Mientras la educación brasileña no alcance el nivel mínimo de calidad continuaremos siendo una nación desigual, injusta, subdesarrollada y dependiente. No es para menos, pues aunque la Constitución exija que sea destinado el 8% del PIB a la educación, la inversión del gobierno en esta área no llega al 5%. Y el presupuesto del Ministerio de Cultura para el 2011 es inferior al 1%.

No es de extrañar el nepotismo en la Casa Civil y los Tiriricas en la campaña electoral. Además de educación, al Brasil le falta vergüenza. De esa forma el menosprecio de la política para con la educación acaba siendo un caso de policía, semejante al crecimiento de la violencia urbana.

[Autor de "Alfabeto. Autobiografía escolar", entre otros libros. http://www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.

Traducción de J.L.Burguet].

* Escritor y asesor de movimentos sociais