viernes, 24 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad por James Petras


María y José en Palestina 2010


Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Los tiempos corrían duros para José y María. La burbuja inmobiliaria había explotado. El desempleo se había disparado entre los trabajadores de la construcción. No había forma de encontrar trabajo, ni siquiera para un hábil carpintero.

Sin embargo, la construcción de asentamientos seguía adelante, mayoritariamente financiados por el dinero de los judíos estadounidenses, las contribuciones de los especuladores de Wall Street y los propietarios de los antros de juego.

“Menos mal”, pensó José, “que tenemos unas cuantas ovejas y olivos y que María cría unos cuantos pollos”. Pero José estaba preocupado: “Queso y aceitunas no bastan para alimentar a un niño que está creciendo. María va a dar a luz a nuestro hijo cualquier día de estos”. En sus sueños anhelaba un muchacho robusto trabajando a su lado… multiplicando los panes y los peces.

Los colonos menospreciaban a José. Rara vez asistía a la sinagoga y en las principales fiestas sagradas llegaba siempre tarde para evitar el pago del diezmo. Su sencilla casita estaba situada en una quebrada cercana a un manantial que fluía todo el año. Era el sitio ideal para cualquier expansión de asentamientos. Por eso cuando José se retrasó en el pago del impuesto sobre la propiedad, los colonos se apropiaron de su casa, desalojando por la fuerza a José y María y ofreciéndoles un billete de ida para el autobús que iba a Jerusalén.

José, nacido y criado en las áridas colinas, se defendió y ensangrentó a no pocos colonos con sus puños endurecidos por el trabajo. Pero al final tuvo que sentarse magullado en su lecho nupcial bajo el olivo, con desesperación negra.

María, mucho más joven, sentía ya los movimientos del bebé. Su hora estaba próxima.

“Tenemos que encontrar un refugio, José, tenemos que marcharnos… no es momento para venganzas”, suplicó.

José, que creía en el “ojo por ojo y diente por diente” de los profetas del Antiguo Testamento, acabó aceptando de mala gana.

Por tanto, tuvo que vender sus ovejas, pollos y otras pertenencias a un vecino árabe para comprar un carro con un burro. Lo cargó con el colchón, algunas ropas, queso, aceitunas, huevos y así se encaminaron hacia la Ciudad Santa.

El camino que debía seguir el burro era pedregoso y lleno de baches. María hacía una mueca de dolor con cada sacudida; le preocupaba que el traqueteo pudiera dañar al bebé. Pero había algo aún peor, este era el camino que forzosamente debían seguir los palestinos, con controles militares situados a cada paso. Nadie le había dicho a José que, como judío, podría haber tomado una carretera suavemente pavimentada, prohibida para los árabes.

En el primer bloqueo de carretera, José vio una larga fila de árabes esperando. Señalando a su embarazada mujer, José preguntó a los palestinos, medio en árabe, medio en hebreo, si podían adelantarles. Le abrieron paso y la pareja siguió adelante.

Un joven soldado levantó su rifle y ordenó a José y María que bajaran del carro. José descendió e hizo un gesto hacia la barriga de su esposa. El soldado soltó una risita y se volvió hacia sus camaradas: “Ese árabe viejo le ha hecho un bombo a la chica que compró por una docena de ovejas y ahora quiere un pase libre”.

José, rojo de rabia, gritó en un ronco hebreo: “Soy judío. Pero, a diferencia de vosotros… respeto a las mujeres embarazadas”.

El soldado empujó a José con su rifle y le ordenó que retrocediera: “Eres peor que un árabe, eres un judío viejo que se folla a muchachas árabes”.

María, asustada por el intercambio de exabruptos, se volvió hacia su marido y gritó: “Basta, José, o acabarán disparándote y nuestro niño se quedará huérfano”.

Con grandes dificultades, María descendió del carro. Desde la garita de guardia llegó un oficial que después llamó a una soldado: “Eh, Judi, ve a mirar qué tiene bajo el vestido, no sea que vaya cargada de bombas”.

“¿Qué pasa? ¿Ya no te gusta que te toquen?”, ladró Judith en hebreo con acento de Brooklyn. Mientras los soldados discutían, María se inclinó hacia José buscando apoyo. Finalmente, los soldados llegaron a un acuerdo.

“Súbete el vestido y ven aquí”, ordenó Judith. María palideció de vergüenza. José se enfrentó desesperado a las pistolas. Los soldados se rieron y señalaron hacia los pechos hinchados de María, bromeando acerca de un terrorista no nato con manos árabes y cerebro judío.

José y María continuaron su camino hacia la Ciudad Santa. A lo largo de todo el camino, tuvieron que ir parando con frecuencia a causa de los controles. En todas y cada una de las ocasiones tuvieron que sufrir más retrasos, más indignidades y más insultos gratuitos escupidos por sefardíes y asquenazíes, por hombres y mujeres, laicos y religiosos, todos ellos soldados del Pueblo Elegido.

Atardecía ya cuando María y José llegaron finalmente hasta el Muro. Las puertas se cerraban por la noche. María gritó de dolor: “José, siento que el niño viene ya. Por favor, haz algo, rápido”.

A José le entró el pánico. Vio las luces de un pequeño pueblo cercano y, dejando a María en el carro, corrió hasta la casa más próxima y golpeó la puerta con el puño. Una mujer palestina abrió un poco la puerta y atisbó en la oscuridad la cara agitada de José. “¿Quién eres tú? ¿Qué quieres?”.

“Soy José, un carpintero de las colinas de Hebrón. Mi mujer está a punto de dar a luz, necesito un refugio para proteger a María y al bebé”. Señalando hacia María, que se había quedado en el carro, José suplicó en su extraña mezcla de hebreo y árabe.

“Bien, hablas como un judío pero pareces árabe”, dijo la mujer palestina riendo mientras volvía con él hacia el carro.

El rostro de María estaba crispado de dolor y miedo: sus contracciones eran ya más frecuentes e intensas.

La mujer ordenó a José que metiera el carro en un establo donde guardaban las ovejas y las gallinas. Tan pronto como entraron, María gritó de dolor y la mujer palestina, a la que se había unido ahora una partera de la vecindad, ayudó rápidamente a la joven madre a tumbarse en un lecho de paja.

Así fue como el niño vino al mundo, mientras José lo observaba todo con el corazón encogido.

Y sucedió después que los pastores, al regresar de sus campos, oyeron los gritos de alegría por el nacimiento y corrieron al establo con sus rifles y leche fresca de cabra sin saber si había amigos o enemigos, judíos o árabes. Cuando entraron en el establo y vieron a la madre con el bebé, dejaron a un lado sus armas y ofrecieron la leche a María que les dio las gracias en hebreo y en árabe.

Los pastores estaban sorprendidos y maravillados: ¿Quién era esa gente extraña, una pareja de judíos pobres que venían en paz con un burro y un carro con letras árabes? Las noticias sobre el extraño nacimiento de un niño judío justo fuera del Muro en un establo palestino corrieron veloces por doquier. Muchos vecinos entraron y contemplaron a María, el bebé y José.

Mientras tanto, los soldados israelíes, equipados con lentes de visión nocturna informaron desde sus torres de vigilancia orientadas sobre la zona palestina: “Los árabes se están reuniendo justo fuera del Muro, en un establo, alumbrándose con velas”.

Las puertas que había en la parte baja de las torres de vigilancia se abrieron velozmente y varios vehículos blindados con luces brillantes, seguidos de soldados armados hasta los dientes, salieron y rodearon el establo, los aldeanos reunidos y la casa de la mujer palestina. Un altavoz aullaba: “Salid fuera con las manos en alto o empezaremos a disparar”. Todos salieron del establo junto con José, que se adelantó con las manos extendidas hacia el cielo diciendo: “Mi mujer, María, no puede cumplir vuestra orden. Está amantando al pequeño Jesús”.

* * *

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 23 de diciembre de 2010

La gran cruzada islamofóbica

Tom Dispatch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.


Introducción del editor de Tom Dispatch

Momentos de decadencia imperial y económica –según un reciente sondeo, un 65% de los estadounidenses cree ahora que EE.UU. se encuentra en un “estado de decadencia”– pueden ser también períodos de fanatismo sectario, incluso de demencia. Parece que un estado de ánimo semejante se está propagando por EE.UU. En realidad no es tan sorprendente. Desde los ataques del 11 de septiembre de 2011, han inyectado el miedo a esta “patria” como una droga y una penumbra de secreto oficial se ha establecido sobre el país de una manera que hace que el secreto de los años de la Guerra Fría (cuando el país se enfrentaba a una superpotencia, no a un conjunto variopinto de yihadistas, guerrilleros, y terroristas) parezca una era radiante.

En una atmósfera de temores arremolinados y de histeria en medio de condiciones de vida declinantes, “explicaciones” que en otros tiempos podrían haberse limitado a grupos minúsculos de gente dedicados a difundir teorías conspirativas pueden obtener repentinamente una pátina de plausibilidad y por lo tanto agarre. Así que no es ninguna sorpresa que en tiempos difíciles, cuando el sistema financiero parece estar al borde del colapso, cuando aumenta el desempleo y surge una ola masiva de embargos de casas, cada vez más estadounidenses se conviertan en presas de cualquier explicación absurda de nuestros problemas, pero ninguna tanto como la idea de que el Islam haya sido de alguna manera responsable, que las mezquitas y centros islámicos signifiquen para una ínfima minoría en este país que hayan sido capaces de imponer algo, ni más ni menos que un modo de vida a este país, o que la Sharía (sorprendentemente) pueda infiltrarse en los sistemas legales estatales, o que YouTube sea un semillero de terrorismo digno de ser eliminado, o… bueno, lo que queráis.

Max Blumenthal, autor del éxito de ventas Republican Gomorrah: Inside the Movement That Shattered the Party, se ha esforzado por llevarnos a lo profundo de uno de esos equipos de conspiradores a quienes, en otros tiempos, casi nadie hubiera prestado mucha atención, pero que en el EE.UU. del Siglo XXI han atraído a una audiencia considerable. Son un barómetro escalofriante del cambio del clima en EE.UU. Tom

La gran cruzada islamofóbica

Dentro de la cábala estrambótica de donantes secretos, blogueadores demagógicos, pseudoeruditos, neofascistas europeos, violentos colonos israelíes y candidatos presidenciales republicanos que apoyan la cruzada

Max Blumenthal

Nueve años después del 11-S, la histeria respecto a los musulmanes en la vida estadounidense se ha apoderado del país. Con ella ha venido un estallido de ataques incendiarios contra mezquitas, campañas para impedir su construcción y la caracterización de la comunidad musulmana-estadounidense, en su abrumadora mayoría moderada, como semillero de potenciales reclutas terroristas. El frenesí ha arrasado desde Tennessee rural a la Ciudad de Nueva York, mientras en Oklahoma los votantes llegaron a aprobar por abrumadora mayoría un referendo que prohíbe la implementación de la Sharía en tribunales estadounidenses (aunque nadie ha planteado semejante posibilidad). Esta campaña de islamofobia afectó políticamente al presidente Obama, ya que uno de cada cinco estadounidenses se tragó un coro permanente de falsos rumores sobre su secreta fe musulmana. Y puede haber mancillado el prestigio de los musulmanes en general; un sondeo de agosto de 2010 del Pew Research Center reveló que entre los estadounidenses el índice favorable hacia los musulmanes ha bajado 11 puntos desde el año 2005.

Al estallar tantos años después del trauma del 11 de septiembre, podría parecer que este espasmo de intolerancia antimusulmana haya ocurrido en una oportunidad extraña y sea de una espontaneidad inesperada. Pero hay que volver a pensar: es el fruto de una campaña organizada, a largo plazo, por parte de una confederación compacta de activistas de derechas y operadores que comenzaron a concentrarse en la islamofobia poco después de los ataques del 11-S, pero que sólo llegaron a la masa crítica durante la era de Obama. Fue cuando las fuerzas conservadoras amargadas, que perdieron el poder en la votación de 2008, buscaron con un éxito notable el uso del resentimiento cultural para obtener ventajas políticas y partidarias.

Esta red está obsesionada por el supuesto aumento de la influencia musulmana en EE.UU. Su aparato cubre continentes, ya que va de los activistas del Tea Party en EE.UU. a la extrema derecha europea. Junta en una causa común a ultrasionistas de derecha, cristianos evangélicos y a los hooligans del fútbol británico. Refleja una sensibilidad agresivamente pro israelí, cuyos personajes clave veneran al Estado judío como una especie de Fort Apache de Oriente Medio en las primeras líneas de la Guerra Global contra el Terror y que instan a EE.UU. y a varias potencias europeas a emular sus métodos de mano dura.

Muy poco en la reciente islamofobia estadounidense (con fuerte énfasis en la “fobia”) es algo puramente fortuito. Años antes del Tea Party tropas de asalto se agruparon frente al sitio propuesto para un centro comunitario islámico en el centro de Manhattan, representantes del lobby de Israel y del establishment judío-estadounidense lanzaron una campaña contra el activismo pro palestino en los campus, que demostró ser un semillero para todo lo que sobrevendría. Esa campaña se transformó rápida –y previsiblemente– en una serie de cruzadas contra mezquitas y escuelas islámicas que, por su parte, atrajeron a sus filas a una serie de militantes sospechosos pero excepcionalmente activos.

Aparte de suministrar la energía inicial para la cruzada islamofóbica, elementos conservadores de dentro del lobby pro Israel financiaron el aparato de la red, permitiendo que influenciara el debate nacional. Un filántropo en particular ha suministrado los medios para impulsar la campaña. Es un empresario poco conocido de seguridad informática de los Angeles llamado Aubrey Chernick, quien opera desde una firma de consultoría en seguridad con el nombre insípido de Centro Nacional para Crisis y Coordinación de la Continuidad, que ha servido de think tank para el Comité EE.UU.-Israel de Asuntos Públicos (AIPAC), un grupo de cabildeo de primera línea por Israel. Dicen que Chernick posee 750 millones de dólares.

La fortuna de Chernick es poca cosa en comparación con los multimillonarios hermanos Koch, titanes de la industria extractora, que financian grupos relacionados con el Tea Party como Estadounidenses por la Prosperidad, y es eclipsada por el imperio financiero de Haim Sabam, el magnate mediático que es uno de los mayores donantes privados del Partido Demócrata y recientemente igualó los 9 millones de dólares recolectados en una sola noche por los Amigos de las Fuerzas de Defensa Israelíes [ejército israelí, N. del T.]. Sin embargo, al inyectar su dinero en una pequeña pero influyente constelación de grupos e individuos con un programa limitado, Chernick ha tenido un impacto considerable.

A través de la Fundación Fairbrook, una entidad privada que controla junto a su esposa Joyce, Chernick ha suministrado medios a grupos que van de la Liga contra la Difamación (ADL) y CAMERA, un organismo derechista, pro israelí, que vigila a los medios, a violentos colonos israelíes que viven en tierras palestinas y personajes como el autor pseudoacadémico Robert Spencer, responsable en gran parte de la popularización de teorías conspirativas sobre la próxima conquista de Occidente por fanáticos musulmanes que quieren establecer un califato mundial. Juntos, estos grupos propagan la histeria sobre los musulmanes a comunidades de clase media estadounidense donde se han establecido recientemente inmigrantes de Oriente Medio y contemplan satisfechos cómo los favoritos para la candidatura presidencial republicana, de Mike Huckabee a Sarah Palin, promueven su causa e imitan sus tropos. Tal vez lo único más sorprendente que el atractivo cada vez más generalizado de la islamofobia es que, hace sólo algunos años, el fenómeno se limitaba a unos pocos campus universitarios y a un vecindario urbano, y que parecía ser una moda pasajera que pronto desaparecería del paisaje político estadounidense.

Nace una red

La cruzada islamofóbica se lanzó en serio durante el auge del prestigio de George W. Bush cuando los neoconservadores y sus aliados gozaban de mucha importancia. En 2003, tres años después del colapso del intento del presidente Bill Clinton de resolver el problema israelí-palestino e inmediatamente después de la invasión de Iraq, una red de grupos judíos, que iba desde la ADL [Liga contra la Discriminación] y el Comité Judío Estadounidense a AIPAC, se reunió para encarar lo que veía como un aumento repentino del activismo pro palestino en campus universitarios en todo el país. Esa reunión resultó en el Proyecto David, un grupo de presión en los campus dirigido por Charles Jacobs, cofundador de CAMERA, uno de los muchos grupos financiados por Chernick. Con la ayuda de profesionales de relaciones públicas, Jacobs concibió un plan para “recuperar los campus influenciando la opinión pública mediante conferencias, Internet y coaliciones”, como señaló un memorando elaborado entonces por la consultoría McKinsey and Company.

En 2004, después de consultar a Martin Kramer, miembro del Instituto de Washington para Política en Oriente Medio, el think tank pro Israel en el que Chernick había servido de fideicomisario, Jacobs filmó un documental que llamó Columbia Unbecoming [Columbia Indecorosa]. Estaba repleto de afirmaciones de estudiantes judíos de la Universidad Columbia que pretendían haber sufrido intimidación e insultos por parte de profesores árabes. La cinta decía que el Departamento de Oriente Medio y Lenguajes y Culturas Asiáticas de la universidad de Nueva York era un semillero de antisemitismo.

En sus quejas, los estudiantes se concentraron en una persona en particular: Joseph Massad, un profesor palestino de estudios de Oriente Medio. Era conocido por su apasionada defensa de la formación de un Estado binacional entre Israel y Palestina, así como por su ruidosa crítica de lo que llamaba “el carácter racista de Israel”. La cinta lo identificó como “uno de los intelectuales más peligrosos del campus”, mientras lo caracterizaba como un malvado crucial en The Professors: The 101 Most Dangerous Academics in America [Los profesores, los 101 académicos más peligrosos en EE.UU.], un libro del activista (financiado por Chernick), David Horowitz. Como Massad buscaba la titularidad en ese tiempo, era especialmente vulnerable a este tipo de ataque generalizado.

Cuando se intensificó la controversia por los puntos de vista de Massad, el congresista Anthony Weiner, demócrata liberal de Nueva York, quien una vez se describió como representante del “ala de la ZOA [Organización Sionista de EE.UU.] del Partido Demócrata”, exigió que el presidente Lee Bollinger de Columbia, renombrado experto en la Primera Enmienda, despidiera al profesor. Bollinger respondió emitiendo declaraciones inusualmente defensivas sobre la naturaleza “limitada” de la libertad académica.

Al final, sin embargo, ninguna de las acusaciones tuvo efecto. Por cierto, los testimonios de la cinta del Proyecto David acabaron desacreditados y nunca se pudieron corroborar. En 2009, Massad obtuvo la titularidad después de ganar el prestigioso Premio Lionel Trilling de Columbia por excelencia en su erudición.

Sin embargo, después de demostrar su capacidad para intimidar a miembros de la facultad e incluso a poderosos administradores universitarios, Kramer reivindicó una victoria moral en nombre de su proyecto, alardeando ante la prensa de que “es un momento decisivo”. Mientras el Proyecto David auspició a continuación filiales en campus en todo el país, su director se lanzó a un camino diferente –inicialmente, a las calles de Boston en 2004- para oponerse a la construcción del Centro Cultural de la Sociedad Islámica de Boston.

Durante casi 15 años, la Sociedad Islámica de Boston había tratado de construir el centro en el corazón de Roxbury, el mayor vecindario negro de la ciudad, para servir a su considerable población musulmana. Con el apoyo del alcalde Thomas Merino y de importantes legisladores de Massachusetts, la construcción de la mezquita parecía un hecho consumado –es decir, hasta que entraron en acción el Boston Herald, propiedad de Rupert Murdoch, y su afiliado local Fox News- El columnista del Boston Globe Jeff Jacoby también intervino con una serie de informes en los que afirmaba que los planes del centro evidenciaban una conspiración árabe saudí para aumentar la influencia del Islam radical en EE.UU. y posiblemente incluso para entrenar células terroristas clandestinas.

En ese momento el Proyecto David entró a tomar parte en el asunto y convocó a elementos de la comunidad local pro Israel en el área de Boston para buscar estrategias a fin de torpedear el proyecto. Según correos electrónicos obtenidos por los abogados de la Sociedad Islámica en un proceso contra el Proyecto David, los organizadores se pusieron de acuerdo en una campaña de años de procesos obstaculizadores, junto con acusaciones de que el centro había recibido dinero extranjero de “el movimiento wahabí en Arabia Saudí o… la Hermandad Musulmana”.

Como reacción, una coalición de base de judíos liberales inició esfuerzos interconfesionales orientados a terminar una controversia que había sido esencialmente fabricada de la nada y que estaba corroyendo las relaciones entre las comunidades judía y musulmana en la ciudad. Sin embargo Jacobs no cedió. “Estamos más preocupados que nunca por una influencia saudí en las mezquitas locales”, anunció en una sinagoga suburbana de Boston en 2007.

Después de pagar millones de dólares en costes legales y de sufrir interminables calumnias, la Sociedad Islámica de Boston terminó la construcción de su centro comunitario en 2008. Mientras tanto, lo que no sorprende, las aciagas advertencias del Proyecto David no llevaron a ninguna parte. Como reflexionó el periodista de National Public Radio para el área de Boston Philip Martin, en septiembre de 2010, “Las historias de horror que precedieron al desarrollo [del centro] parecen estridentes y melodramáticas en retrospectiva.”

La red se extiende

La segunda campaña fracasada tuvo más que ver, a fin de cuentas, con el refuerzo del movimiento que con su éxito, y menos todavía con la seguridad nacional. La cruzada local estableció un proyecto efectivo para generar histeria contra el establecimiento de centros islámicos y mezquitas en todo el país, mientras impulsaba un reparto que formaría una red antimusulmana que obtuvo atención y éxito en los años por venir.

En 2007, esos personajes se unieron en un protomovimiento que lanzó una nueva cruzada, que esta vez atacó la Academia Internacional Khalil Gibran, una escuela primaria laica árabe-inglesa en Brooklyn, Nueva York. Su grupo de presión ad hoc se denominó “Detened la madraza” –madraza es simplemente la palabra árabe para “escuela”– y los activistas de la coalición incluían una diversidad de fanáticos anteriormente desconocidos que no hicieron ningún intento para disimular sus puntos de vista extremistas cuando se trataba del Islam como religión, así como de los musulmanes en EE.UU. Su objetivo declarado era cuestionar el establecimiento de la escuela sobre la base de su violación de la separación de iglesia y Estado en la Constitución de EE.UU. El verdadero objetivo de la coalición, sin embargo, era transparente: presionar a la dirección de la ciudad para que adoptara una posición antagónica hacia la comunidad musulmana local.

Los activistas se concentraron en la directora de la escuela, Debbie Almontaser, veterana educadora de ascendencia yemení, y la calificaron sin base alguna de “yihadista” y negacionista del 11-S. También la acusaron, como escribió entonces Pamela Geller, blogueadora de extrema derecha, de “encubrir el genocidio contra los judíos”. Daniel Pipes, académico neoconservador previamente activo en las campañas contra Joseph Massad y el centro islámico de Boston (y cuyo think tank pro Likud, Foro de Oriente medio, recibió 150.000 dólares de Chernick) afirmó que la escuela no debería seguir adelante porque “la instrucción en lenguaje árabe está inevitablemente cargada de lastre panárabe e islamista”. Mientras la campaña tomaba un tono febril, Almontaser informó de que miembros de la coalición la acechaban dondequiera iba.

En vista de que el profesor de la Escuela de Periodismo de Columbia y ex periodista del New York Times Samuel Freedman recordó “sus antecedentes limpios y públicos de activismo y relaciones entre las fes”, incluyendo su trabajo con el Departamento de Policía de Nueva York y la Liga contra la Difamación después de los ataques del 11 de septiembre, el ataque contra Altmontaser parecía bastante extraño –hasta que sus enemigos descubrieron una fotografía de una camiseta producida por AWAAM, una organización feminista árabe local, que decía “Intifada NYC”, Resultó que AWAAM compartía a veces espacio de oficina con una asociación yemení-estadounidense en la cual Almontaser servía como miembro del consejo. Aunque la conexión parecía ir demasiado lejos, impulsó la línea de ataque que había buscado la coalición “Detened la madraza”.

Después de encontrar un camino para encajar el tema emocional del conflicto Israel-Palestina en una campaña previamente centrada en Nueva York, los opositores a la escuela obtuvieron una plataforma en el New York Post, propiedad de Murdoch, donde los periodistas Chuck Bennett y Jana Winter afirmaron que su camiseta era “aparentemente un llamado a un levantamiento al estilo de Gaza en la Gran Manzana”. Aunque Almontaser trató de explicar a los periodistas del Post que ella rechaza el terrorismo, la Liga contra la Difamación se sumó a la discusión en el momento oportuno. El portavoz de la ADL, Oren Segal dijo al Post: “La camiseta es un reflejo de un movimiento que elogia cada vez más la violencia contra los israelíes en lugar de rechazarla. Es inquietante.”

Antes de que lanzaran cohetes Qassam desde la escuela de Almontaser, su ex aliado el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, cedió a la creciente presión y amenazó con clausurar la escuela, provocando su renuncia. Un director judío que no habla árabe reemplazó a Almontaser, quien posteriormente demandó a la ciudad por infringir sus derechos a la libre expresión. En 2010, la Comisión de Igualdad de Oportunidad del Empleo dictaminó que el Departamento de Educación de Nueva York había “sucumbido ante los prejuicios mismos que debía disipar la creación de la escuela” al despedir a Almontaser e instó a que le pagaran 300.000 dólares en daños. La comisión también concluyó que el Post la había citado falsamente.

Aunque no logró impedir el establecimiento de la Academia Khalil Gibran, el creciente movimiento antimusulmán logró obligar a los dirigentes de la ciudad a ceder ante su voluntad, y después de aprender cómo hacerlo, procedieron a buscar objetivos de más relieve público. Como informó entonces el New York Times: “La lucha contra la escuela… fue sólo una temprana escaramuza en una lucha nacional más amplia.”

“Es una batalla que en realidad acaba de comenzar”, dijo Pipes al Times.

De la estafa al golpe publicitario

Pipes tenía toda la razón. A finales de 2009, los islamófobos volvieron a entrar en acción cuando la Iniciativa Córdoba, un grupo musulmán sin fines de lucro dirigido por Feisal Abdul Rauf, un imán sufí musulmán extremadamente moderado que viajaba regularmente al extranjero en representación de EE.UU. a pedido del Departamento de Estado, anunció que iba a construir un centro comunitario en el centro de la Ciudad de Nueva York. Con la ayuda de inversionistas, la Iniciativa Córdoba de Rauf compró un espacio a dos manzanas de la Zona Cero en Manhattan. El terreno debía contener un área de oraciones como parte de un gran centro comunitario abierto a todo el vecindario.

Nada de esto le importó a Pamela Geller. Gracias a la constante insistencia en su blog Atlas Shrugged, Geller convirtió los planes de construcción de Córdoba en un tema nacional que provocó fervientes llamados de los conservadores a proteger el “santo suelo” del 11-S contra el avance de la Sharía. (Carecía de importancia que la “mezquita” hubiera estado fuera de la vista de la Zona Cero y que el vecindario estuviera, de hecho, repleto de todo, desde clubes de striptease hasta restaurantes de comida chatarra.) El activismo de Geller contra la Casa Córdoba conquistó para la blogueadora a tiempo completo de 52 años la atención que aparentemente ansiaba, incluyendo una larga reseña en el New York Times y frecuentes spots en las noticias por cable, especialmente, claro está, en Fox News.

Los periodistas de los medios dominantes tendían a concentrarse en las extrañas proezas de Geller. Colocó un vídeo de sí misma chapoteando en un bikini mínimo en una playa de Fort Lauderdale, por ejemplo, mientras hablaba pestes sobre “izquierdistas tarados” e “Hizbulá nazi”. Su llamado a boicotear la Sopa Campbell porque la compañía ofrece halal –aprobado según la ley islámica (como la comida kosher bajo la ley judía)– las versiones de sus productos atrajeron mucha atención, como su promoción de un pasquín en el que afirma que el presidente Barack Obama es hijo ilegítimo de Malcolm X.

Geller nunca había ganado su sustento como periodista. Vivía de los millones de dólares obtenidos en un divorcio y el dinero del seguro de vida de su ex esposo que murió en 2008, un año antes de que lo imputaran por una presunta estafa de 1,3 millones de dólares de la que fue acusado por una concesionaria automovilística que poseía junto con Geller. Rica, independiente y con tiempo suficiente, Geller ciertamente demostró su capacidad cuando tuvo que ver con la explotación de su extraña condición de estrella mediática para incitar a la red política ya organizada de islamófobos a que intensificara su cruzada.

También se benefició de estrechas alianzas con destacados islamófobos europeos. Entre los aliados de Geller estaba Andrew Gravers, el activista danés que formó el grupo Detened la Islamización de Europa, y le dio la consigna inusualmente directa: “El racismo es la forma más baja de estupidez humana, pero la islamofobia es el colmo del sentido común”. El grupo de Gravers inspiró al de Geller, basado en EE.UU., Detened la Islamización de EE.UU., que formó con su amigo Robert Spencer, un pseudoerudito cuyos éxitos de venta, incluyen The Truth About Muhammad, Founder of the World’s Most Intolerant Religion [La verdad sobre Mahoma, fundador de la religión más intolerante del mundo], llevó al ex consejero del presidente Richard Nixon y activista musulmán Robert Crane a calificarlo de: “el principal dirigente… en el nuevo campo académico de la diatriba antimusulmana”. (Según el sitio en la red Politico, casi 1 millón de dólares en donaciones de Chernick se ha canalizado al grupo Jihad Watch de Spencer a través del Freedom Center de David Horowitz.

Fuente perfecta para personalidades políticas republicanas en busca de la próxima causa impactante su retórica se introdujo en los temas principales de Newt Gingrich y Sarah Palin mientras impulsaban la cruzada contra la Casa Córdoba hacia el centro de la atención nacional. Gingrich pronto comparó el centro comunitario con un letrero nazi junto al Museo Memorial del Holocausto, mientras Palin lo calificó de “puñalada en el corazón” de “la patria”. Mientras tanto, candidatos del Tea Party como el republicano Ilario Pantano, veterano de la guerra de Iraq que mató a dos civiles iraquíes desarmados disparándoles 60 veces –incluso se detuvo para recargar– convertían su oposición a la Casa Córdoba en el centro de sus campañas de mitad de período, realizadas a cientos de kilómetros de la Zona Cero.

La campaña de Geller contra “la mezquita en Zona Cero” obtuvo un apoyo inesperado y un barniz de legitimidad de dirigentes judíos establecidos como el director de la Liga contra la Difamación Abraham Foxman. “Sobrevivientes del Holocausto tienen derecho a sentimientos irracionales”, señaló al New York Times. Comparando los desconsolados familiares de las víctimas del 11-S con sobrevivientes del Holocausto, Foxman insistió: “Su angustia les da derecho a posiciones que otros considerarían irracionales o fanáticas”.

Poco después David Harris, director del Comité Judío Estadounidense (financiado por Chernick), exigió que los se obligara a los dirigentes de Córdoba a revelar sus “verdaderas actitudes” sobre grupos militantes palestinos antes de que se iniciara la construcción del centro. El rabino Marvin Hier del Centro Simon Wiesenthal de Los Angeles, otro importante grupo judío, insistió en que sería “inapropiado” que Córdoba se construyera cerca de “un cementerio”, aunque su organización había recibido poco antes permiso de la municipalidad de Jerusalén para construir un “museo de la tolerancia” que se llamará El Centro por la Dignidad Humana, directamente sobre el cementerio Mamilla, un camposanto musulmán que contenía miles de tumbas de hace 1.200 años.

Inspiración de Israel

Por la participación de personajes como Gravers se hizo evidente que la red islamófoba en EE.UU. representaba una expansión transatlántica del resentimiento que fermenta en Europa. Allí, la extrema derecha irrumpe victoriosamente en elecciones parlamentarias en todo el continente, en parte mediante la apelación a sentimientos antimusulmanes que fermentan entre votantes en comunidades rurales y de clase trabajadora. La dimensión de la colaboración entre islamófobos europeos y estadounidenses sólo ha seguido creciendo al presentarse Geller, Spencer, e incluso Gingrich junto al más destacado personero antimusulmán de Europa, el parlamentario holandés Geert Wilders, en un mitin contra la Casa Córdoba. Mientras tanto, Geller hacía declaraciones de apoyo a la Liga de Defensa Inglesa, una banda de neonazis con antiguas ideas y ex miembros del partido Nacional Británico sólo para blancos que intimidan a los musulmanes en las calles de ciudades como Birmingham y Londres.

Además, la cruzada islamofóbica transatlántica se ha extendido a Israel, un país que ha llegado a simbolizar la lucha de la red contra la amenaza musulmana. Como Geller dijo a Alan Feuer del New York Times, Israel es “un guía excelente porque, como dije, en la guerra entre el hombre civilizado y el salvaje, está de parte del hombre civilizado”.

Miembros de EDL [Liga de Defensa Inglesa] agitan regularmente banderas israelíes en sus manifestaciones, mientras Wilders afirma que formó sus puntos de vista sobre los musulmanes durante el tiempo en el que trabajó en una granja cooperativa israelí en los años ochenta. Ha visitado el país, dice, más de 40 veces desde entonces para reunirse con aliados políticos derechistas como Aryeh Eldad, miembro de la Knéset [parlamento] israelí y líder de la facción Hatikvah de extrema derecha del Partido Unión Nacional. Ha llamado a que “transfieran” por la fuerza a Jordania y Egipto a los palestinos que viven en Israel y en Cisjordania ocupada. El 5 de diciembre, por ejemplo, Wilders viajó a Israel para una reunión “amistosa” con el ministro de Exteriores Avigdor Lieberman, y luego declaró en una conferencia de prensa que Israel debiera anexar Cisjordania y establecer un Estado palestino en Jordania.

En el apocalíptico choque de civilizaciones que la red global antimusulmana ha tratado de incitar, ínfimos asentamientos judíos como Yitzar, ubicados en las montañas sobre la ciudad palestina ocupada de Nablús, representan fortalezas de primera línea. Dentro de la yeshiva de Yitzar, financiada por el Estado, un rabino llamado Yitzhak Shapira ha instruido a los estudiantes en las reglas que deben aplicarse cuando se considera matar a los no judíos. Shapira resumió sus opiniones en un libro ampliamente publicitado, Torat HaMelech, o “La torá del Rey”. Mientras afirma que los no judíos son “inmisericordes por naturaleza”, Shapira cita textos rabínicos para declarar que habría que matar a los gentiles para “poner fin a sus inclinaciones malignas”. “Existe justificación”, proclama el rabino, “para matar bebés si es obvio que crecerán para dañarnos, y en una situación semejante pueden ser dañados deliberadamente, y no sólo durante el combate con adultos”.

En 2006, el rabino fue brevemente retenido por la policía israelí por instar a sus seguidores a que asesinaran a todos los palestinos de más de 13 años. Dos años después, según el periódico israelí Haaretz, firmó una carta rabínica en apoyo a judíos israelíes que asaltaron brutalmente a dos jóvenes árabes en el Día del Recuerdo del Holocausto de Israel. Ese mismo año, Shapira fue arrestado como sospechoso de ayudar a orquestar un ataque con cohetes contra una aldea palestina cerca de Nablús.

Aunque no fue imputado, su nombre apareció de nuevo en conexión con otro acto de terror cuando, en enero de 2010, la policía israelí allanó su asentamiento en busca de los vándalos que habían incendiado una mezquita cercana. Uno de los seguidores de Shapira, el inmigrante estadounidense Jack Teitel, confesó el asesinato de dos palestinos inocentes y el intento de matar al historiador liberal israelí Ze'ev Sternhell con una carta bomba.

¿Qué tiene que ver todo esto con las campañas islamofóbicas en EE.UU.? Mucho, en realidad. Mediante organizaciones de Nueva York sin fines de lucro y libres de impuestos como el Fondo Central de Israel y Ateret Cohenim, por ejemplo, el omnipresente Aubrey Chernick ha enviado decenas de miles de dólares para apoyar el asentamiento Yitzar, así como a los colonos mesiánicos dedicados a “judaizar” Jerusalén Este. La principal revista noticiosa del movimiento de asentamientos, Arutz Sheva”, ha publicado a Geller como columnista. Un amigo de Geller, Beth Gilinsky, activista derechista de un grupo llamado Coalición para Honrar la Zona Cero y fundador de la Alianza de Acción Judía (dirigida al parecer desde la oficina de una inmobiliaria de Manhattan), organizó una gran manifestación en la Ciudad de Nueva York en abril de 2010 para protestar contra el llamado del gobierno de Obama a congelar los asentamientos.

Entre los mayores receptores de fondos de Chernick se encuentra un grupo supuestamente “apolítico” llamado Aish Hatorah que pretende educar judíos sobre su patrimonio. Basado en Nueva York y activo en los pantanos febriles de asentamientos en el norte de Cisjordania cerca de Yitzar, Aish Hatorah comparte una dirección y el personal con una tenebrosa organización extranjera sin fines de lucro llamada Fondo Clarion. Durante la campaña electoral de 2008 en EE.UU., el Fondo Clarion distribuyó 28 millones de DVD de una película de propaganda llamada Obsession como insertos en periódicos a residentes de Estados indecisos en todo el país. La cinta presenta un quién es quién de activistas antimusulmanes, incluyendo a Walid Shoebat, un autoproclamado “ex terrorista de la OLP”. Entre las declaraciones más impresionantes de Shoebat: “Un dogma secular como el nazismo es menos peligroso que el islamofascismo actual”. En una reunión cristiana en 2007, el “ex terrorista islámico” dijo a la multitud que el Islam es un “culto satánico” y que él volvió a nacer como cristiano evangélico. En 2008, sin embargo, el Jerusalem Post, un periódico de tendencia derechista, lo denunció como un estafador cuyas afirmaciones sobre el terrorismo eran ficticias.

Los grupos islamofóbicos registraron sólo un impacto mínimo durante la campaña electoral de 2008. Dos años después, sin embargo, una vez que los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de período, la red parece haber llegado a la masa crítica. Por cierto, el factor decisivo en la elección fue la economía, y es probable que dentro de dos años los estadounidenses vuelvan a votar con sus monederos. Pero el hecho de que la construcción de un solo centro comunitario islámico o la amenaza imaginaria de la Sharía hayan llegado a convertirse en temas refleja la influencia de una pequeña banda de activistas de orientación local, y que cuando un cierto candidato presidencial que ya ha sido satanizado como criptomusulmán se presente a la reelección, los islamófobos más estridentes del país puedan volver a encontrar una plataforma nacional dentro de la atmósfera frenética de la campaña.

A estas alturas, la cruzada islamofóbica ha llegado más allá de los activistas de derecha favorables a Israel, ciber-fanáticos, y ambiciosos charlatanes que la concibieron. Ahora pertenece a los principales candidatos presidenciales republicanos, a los presentadores más populares de la televisión y a la masa de activistas de Tea Party. Mientras se propaga el fervor, los cruzados se regodean en la gloria de lo que han logrado. “No escogí este momento”, reflexionó Geller ante el New York Times, “este momento me escogió a mí”.

Max Blumenthal es un periodista galardonado cuya obra ha aparecido en el New York Times, Los Angeles Times, Daily Beast, Nation, Huffington Post, Independent Film Channel, Salon.com, Al Jazeera English, y otras publicaciones. Es socio escritor del Nation Institude, y autor del éxito de ventas Republican Gomorrah: Inside the Movement That Shattered the Party (Nation Books).

Copyright 2010 Max Blumenthal

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Fuente: http://www.tomdispatch.com/blog/175334/

Videla a la Cárcel

Sentencia ejemplar al neoliberalismo, sentencia ejemplar al imperialismo.

Rebelión/Universidad de la Filosofía


Incluso los más escépticos deberían salir a celebrar con el pueblo argentino el paso dado, con base en la lucha de años, para que por fin la justicia mande a la cárcel común a uno de los asesinos más reputados, financiado por el neoliberalismo y su “Plan Cóndor” imperial. Al gran pueblo argentino… ¡salud!

Sin duda la sola remisión del dictador a una celda ordinaria no resuelve los problemas medulares de una república compleja y contradictoria como la argentina. Sin duda falta incluir en la lista de los reos a todos esos empresarios, terratenientes, curas, banqueros y “ciudadanos” que de una manera u otra, directa o indirectamente, auspiciaron, azuzaron y aplaudieron uno de los episodios criminales más horrorosos de la historia reciente. No obstante existe hoy en Argentina, sin exageraciones, un clima propicio para la lucha por los “derechos humanos” y un clima propicio para el debate político, todo ello obra de muchas y añejas batallas que, desde voces individuales y anónimas hasta organizaciones como las Abuelas, las Madres y los hijos de los “desaparecidos”… han luchado sin parar para que se conozca la verdad, se haga justicia y se presente públicamente a las personas reclamadas, una y otra vez.

El valor y trascendencia de la sentencia a Videla excede con mucho a la no pocas veces tozuda burbuja en que viven los argentinos desconectados de “Latinoamérica” en más de un sentido cultural, psicoanalítico, geopolítico e ideológico. Excede todo cerco localista porque constituye un mensaje enorme para los pueblos víctmas del “Plan Cóndor” y de los proyectos neoliberales responsables de financiar el crimen militarizado en Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay… la sentencia también es una respuesta al anticomunismo imperialista, aunque ése no sea su móvil principal. Videla, en su descargo final, dibujó meticulosamente la ideología de la clase dominante. Con voz pausada y firme, casi como un “buen hombre” con la razón en sus manos, como quien tiene derecho a decir su “verdad” de igual a igual, en igualdad de condiciones, acusó a los marxistas de “amenaza extranjera”, culpó al mismísimo Gramsci, calificó los “enemigos” de “terroristas” dijo que su “guerra fue justa”…como si se tratara un pleito menor de “tu palabra contra la mía”, el asesino sentenciado paseó ante jueces y testigos el cinismo criminal más doloroso para más de 30.000 familias y para la historia entera de un pueblo.

Sin proponérselo explícitamente, ésta sentencia obligaría de inmediato a los “países limítrofes” a seguir los pasos argentinos para mandar tras las rejas, ojalá que en menos tiempo, a los criminales militares que desfilan diariamente en sus países con impunidad absoluta. Muchos aun celebran fiestas “familiares” con los sobrevivientes añejos que el nazi-fascismo arrojó a tierras del cono sur. Y es que la doble sensación de dolor y de fiesta, en simultáneo, nacida de mirar cómo se ha luchado y cómo socialmente hoy se repudia a los criminales dictadores, se antoja expandible a los pueblos vecinos que han tenido que sufrir y derramar lágrimas por las mismas razones monstruosas que llevaron al poder a las hordas asesinas argentinas disfrazadas de militares.

Ni los artífices del “Plan Cóndor” ni los jefes empresarios, clérigos, terratenientes y banqueros que los sustentaron, imaginaron jamás que un buen día la lucha de los pueblos con sus organizaciones, a pesar de sus limitaciones, contradicciones y debilidades, lograría celebrar a voz en cuello y en miles de plazas el triunfo de la razón contra la barbarie. A estas horas, ese pueblo que además tuvo que remontar la traición de quienes ya antes indultaron a los militares asesinos (antecedida por las leyes de “obediencia debida” y “punto final”, componendas de Alfonsín-Menem), ese pueblo hoy, con toda dignidad, sabe que queda mucho camino por recorrer, que hay muchas tareas pendientes y que muchas injusticias andan sueltas añorando a Videla, incluso desde los corazones de no pocos políticos de la derecha vernácula incubada desde el imperio.

No hay muchos países en los que un presidente ordene a un jefe militar retirar de un espacio emblemático el retrato de un dictador venerado, casi en silencio, por la oligarquía. En la Argentina de Kirchner ocurrió y no sólo como gesto. Nadie puede negar ese mérito, aunque sea insuficiente, y el debate y la acción en otros muchos campos deban profundizarse de manera crítica y enfática. Pero hoy muchos celebramos con un abrazo hondo y verdadero, hombro a hombro con los luchadores del pueblo argentino, por cada uno de los desaparecidos, por el dolor de las madres, de los padres, de los hermanos y de los hijos… por el pedazo inmenso de historia arrancada a un pueblo pujante, por los muertos de ayer y por los muertos de los días recientes, por la justicia a los desaparecidos y por la justicia a los vivos a manos del pueblo. Celebramos para luchar por la justicia en el presente, desigual y duro, que mira avanzar en plena lucha de clases, a una derecha, en apariencia disminuida y, por eso mismo, muy peligrosa. La derecha dolida y asustada aflora su nazi-fascismo. En Argentina lo saben y están en guardia muchos. Por lo pronto, Videla a la cárcel.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Desplaza Israel tanques hacia Gaza, sin cesar ataques aéreos


Gaza, 22 dic (PL) El Ejército de Israel anunció hoy el despliegue de decenas de tanques con sistemas antimisiles hacia la frontera con Gaza, un día después de que uno de sus frecuentes ataques aéreos hirió aquí a dos palestinos.

Medios periodísticos palestinos rechazaron las declaraciones del jefe militar israelí, general Gabi Ashkenazi, quien justificó los movimientos intimidatorios como una acción de protección frente al lanzamiento de cohetes por parte de milicias de la resistencia.

Según el oficial sionista, los tanques están equipados con un sistema de defensa de misiles y serán efectivos ahora que -afirmó- los palestinos están usando cohetes capaces de penetrar ese tipo de blindados.

Los sistemas antimisiles pueden detectar proyectiles lanzados contra Israel y abatirlos antes de que impacten a los tanques, precisó.

Voceros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que controla la franja desde 2007, negaron las versiones de Ashkenazi y las atribuyeron a una campaña para tratar de involucrar a Irán en el supuesto suministro de cohetes del tipo Kornet, de lo cual Tel Aviv no ha presentado ninguna prueba.

La especulación se suscitó a raíz de que el jefe castrense israelí reveló el martes que militantes islamistas dispararon a comienzos de diciembre, por primera vez, un cohete Kornet que dañó a un tanque de su Ejército.

Fuentes de la resistencia y de la parte israelí coincidieron, por separado, en valorar de tensa y potencialmente explosiva la situación en la frontera de Gaza, sin descartar un progresivo y peligroso deterioro.

De hecho, el martes aviones militares al servicio de Tel Aviv hirieron a dos personas durante bombardeos contra un túnel en la zona de Rafah, fronteriza con Egipto, un supuesto centro de entrenamiento de Hamas y una fábrica de armas cerca de esta ciudad capital de Gaza.

El pasado sábado, la aviación sionista lanzó misiles contra otras áreas del enclave con un saldo de cinco palestinos muertos, una acción considerada la más letal desde la devastadora ofensiva Plomo Fundido que causó más de mil 400 muertos a finales de 2008 e inicios de 2009.

Grupos islamistas radicados en el enclave dispararon el martes un proyectil que impactó cerca de una zona residencial en el sur de Israel e hirió levemente a una joven, según confirmaron luego fuentes israelíes.

asg/ucl Modificado el ( miércoles, 22 de diciembre de 2010 )

Francia escéptica sobre uso de fuerza en Costa de Marfil

París, 23 dic (PL) Francia se mostró hoy escéptica sobre el eventual uso de la fuerza para resolver el conflicto de Costa de Marfil relacionado con el sillón presidencial, y dejó en manos de los líderes africanos la decisión.

En declaraciones a Radio France Internationale, el ministro de Cooperación, Henri de Raincourt, subrayó que París no puede de ninguna forma recomendar el recurso de la fuerza para solucionar el entuerto marfileño.

Se refería así a la intransigencia del actual presidente, Laurent Gbagbo, a entregar el poder el mandatario ganador de los comicios, Alassane Outtara, y a las amenazas de su primer ministro, Guillaume Soro, de acudir a las armas.

Es una responsabilidad que corresponde a los jefes de Estado africanos (â��), nuestro deseo es que se respete la democracia y hacerlo por la fuerza implica un cierto número de riesgos, apostilló De Raincourt.

El titular subrayó que la antigua colonia francesa debería acogerse al llamado de la ONU y la comunidad internacional, un tema que examinará los Gobiernos africanos en una cumbre en Nigeria mañana.

Francia volvió a insistir a sus conciudadanos (15 mil personas) a que abandonen Costa de Marfil ante la delicada situación interna en ese país.

La ONU reconoce a Alassane Ouattara como el ganador de la segunda ronda de votaciones, efectuada el 28 de noviembre.

lac/ft Modificado el ( jueves, 23 de diciembre de 2010 )

La esperanza rubia de la extrema derecha


MARINE LE PEN, A UN PASO DE DIRIGIR EL MOVIMIENTO MAS PODEROSO DE LA ULTRADERECHA EUROPEA

El renacimiento progresivo del Frente Nacional la tiene a ella como protagonista fundamental. Entre escándalos y denuncias, le pega a los inmigrados, a Europa, a las políticas sociales y al sistema financiero internacional.

Por Eduardo Febbro

Desde París

Alta, rubia, dos veces divorciada, madre de tres hijos, de hablar concreto y frases como puñetazos y una forma de vestirse y expresarse en la que confluyen la modernidad y la tradición, la sensualidad y la rigidez, esa es la nueva figura de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen. La hija del líder del partido de ultraderecha Frente Nacional está a un paso de ocupar el lugar de Jean Marie Le Pen y dirigir el movimiento más poderoso de la extrema derecha europea.

No hay ninguna diferencia entre las ideas de la hija y de su padre, pero Marine Le Pen no tiene ese perfil de lobo feroz enardecido que hizo la gloria de Le Pen a partir de mediados de los años ’80. La mujer pasa con igual soltura en un programa de debates políticos, en una emisión farandulera o posa con sonrisa de actriz reencontrada en los semanarios populares. La versión femenina de la ultraderecha es un fenómeno político de tales magnitudes que no sólo amenaza los territorios de la derecha liberal conservadora del presidente Nicolas Sarkozy (UMP), sino que también obliga a los socialistas a aclarar posiciones que mantenían ambiguas.

Los porcentajes de las encuestas de opinión la ubican en un lugar privilegiado. Cuenta con 27 por ciento de popularidad y 14 por ciento de intenciones de voto para las elecciones presidenciales de 2012. Marine Le Pen desmintió los análisis sobre la desaparición de la ultraderecha luego de las elecciones presidenciales de 2007. Su estrategia funciona con la exactitud de un mecanismo de relojería. En las elecciones regionales de mitad de año obtuvo 22 por ciento de los votos y hace unos días le bastó una frase controvertida para incendiar la escena política y subir como una flecha en los sondeos. Recurriendo a un viejo truco de su padre, provocar para conquistar, Marine Le Pen comparó la plegaria de los musulmanes en las calles de Francia –faltan lugares para el culto musulmán– con la ocupación de Francia por la Alemania nazi. “No se hace con blindados ni con soldados, pero es también una ocupación”, dijo.

Escándalos, denuncias, amenazas de juicios, reprobaciones y silencios llenaron al país de debates con un ganador final: ella. Acechada por las críticas de casi todos los sectores, Marine Le Pen no retrocedió; al contrario, asumió el contenido de lo que dijo y aclaró: “Pongo el dedo allí donde duele, y esa verdad remite a la clase política a sus renuncias, a su ceguera, a su cobardía”. Acto seguido, la ultraderechista calificó a los partidos de Francia, PS, UMP y ecologistas, de “sepultureros de la República”.

El renacimiento progresivo del Frente Nacional la tiene a ella como protagonista fundamental. Con un palazo a los inmigrados, otro a Europa, uno más a las políticas sociales y otro suplementario sobre la cabeza del sistema financiero internacional, Marine Le Pen se forjó una situación confortable para suceder a su padre a mediados de enero. Marine Le Pen enfrenta a Bruno Gollnisch en el congreso del partido que se celebra en la localidad de Tours. Ambos son la antítesis del otro. Gollnisch es hombre, tiene 60 años, es un hombre calmo, culto, profesor universitario, gran especialista de la civilización japonesa, guardián discreto del tesoro ideológico de la extrema derecha y uno de los primeros ultraderechistas que, después de Le Pen, apareció con corbata. Marine Le Pen y Gollnisch representan la extrema derecha modernizada, recivilizada, a años luz de las cabezas rapadas, las esvásticas y las camperas negras.

Poco a poco, la hija de Le Pen fue cumpliendo con su propósito-profecía: “desatanizar” a la extrema derecha. Su programa político es un imán para desesperados, desempleados, gente con telarañas ideológicas en la cabeza, xenófobos, sectores rurales y viejos. Marine Le Pen recuperó el andamiaje político de Jean Marie Le Pen y lo mezcló con algunos elementos nuevos, que, sobre todo, parecen más nuevos sólo porque ella tiene un perfil juvenil y habla con otro lenguaje. La tal vez próxima líder del Frente Nacional promete todo y lo imposible: sacar al país de la Zona Euro –la moneda única–, cercar las fronteras, hacer pagar gravámenes a las transacciones de la Bolsa, cambiar los criterios de atribución de la nacionalidad francesa a los extranjeros, convertir cuarteles militares en cárceles, organizar una consulta referendaria para restaurar la pena de muerte y dar prioridad a todo lo que es francés. En los años ’80, su padre decía “Francia para los franceses”.

Ella lo ha cambiado por otro concepto, una idea ordenada en torno de una suerte de “patriotismo económico” que engloba desde el proteccionismo comercial hasta la regulación de los beneficios sociales. El maquillaje funcionó bien. Las transformaciones afectaron a los gobernantes. Con una descendiente de Le Pen al mando de un partido, la extrema derecha europea brillará aún por mucho tiempo.

Bolivia reconoció a Palestina

SE SUMO A LA POSTURA TOMADA POR BRASIL, ARGENTINA Y URUGUAY

Según Evo Morales, en la nota que remitió al presidente Mahmud Abbas acepta la soberanía y la independencia del Estado palestino. Hace un año, La Paz rompió las relaciones diplomáticas con Israel por la invasión a Gaza.

Bolivia reconoció ayer a Palestina como Estado independiente, sumándose a las medidas que ya habían tomado Argentina y Brasil en esta materia. Evo Morales anunció que lo haría a través de una carta que enviaría al titular de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas. La Cancillería boliviana ya confirmó el envío. Mientras, embajadores de países árabes se reunieron ayer con el canciller chileno para que La Moneda siga el camino recorrido en las últimas semanas por Brasilia, Buenos Aires y La Paz.

“Al igual que otros países como Brasil, Bolivia se pliega a este reconocimiento del Estado palestino, de su independencia, su soberanía”, dijo ayer el mandatario boliviano desde la casa de gobierno. Según Morales, en la nota que remitió al presidente Abbas se reconocen la soberanía y la independencia del Estado palestino.

“Durante todo este tiempo hemos escuchado e informado de los graves problemas que sufre Palestina respecto de países vecinos como Israel”, afirmó Morales. “Bolivia no podía seguir esperando y observando con los brazos cruzados frente a los problemas de los derechos humanos y territoriales y de soberanía que sufre Palestina”, completó el gobernante. La Paz rompió en enero del año pasado las relaciones diplomáticas que mantenía con Israel por la ofensiva militar que desplegó ese país contra la Franja de Gaza.

Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) celebró el nuevo reconocimiento latinoamericano que cosechó. “Este es un paso en la dirección correcta que valoramos mucho de un país hermano como Bolivia y de una región amiga de la paz y del derecho internacional”, declaró Xavier Abu Eid, de la Oficina de Negociaciones de la OLP. “Reconocer el Estado palestino en las fronteras de 1967 es un paso hacia la paz y una decisión que beneficia tanto a Israel como a los palestinos”, añadió.

A principios de diciembre, Brasil y Argentina oficializaron el reconocimiento del Estado de Palestina dentro de las fronteras de 1967, antes de la ocupación israelí, o sea, la integridad de los territorios palestinos: la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Mientras que el presidente de Uruguay, José Mujica, ya anticipó que el año que viene reconocerá a Palestina como Estado independiente y con las fronteras de 1967. Otros países latinoamericanos habían reconocido antes la autonomía palestina, entre los que se cuentan Cuba, Nicaragua, Costa Rica y Venezuela. Según información de las oficinas palestinas, podrían sumarse otras naciones como Ecuador, Paraguay y Perú al apoyo de la causa palestina.

Mientras tanto, en Santiago, embajadores de países árabes se reunieron ayer con el canciller Alfredo Moreno para pedirle que Chile reconozca a Palestina como Estado independiente, informó una fuente diplomática. “El canciller recibió la declaración de la Liga Arabe, y la va a analizar junto con otras posiciones. Esperamos que Chile reconozca al Estado palestino”, dijo la representante palestina en Chile, Mai Al Kaila, después de participar de la reunión que duró unos 45 minutos.

El lunes un grupo de 21 congresistas oficialistas y opositores chilenos pidieron formalmente a Moreno reconocer a Palestina como Estado independiente, variando la histórica postura chilena de sólo reconocer el derecho de constituirse en un Estado. En noviembre, el presidente Sebastián Piñera había hecho un guiño en este sentido al afirmar que el país trasandino apoya el establecimiento y la existencia de un “Estado palestino libre, autónomo, próspero”. La enorme comunidad palestina, que reside en ese país, podría empujar a La Moneda en la misma dirección que sus socios sudamericanos.

El embajador israelí, David Dadonn, salió al cruce y afirmó ayer que la Autoridad Palestina no pudo consolidarse como Estado por la falta de realismo político. “Los palestinos están sumidos nuevamente en la falta de estrategia política. En efecto, la campaña para lograr el reconocimiento de un Estado palestino, que no existe, es un acto de negación de la realidad”, disparó.

¿Europa camino al default?

El diario económico británico Financial Times comparó la actual situación en la mayoría de los países del bloque europeo con la “crisis de la deuda” que castigó a América latina en los ’80. Afirmó que en ambas experiencias históricas, luego de un período de crédito fácil, los países se endeudaron en una moneda cuya emisión no controlan: los países de América latina en dólares, y los europeos en el euro. En los ’80, la salida para la región provino de la reestructuración de la deuda. Financial Times indicó que la Eurozona debería pasar por un proceso similar. “Las lecciones que ofrece América latina son dolorosas. Pero hay un consuelo”, estimó el diario, resaltando que la recompra de bonos de parte del Banco Central Europeo (BCE) puede mejorar la situación actual en el Viejo Continente.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Los objetivos ocultos de la ocupación militar del Sahel

Mondialisation.ca

Traducido para Rebelión por Caty R.


Los secuestros se multiplican en el Sahel. Tras la liberación, contra rescate, de P. Camatte, Michel Germaneau resultó muerto después de un ataque militar franco-mauritano en territorio malí en circunstancias no aclaradas según la prensa africana (de Argelia, Malí, etc.). Otros siete fueron secuestrados en Níger. Cada secuestro ha supuesto otra oportunidad para un aumento de la presencia militar francesa, ahora multiplicada con el apoyo de tropas de élite y tecnología espacial de vigilancia estadounidenses. Hay que preguntarse si después de perder la batalla de Argel los terroristas islamistas armados que ensangrentaron Argelia en los años 90, aquellos «combatientes de la libertad» financiados, armados y entrenados por los estadounidenses contra el Afganistán laico y progresista apoyado por la URSS, no se replegarían en los países del Sahel. Pero, ¿precisamente el secuestro de rehenes en Arlit, Níger, de los empleados del monopolio capitalista franco-africano Areva no levanta una esquina del velo que cubre los entresijos escondidos por la prensa burguesa imperialista?

Níger: una neocolonia de la Francáfrica (1) que suministra el 40% de la energía que se consume en Francia

Níger es una superficie de 1.267.000 km2, es decir, 2,3 veces Francia, y 13,5 millones de habitantes de los cuales más del 60% vive en la pobreza extrema, privada del acceso a la alimentación, al agua, a instalaciones sanitarias, a infraestructuras y a la educación (el 71% de las mujeres son analfabetas). La esperanza de vida es de 43 años.

Como todos los demás pueblos de África, el pueblo nigerino sufrió en los años 80 los tormentos del dictado liberal del FMI y el Banco Mundial que le obligaron a reembolsar una deuda injusta y a malvender todas las empresas nacionales, privatizadas tras una devaluación del franco colonial, el Cfa, anteriormente asociado al franco y en la actualidad al euro.

Ahora Níger está en el último puesto de los 182 países clasificados en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, con un grado de 0,340, precedido por Afganistán (puesto 181) en guerra contra el ejército agresivo occidental, Sierra Leona (180), la República Centroafricana (179), Malí (178) y Burkina Faso (177).

El saqueo que perpetra Areva sobre el país se desenmascara: «Según nuestras estimaciones, Níger produjo entre 100.000 y 150.00 toneladas de uranio desde 1960 a un precio medio de 27.300 Cfa el kilo (42 euros). Claramente por debajo del precio mundial medio que es de 122.000 Cfa el kilo (187 euros) en ese período. Sobre la base de esos precios medios y de una producción que oscila entre 100.000 y 150.000 toneladas, se puede decir que la venta del uranio de Níger está cifrada entre 4.200 y 6.300 millones de euros. Si se hubiese aplicado el precio internacional los accionistas (el Estado y sus socios) se habrían repartido entre 18.700 y 28.000 millones de euros. Es decir que desde la independencia, y sobre la base de ese cálculo simple sin tener en cuenta la diferencia de precios entre el ‘mercado spot’ (transacciones al contado y en efectivo, N. de T.) y el de los contratos, los accionistas del uranio de Níger perdieron entre 14.500 millones de euros y 21.000 millones de dólares. Una cantidad enorme para un país que apenas cuenta con 2.000 millones de PIB y cuyo modesto presupuesto es alimentado ‘generosamente’ por la ayuda pública al desarrollo en más de la mitad» (Mondialisation.ca).

El cinismo de Areva va todavía más lejos: «El 100% de la electricidad (225 millones de kWh) procede de energías fósiles y se importa ampliamente de la vecina Nigeria. Según Areva, en 2006 la compañía alcanzó el umbral de las 100.000 toneladas de uranio extraído. El Gobierno de Níger recibió 300.000 millones de Cfa de un total de 2,3 billones de Cfa del producto de las ventas» (ídem). Para llegar ahí fue necesario reprimir y eliminar la víspera de la independencia, el 3 de agosto de 1960, al patriota panafricanista Djibo Bakary de la Unión Democrática Africana (RDA) que tenía el apoyo de los progresistas Kwamé Nkrumah, Sékou Touré y Abdou Moumouni, uno de los fundadores marxistas leninistas del Partido Africano de la Independencia (PAI).

La estrategia de la ocupación militar del Sahel

Militares franceses en el Sahel. Fuente de la foto: http://pcfbalaruc.over-blog.com/article-un-suisse-58273130.html

Como declaraba un informe del Consejo Estadounidense de Relaciones Extranjeras de 2005, «A finales de la década, el África subsahariana puede convertirse en una fuente de importaciones energéticas para Estados Unidos tan importante como Oriente Próximo. El oeste de África dispondrá de unos 60.000 millones de barriles de reservas petroleras comprobadas. Los fracasos flagrantes de las guerras depredadoras de Estados Unidos y la Unión Europea en Afganistán e Iraq conducen a proyectar el control sobre el petróleo de África, y la parte procedente del Golfo de Guinea en las importaciones estadounidenses pasará del 15 al 20% en 2010 y al 25% en 2015» (ídem).

Así, desde «2003 se ha lanzado un programa de contraterrorismo en el oeste de África, y en marzo de 2004 las fuerzas especiales estadounidenses se han enrolado directamente en una operación militar con los países del Sahel contra el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que figura en la lista de las organizaciones terroristas dirigida por Washington. El mando estadounidense para Europa está desarrollando un programa de seguridad costera en el Golfo de Guinea llamado ‘La Guardia del Golfo de Guinea’. Estados Unidos también tiene prevista la construcción de una base militar naval propia en Santo Tomé y Príncipe la cual, según el mando estadounidense, podría rivalizar con la base naval Diego García del Océano Índico. Así pues, el Pentágono se está moviendo agresivamente para establecer una presencia militar en el Golfo de Guinea que permitirá el control de la parte occidental de la ruta transafricana del petróleo y las reservas vitales de petróleo que se han descubierto.

«La Operación Flintlock (Pedernal), una maniobra militar inicial, incluyó en 2005 a unos 1.000 miembros de las fuerzas especiales estadounidenses. El verano siguiente (2006), el mando para Europa dirigió las maniobras de su nueva fuerza de reacción rápida para el Golfo de Guinea. En el oeste de África el mando militar estadounidense para Europa ya ha establecido centros avanzados de operaciones en Senegal, Malí, Ghana, Gabón y en Namibia, en la frontera con Angola, al sur, que incluyen la mejora de pistas aéreas, el almacenamiento de reservas esenciales y de carburante así como acuerdos (con los gobiernos locales) que permiten el despliegue rápido de las tropas estadounidenses» (ídem).

Estados Unidos y la Unión Europea han establecido un proyecto militar de intervención rápida, el AFRICOM, instalado en Alemania, cuyo centro de mando se afana por encontrar un cuartel general en África.

Si se observa más de cerca, esta fiebre súbita de secuestros es, simplemente, una auténtica estrategia de «manipulación masiva», parafraseando a Noam Chomsky, que consiste en «crear problemas y después ofrecer soluciones» con el fin de, en la estela de las intervenciones militares de los imperialistas estadounidenses y franceses en el Sahel, ampliar el control de las empresas monopolistas estadounidenses, europeas y francesas sobre las materias primas. ¿No es la nueva estrategia neocolonial franco-africana, euro-africana y usa-africana?

Contra la cooperación China

Hay que señalar que China -convertida en «el taller del mundo»- y Asia, drenan el 60% del comercio mundial; el Estado somalí ha sido liquidado por una intervención militar estadounidense y los pequeños pescadores del Cuerno de África y el Mar Rojo, para sobrevivir, se han convertido en «secuestradores». La lucha pacífica contra los contaminadores y destructores del medio ambiente que son BP, Shell o Total, ha tomado la forma de «secuestros» en el Golfo de Guinea. El aflojamiento de China de la soga del FMI sobre Angola, gran productora de petróleo, por medio de un préstamo de 4.000 millones de dólares a interés muy bajo, fue seguido del atentado que costó la vida a los jugadores del equipo de fútbol de Togo, un intento de «despertar del movimiento secesionista de Cabinda».

¿Esas coincidencias sólo son frutos del azar? ¿O tienen relación con el hecho de que las materias primas y el petróleo que necesita China para su desarrollo fulgurante la han llevado a convertirse en el primer socio comercial y primer inversor en África?

Lenin decía, durante la Primera Guerra Mundial imperialista en 1915, que «El imperialismo ha desarrollado las fuerzas productivas hasta el punto de que la humanidad sólo puede pasarse al socialismo o bien sufrir durante años, o incluso durante decenas de años, la lucha armada de las grandes potencias para el mantenimiento artificial del capitalismo con la ayuda de las colonias, monopolios, privilegios y de opresiones nacionales de todo tipo» (El socialismo y la guerra).

Y es porque la «re-globalización» capitalista actual necesita el «mantenimiento artificial del capitalismo con ayuda de colonias, monopolios, privilegios y opresiones nacionales de todo tipo», por lo que el imperialismo dominante estadounidense acompañó la derrota de la antigua URSS lanzándose a un programa de conquistas militares para el control de las materias primas estratégicas, especialmente del petróleo, sobre el que un memorando del Departamento de Estado estadounidense de septiembre de 1950 ya decía que «El control de esta fuente de energía, el petróleo, importante tanto en la paz como en la guerra, es un objetivo deseable en sí mismo».

Tras el ataque militar a Serbia para rematar el desmantelamiento de la ex Yugoslavia en 1999, la instrumentalización mediática y política de los atentados del 11 de septiembre de 2001 sirvió para concretar ese proyecto por medio de las ocupaciones militares coloniales primero de Afganistán, después de Iraq en 2003 y la instalación de bases militares en los antiguos países de la URSS o los intentos de integrarlos en la OTAN. Controlar las materias primas estratégicas, especialmente el petróleo y el gas, para mantener la dependencia de eventuales rivales con el objetivo de preservar su hegemonía mundial, es la ecuación a la que se enfrenta el imperialismo estadounidense.

Lo confirma el senador David L. Boren, que fue presidente de la comisión encargada del espionaje: «Hemos tenido relaciones divergentes y simbióticas con la URSS (…) El declive de la Unión Soviética… podría conllevar también el declive de Estados Unidos (…). Los países europeos, Japón y otros países han aceptado voluntariamente el liderazgo estadounidense durante los últimos decenios. ¿Por qué? Porque nos necesitan (…). ¿En este nuevo contexto seguirán deseosos de aceptar la dirección de Estados Unidos como era el caso hace unos meses? No lo creo (Le Monde diplomatique, abril de 1991).

La estrategia de la hegemonía mundial estadounidense y las ofensivas militares de la OTAN comenzaron poco a poco a mostrar sus limitaciones frente a las resistencias de los pueblos. Las economías emergentes de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), caracterizadas por el capitalismo de Estado opuesto al capitalismo liberal, siguen creciendo mientras que las liberales de los países imperialistas, Estados Unidos y Europa, han entrado en crisis y en decadencia.

Las resistencias nacionales afganas e iraquíes han empezado a derrotar a las tropas de ocupación de la OTAN. Y las experiencias antiliberales y antiimperialistas en Sudamérica se abren camino apoyándose en la heroica resistencia de Cuba. Esos factores fueron determinantes para la elección de Barack Hussein Obama como primer presidente negro de una potencia capitalista-imperialista tan racista como Estados Unidos. Dicha elección, en el fondo, es un intento de preservar la hegemonía no compartida de la sociedad estratégica Estados Unidos/Unión Europea cubriendo la cara odiosa de la agresividad militarista arrogante con el barniz de la oratoria seductora del sonriente Obama, primer presidente negro al servicio de los intereses del imperialismo estadounidense.

Cualesquiera que sean sus formas, las políticas de los imperialistas obedecen a la necesidad «De garantizar el máximo de beneficio capitalista explotando, arruinando, empobreciendo a la mayoría de la población civil de un país determinado, esclavizando y despojando de forma sistemática a los pueblos de los demás países, especialmente de los países atrasados; y finalmente desencadenando guerras y militarizando la economía nacional para garantizar el máximo de beneficios» (JV Stalin, Los problemas económicos del socialismo, 1952).

Éste es el proyecto del «Gran Oriente Medio» bajo control estadounidense que se extiende desde el Yemen en Asia y desde el este de África (el Cuerno y el mar Rojo) al Golfo de Guinea y al ecuador (Congo, República Democrática del Congo). Es el mismo proyecto depredador que ahora se extiende al Sahel y al oeste de África.

La crisis capitalista sistémica, el fracaso del liberalismo y la decadencia de los imperialismos de Estados Unidos y la Unión Europea conducen al enfrentamiento con los países emergentes, especialmente los que alguna vez pertenecieron al campo socialista vencido por la contrarrevolución burguesa de los años 90: China, Corea del Norte, Cuba y Vietnam, a los que hay que añadir los países antiliberales y antiimperialistas de Sudamérica. Esto es lo que constituye actualmente el campo progresista contra el imperialismo.

Una solución panafricana para los problemas de África

La colonización militar del Sahel se ha manifestado recientemente por un ataque franco-mauritano sobre el territorio malí sin haber avisado al gobierno de ese país. Las informaciones revelan que el Banco Africano para el Desarrollo (BAD) participa en el financiamiento del AFRICOM, ese mecanismo de intervención de la OTAN en África en el cual los ejércitos africanos juegan el papel de «tirailleurs» (2), como en la época colonial.

Las neocolonias africanas dirigidas por los burgueses compradores apátridas liberales o socialdemócratas liberales actúan como procónsules de la Francáfrica, la Euráfrica y la Usáfrica. La célula panafricana de Tamanrasset, en Argelia, plantea poner en marcha acciones coordinadas contra los grupos fascistas integristas armados; el narcotráfico es una cáscara vacía y una engañifa para las masas africanas. Los petrodólares del bufón Gadafi se añaden a la corrupción que hacen los imperialistas de los señores feudales, burgueses y jefes de clanes locales. La inexistencia de una política panafricana fundada en los principios democráticos de la libre disposición de los Tuareg y la libre unión de los pueblos libres de África convierte la situación actual en explosiva en todo el Sahel.

Es en este contexto global donde las fuerzas patrióticas y panafricanas de izquierda deben elaborar un programa y desarrollar una acción antiliberal y antiimperialista. También en esta perspectiva los foros de los pueblos, en especial de Bandiagara a Malí, y los foros sociales africanos y mundiales deben convertirse en espacios de movilización panafricana e internacionalista contra los movimientos desestabilizadores y colonialistas de los imperialistas.

En el momento en que Asia toma el camino del desarrollo económico y social, el momento en que Sudamérica se compromete en el antiliberalismo y el antiimperialismo, por la vía de la liberación del yugo estadounidense, y en el desarrollo social y económico, África debe encontrar el camino de la lucha por la independencia, la soberanía antiliberal y antiimperialista.

En este aspecto el ejemplo sudamericano es digno de estudio: las independencias políticas conseguidas en el siglo XIX tras las luchas heroicas de Haití con Toussaint Louverture y Dessalines, de José Martí en Cuba o de Simón Bolívar, fueron desviadas por el imperialismo estadounidense a un sistema neocolonial con dictaduras como la de Pinochet durante todo el siglo XX. En la actualidad la izquierda antiliberal y antiimperialista impulsa una nueva trayectoria progresista inspirada en la heroica resistencia de Cuba socialista.

«Los ejércitos vencidos son una buena escuela» decía Lenin. Así, en el combate actual por una segunda descolonización, la izquierda revolucionaria panafricana, antiliberal y antiimperialista honra a sus predecesores partidarios de la independencia y de la unión panafricana de los pueblos libres de África que fueron asesinados y vencidos por el imperialismo, la colonización y su veneno fatal, el «etnicismo», durante la primera etapa de la descolonización entre 1945 y 1960.

Notas de la traductora:

(1) Francáfrica (en francés Françafrique) es el término con el que se expresa la política neocolonial francesa en África. «La Francáfrica ha sido el instrumento de una política hegemónica de Francia frente a sus ex colonias, una hegemonía que posteriormente se extendió a otros países no francófonos» («Francáfrica, ruptura… en la continuidad», Noel Kodia, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=66893 ).

(2) Tirailleurs, personas de las colonias enroladas como soldados en el ejército francés.

Diagne Roland Fodé es profesor de Historia y Geografía en Francia desde hace 25 años. Es miembro de la Coordinadora Nacional de los Sin Papeles. En Senegal es el encargado de las relaciones internacionales del «Fernient», movimiento de los trabajadores panafricanistas/Senegal.

Fuente: http://www.mondialisation.ca/index.php?context=viewArticle&code=FOD20101215&articleId=22420

EEUU e Israel vuelven a quedar aislados en votacion contra Palestina


Imagen activa21 de diciembre de 2010, 19:44Naciones Unidas, 22 dic (PL) Estados Unidos e Israel volvieron a quedar en un casi absoluto aislamiento al votar en contra de una resolución sobre el derecho del pueblo palestino a la libre determinación aprobada por la Asamblea General.

El documento fue adoptado por 177 países a favor, con el rechazo de Washington y Tel Aviv, acompañados por los pequeños Estados del Pacífico Nauru, Micronesia, Islas Marshall y Palau.

También hubo cuatro abstenciones: Canadá, Camerún, Tonga y Congo Democrático.

El texto cuenta con dos puntos resolutivos, el primero de los cuales reafirma el derecho del pueblo palestino a la libre determinación, incluido a un Estado de Palestina independiente.

El otro insta a todos los Estados y organismos especializados y del sistema de la ONU a continuar su apoyo y asistencia al pueblo palestino "para la pronta realización de su derecho a la libre determinación".

En su parte introductoria el acuerdo de la Asamblea menciona una larga lista de instrumentos y documentos internacionales relacionados con esa prerrogativa, los derechos humanos y la descolonización.

Asimismo, los que tratan sobre la construcción por Israel de un muro en el territorio palestino ocupado, como una acción que "menoscaba gravemente el derecho del pueblo palestino a la libre determinación". También apunta la necesidad de reanudar y acelerar las

negociaciones en el Oriente Medio en busca de "un acuerdo de paz justo, duradero y general entre las partes palestina e israelí".

La resolución aboga por el respeto y preservación de "la unidad, contigüidad e integridad territoriales de todo el territorio palestino ocupado, incluido Jerusalén Oriental" y reafirma el derecho de todos los Estados de la región a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas internacionalmente.

A finales de noviembre, Washington y Telv Aviv quedaron casi en solitario en su voto negativo contra seis resoluciones aprobadas por la Asamblea sobre varias cuestiones vinculadas al conflicto en el Medio Oriente.

Los textos trataban sobre el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, la División de la Secretaría de los Derechos de los Palestinos, el Programa especial de información sobre la cuestión de Palestina, el Arreglo pacífico de la cuestión de Palestina y los casos de Jerusalén y el Golán sirio.

En todas esas votaciones, las delegaciones norteamericana e israelí sufragaron de manera negativa, con el exiguo respaldo de Islas Marshall, Micronesia, Palau y Nauru.

Solo Australia se unió a Washington y Tel Aviv en cuatro de esas resoluciones, Canadá lo hizo en la misma cantidad, pero en distintos textos, y Japón y Nueva Zelanda en una, también diferentes.

arc/vc

Francia reitera a conciudadanos a abandonar Costa de Marfil

París, 22 dic (PL) El Gobierno de Francia reiteró hoy el pedido a sus conciudadanos de que abandonen Costa de Marfil ante la delicada situación interna en ese país africano.

Al cierre de una reunión especial con su Gabinete, el presidente de la República, Nicolás Sarkozy, dio instrucciones para facilitar el regreso temporal de los franceses que residente en Abijan y otras ciudades marfileñas.

"Les pedimos a aquellos que puedan dejar temporalmente Costa de Marfil hasta que la situación se normalice", declaró el portavoz presidencial, Francois Baroin.

Francia, que tiene alrededor de 15 mil ciudadanos en Costa de Marfil, lanzó varios ultimátum al actual presidente Laurent Gbagbo, a respetar los resultados de las elecciones y entregar el poder.

Sin embargo, la reacción de Gbagbo fue diametralmente opuesta y consideró "injerencia en los asuntos internos" de su país, la postura francesa y de otros países de la Unión europea, Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas.

La ONU reconoce a Alassane Ouattara como el ganador de la segunda ronda de votaciones, efectuada el 28 de noviembre.

asg/ft


Nostalgia por el marco alemán

Stephen Evans

Los alemanes hace tiempo sienten nostalgia por su vieja moneda. Si se da una vuelta por algún mercado navideño en Alemania, muy popular en estas fechas, notará que aún se puede pagar con el marco antiguo.

El marco alemán

Aún se puede comprar en los mercados callejeros con marcos.

Se puede comprar el afamado "bratwurst" (salchicha en alemán) pagando con marcos, los cuales son aceptados con una sonrisa en los labios, y luego llevados al banco e intercambiados por la moneda actual alemana: el euro.

Ahora más que nunca esa vaga nostalgia por lo viejo se está profundizando, así como la falta de aceptación por lo nuevo.

La actitud frente el euro se ha remecido debido a los rescates a Grecia e Irlanda.

De repente, lo impensable se está pensando y lo que se callaba ahora está en boca de todos. Donde una vez el euro parecía tan inamovible como la Puerta de Brandeburgo, ahora su futuro se debate dentro de un creciente círculo de personas en el centro de la vida alemana.

De la periferia al centro

Antes de las ayudas económicas, era en la periferia de la política que se discutía la posible desaparición del euro como la moneda universal de 16 países. Ahora quienes discuten el tema son hombres de saco y corbata que se movilizan en imponentes autos negros.

El euro, modena oficial de la Unión Europea

Los alemanes sienten que las promesas de crear una moneda tan estable como el marco han sido rotas.

Hombres como Hans-Olaf Henkel. Él forma parte del consejo de una gran agrupación de compañías alemanas y fue presidente de la Federación de Industrias Alemanas por cinco años.

Henkel le dijo a la BBC que el euro estaba en peligro de convertirse en una "unión de transferencia", en la que el dinero se transfería desde los países de Europa del norte, principalmente Alemania, hacia la Europa del sur, específicamente Grecia y quizás Portugal.

De manera que, opina Henkel, hay que dividir a Europa en dos: permitan que las economías más fuertes del norte de Europa tengan su propio euro y aíslen a los más débiles del sur de Europa. Francia estaría en la eurozona del sur.

"Ésta es probablemente la única manera de evadir grandes deudas acumuladas por los contribuyentes de impuestos europeos. Los países del norte generalmente se caracterizan por ser países a los que no les gusta la inflación. Ellos tienen una disciplina presupuestal mucho más estricta. Mientras que en el sur están más acostumbrados a tener una inflación alta y una disciplina presupuestal más tolerante".

Si esto no se hace, afirma Henkel, el dinero seguirá siendo vertido del norte hacia el sur como un intento por mantener a la eurozona unida: "Creo que no es saludable para Europa que dos sistemas completamente diferentes se mantengan unidos a la fuerza, a costa de los contribuyentes y sus hijos".

Movimiento pujante

La canciller alemana Angela Merkel ha afirmado que la situación es seria, pero que es importante que el euro sobreviva. Ella pide que se ponga en marcha un mecanismo mucho más robusto para lidiar con las potenciales suspensiones de pago de deudas.

Sin embargo, Merkel no puede tener total control de la situación, y un vigoroso movimiento en contra del euro está ganando fuerza.

Nikolaus Blome, editor del Bild

Nikolaus Blome confirma el creciente malestar por el euro en Alemania.

Juergen Elsaesser viene organizando reuniones, muchas veces en la húmeda y oscura sala de alguna vieja fábrica, donde cientos de personas escuchan su mensaje contra el euro: "El euro es un hoyo sin fondo que no puede ser estabilizado llenándolo de dinero de los alemanes".

La dificultad que enfrentan los políticos que defienden al euro, incluyendo a la canciller alemana, es la sensación entre los votantes de que las promesas hechas por los políticos cuando el euro reemplazó al marco han sido rotas.

Daniela Schwarser, de la Fundación para la Economía y la Política en Berlín, dijo: "A lo largo de los años en Alemania, una figura importante dominó el discurso en economía política y esa fue el Banco Federal Alemán, el banco central alemán. Ésta fue la institución que garantizó el éxito de la economía alemana después de la Segunda Guerra mundial y fue una de las razones por las cuales Alemania pudo recuperar un poco de orgullo".

Cuando Alemania renunció a su moneda, indica Schwarser, la explicación política que se le dio al público fue que el euro sería igualmente de estable.

Sin embargo, en la actualidad, esa no parece ser la forma en que han sucedido las cosas. De ahí la dificultad, la misma que ha sido detectada en el popular periódico Bild, el cual generalmente es muy perceptible del sentir del público alemán. El periódico detecta los cambios de ánimo del público.

El editor político Nikolaus Blome le dijo a la BBC que "hay una aceptación generalizada del euro en Alemania; sin embargo, debajo de esa lealtad y apoyo a la moneda existe un sentimiento creciente de desasosiego; desasosiego con el hecho de que Alemania vaya a financiar la crisis financiera de Irlanda y Grecia, quizás Portugal, e incluso España".

El diario Bild siempre apoya al euro y hace poco empezó a argumentar contra esa nostalgia por la moneda antigua.

Blome anota que podría ser prácticamente imposible financiar algunos de los países que podrían estar en problema, pues la suma sería muy alta.

Sin embargo, él reconoce que si más países de la eurozona fracasan, y los rescates financieros se amontonan, el clamor por el fin del euro en su forma actual sería imparable.

Eso traería consecuencias políticas. Para bien o para mal, el euro fue concebido como parte de un proyecto más grande para unificar Europa, dentro del marco histórico de la Segunda Guerra Mundial y la percepción de que Alemania necesitaba estar "enquistada" a Europa.

¿Estaría una Alemania libre del euro tan ligada a esa estructura? Nadie lo sabe.