viernes, 21 de enero de 2011

Primera semana del pueblo tunecino

Siempre adelante


Fotos de Ainara Makalilo

¿Qué es una revolución? Una situación en la que se está más seguro, más tranquilo, más vivo, más protegido, mejor acompañado en la calle que en casa. Es quizás por eso por lo que todo el mundo, una y otra vez, todos los días, sin desfallecimiento ni retroceso, se lanza a las calles y se mantiene en ellas cuatro, cinco, ocho horas, resistiéndose a abandonar ese gran refugio abierto en el que se ha convertido la ciudad. “A partir de hoy, no tenemos miedo”, exhibía una mujer un cartel por encima de su cabeza. Y qué hermosura de gente, qué hermosura de rostros sin miedo, qué embellecimiento inaudito el de unas miradas repentinamente liberadas de las legañas de la sumisión.

Como el agua que cae en cascada, como los fuegos de artificio que estallan abriéndose en cadena en el cielo, como el frenesí de la percusión, como la multiplicación de los panes y los peces, venían de aquí y de allá, uno y luego otro y más tarde otro, pequeños grupos organizados -reunidos al azar en las calles y coordinados a través de los teléfonos móviles- para concentrarse esta vez en la avenida Mohammed V, frente al ignominioso edificio de vidrio ciego del RCD, protegido por el ejército. En esta ocasión los manifestantes han cortado esta gran arteria de la capital, ocupando por completo la calzada y aislando el centro del tráfico rodado. La policía observa ceñuda y los soldados sonríen. La consigna más coreada esta vez es: “El pueblo quiere derrocar al gobierno” (ashaab iurid isqat al khukuma).

Seguimos hasta el final de la avenida, contra la corriente que llega, para acercarnos a la avenida Bourguiba. En la plaza 7 de Noviembre, el tanque de ayer tiene más ramos de flores, uno que le ha crecido en la boca del cañón, como un disparo de jacintos y amapolas. A las 12 del mediodía hay aquí mucha más presencia militar y menos policial; dentro de la alambrada de espino otras tres tanquetas y numerosos soldados se suceden frente al ministerio del interior, en el centro del bulevar. Pero es increíble. Porque ya no se puede hablar de una manifestación sino de un desparramamiento (“mucha cosa feliz desparramada por toda la ladera”, que diría Álvaro de Campos), de una expansión y asentamiento por todas las calles del centro. En el bulevar se forman corros -cuento hasta quince- de hombres y mujeres que discuten y tratan de establecer programas y estrategias. Son verdaderas asambleas populares cuyos miembros toman la palabra con un cierto desorden, alzando la voz, reclamando libertad de palabra. Es llamativa la mayor presencia hoy de mujeres de todas las edades y con un papel protagonista. En una de estas asambleas improvisadas en medio del bulevar, cuando la discusión impide escucharse, son precisamente dos mujeres -una velada y con aspecto de islamista, la otra claramente laica e izquierdista- las que imponen silencio recordando que “no hay más que un pueblo y todos forman parte de él”.

Es en estas asambleas donde queda más clara una cierta fractura que está por resolver, que se está resolviendo. Las direcciones de los partidos y sindicatos se reúnen hoy en Bab-al-Asal; los abogados se manifiestan frente al Palacio de Justicia; y la llamada “sociedad civil”, esa vaga constelación de artistas, intelectuales, activistas por los derechos humanos, trata de reestructurar y liberar las organizaciones oficiales en las que habían quedado atrapados, como moscas en ámbar. Aquí en la calle, son los jóvenes, los empleados, los trabajadores manuales -el pueblo- los que toman la palabra en estas asambleas pedestres, porque las forman gente de a pie, en las que voces enfervorizadas de líderes volátiles insisten en el gran descubrimiento de sus vidas: “Esta es la revolución del pueblo”, dice un joven ceñido en una falsa chaqueta de cuero, de rostro decidido y bien tallado, “y no estamos dispuestos a entregársela a ningún líder”. Y añade en medio de los aplausos: “Todos los cuadros del CDR, de los secretarios al presidente, tienen que ser depurados”.

Lo importante -lo impresionante- es que todos están organizándose sin esperar a tener un gobierno. Por la mañana leo la iniciativa de un grupo de ciudadanos que propone la creación de un Frente de Liberación Popular de Túnez, al margen de los partidos pero que también los interpela, para expresar algunas reivindicaciones comunes a todos: “llamamos a continuar la creación de comités populares sobre todo el territorio tunecino y en el extranjero y a su coordinación, a fin de organizar la lucha del pueblo y alcanzar su derecho legítimo: el acceso al poder”. El comunicado llama también a la defensa del país por parte de estos mismo comités en colaboración con el ejército -al que invita a reforzar la confianza del pueblo- al mismo tiempo que pide la disolución del gobierno, de la policía política y del RCD, la nacionalización de los bienes del partido y del clan Ben Alí y el juicio de todos los responsables del saqueo de la nación. Más importante que todo esto: en el interior del país se forman ya consejos que gestionan las vidas de los pueblos. En Qasserine, uno de los símbolos de la revolución tunecina, tumba de mártires, cuna del nuevo día, una verdadera Comuna formada por sindicatos, partidos de izquierdas y células juveniles, han pasado a dirigir el “gobernorado”, devolviendo a las fuerzas del orden a sus cuarteles. Aquí y allí todos reclaman la disolución del RCD y el gobierno provisional y el establecimiento de una asamblea constituyente.

Puntos muy parecidos incluye el comunicado de la “Coalición de cineastas libres” que se celebra en esos momentos -a las 13 h.- en la Maison de la Culture Ibn Khaldun, ocupada por los trabajadores de la imagen para una asamblea de urgencia. En ella se declara suspendida de hecho la censura y, tras acaloradas discusiones (en las que se usan las sillas como tribunas) y la lectura del acuerdo, que pide una proceso constituyente y elecciones libres, la asamblea se disuelve para sumarse a la calle: “Los cineastas somos ciudadanos como cualesquiera otros”, dice un enérgico sesentón de bigote amarillento, “y tenemos que unirnos al pueblo”. Bajamos todos las blancas escaleras de estilo colonial para volver a la calle.

El pueblo sigue frente al edificio de la RCD, donde se han producido algunos cambios. Sobre la verja de entrada un gran cartel declara: “Casa de la revolución del pueblo”. Y arriba, a sesenta metros de altura, figuras humanas diminutas trabajan en el desmantelamiento de las letras que componen el nombre del partido. Consiguen arrancar la palabra “tayamua” (Rassemblement) y desde ese montaña de injusticia la dejan caer; se precipita arrugándose en el aire para quedar prendida en un alero en medio de los vítores y aplausos de la multitud. Pero eso no basta. Aún queda, encima de la gran puerta de cristal roto por las piedras, en el pretencioso dintel, el nombre rimbombante del partido grabado sobre el mármol. Los jóvenes situados en primera línea empujan la verja para entrar en el recinto y los militares, que hasta entonces han permanecido impasibles, disparan al aire tres descargas nutridas de fusil. La muchedumbre se dispersa, pero lo hace como si estuviese unida por muchas gomas a un centro invisible que tirase de los extremos. Tras el minuto de pavor, se vuelve hacia el edificio del RCD. Mientras regresamos por una callecita lateral un joven soldado, verdaderamente bello, nos dice sonriendo con picardía, el arma inclinada hacia el suelo:

- Bueno, basta por hoy. Volved mañana.

Pero volvemos hoy. La vanguardia de la manifestación, de nuevo pegada a la verja, negocia con los militares del interior, que dejan pasar a cinco o seis personas. Unos minutos más tarde se asoman por las ventanas, por encima del dintel, y dejan caer unos cables entre la pared y las letras en relieve que componen el nombre en árabe del partido. Debajo espera una camioneta. Después de varias tentativas fallidas, entre el fervor de la gente, las letras van siendo arrancadas, junto a losas de mármol, de la pared. Ya no existe el RCD; es realmente la Casa de la Revolución del Pueblo, un futuro hospital infantil -se reclama a gritos- en una ciudad que sólo tiene uno.

Luego, de acuerdo con los militares, la multitud se va alejando por Mohammed V, pero sólo para reencontrarse -desde diversos afluentes- en la calle Bourguiba, donde ahora domina la presencia policial, señal quizás de una inminente carga dispersiva. Pero aún se recorre varias veces la avenida, arriba y abajo, en dos grupos procedentes de direcciones inversas que se encuentran en el centro. Se canta de nuevo el himno nacional. Jóvenes se suben a las farolas enarbolando banderas y consignas. Pasa una familia con cinco niños que exhiben carteles denunciando el horror del régimen y exigiendo la disolución del gobierno. No es revuelta, no, ni protesta ni griterío. Es revolución.

En casa, por la noche, bajo el toque de queda, compartimos la casa con Amín, Ainara, Mohammed e Inés. No tenemos ya ni vino ni cerveza, pues en estos días no puede comprarse, pero sí un resto de orujo gallego y unos puros cubanos. Festejamos el día, los días venideros. Inés cuenta que los asaltos de la noche pasada en algunos barrios populares respondían a la tentativa de las milicias negras de interrumpir el abastecimiento de verduras y alimentos en la ciudad. Mohamed, profesor de Bellas Artes y ex militante del Partido del Trabajo Democrático Patriótico, de filiación marxista, enumera todas las iniciativas en marcha destinadas a consolidar un recambio institucional a partir de la ya embrionaria coalición entre la UGTT, los partidos de oposición y los consejos juveniles surgidos en estos días.

- La izquierda escondida, reprimida durante años, ha salido a la luz -dice-. Ha estallado. Y si queda mucho camino por recorrer antes de depurar el aparato del Estado, y muchos peligros que conjurar, hay ya un recambio. Hay una estructura preparada para dar realmente el poder al pueblo.

Inés canta una canción que habla de la hija de la luna, enamorada de un extranjero exiliado que ama su país. Y escuchamos La Estaca de Lluis Llach. Nos emocionamos. Pero nos emocionamos sobre todo viendo un vídeo doméstico rodado estas noches atrás en Jebel Lakhmar, una auténtica “favela” de la periferia de la capital, foco de reyertas y delitos donde hasta hace unos días nadie se atrevía a entrar. En él se ve a decenas y decenas de jóvenes armados con cuchillos y machetes en medio de la noche, tocados con pañuelos blancos, distintivo de los comandos de defensa. Cantan y bailan e interpelan a la cámara: “Mirad, no somos peligrosos, nos amamos; defendemos nuestro barrio y nuestro país. Estamos orgullosos de ser tunecinos”. Allí, como en otros barrios populares de la ciudad, se han invertido los papeles y los jóvenes, en sus retenes de control, han parado a la policía que los paraba siempre a ellos, les han hecho salir del coche, les han pedido los papeles, les han registrado con las manos en alto y luego, con una educación exquisita, les han dejado pasar.

La noche esta noche no cae. Extiende su manto.

jueves, 20 de enero de 2011

La Revolución en Túnez, partera de la prensa libre

Una imagen sobre la esperanza


Hace algo más de dos años Túnez vivió un levantamiento popular en la región minera de Gafsa. Durante cuatro meses la policía reprimió de manera sangrienta y con total impunidad una revuelta ocultada y silenciada por la prensa occidental. En el país las cosas no fueron muy diferentes, el ministerio de Propaganda controlaba y censuraba todos los medios de comunicación. Fahem Boukadous, un periodista que trabajaba para una televisión vía satélite, fue condenado a cuatro años de cárcel acusado de “asociación criminal” y de difundir información que atentaba contra el orden público.

La prensa libre nunca existió en Túnez. Hasta ahora.

Un día después de la cobarde huida del dictador Zine El Abidine Ben Alí la Asociación de Periodistas de Túnez convocó una asamblea para decidir el futuro de la profesión. El veterano Baouri lo explicó así: “Sólo nos queda ser libres. Si ahora no lo hacemos, si ahora no vencemos el miedo y asumimos la responsabilidad de informar, la revolución morirá”. En la misma línea se expresó Abdrauf Bahi: “Ahora nos toca a nosotros. Debemos acabar esta revolución. El pueblo nos ha dado una responsabilidad histórica y le debemos la información que necesita. Nadie debe volver a decirnos sobre qué escribir”. Bahi propuso además ocupar los medios propiedad de la familia Ben Alí y socializarlos.

La prensa local ha estado ausente de la revuelta. Al Yazira ha sido la cadena más vista y Facebook el gran medio de comunicación alternativo. Los medios de comunicación tunecinos se han desacreditado aún más, si eso era posible, durante estos días. Mientras el pueblo armado con banderas y consignas se batía en las calles contra las balas de la dictadura, la televisión del Estado emitía fútbol o documentales sobre pesca y animales.

El martes el principal periódico del país, el boletín del régimen, La Presse, defensor de la dictadura hasta la asfixia [1], publicaba un editorial que bajo el título de “La hora de la verdad” lamentaban los años en que los periodistas habían estado “afectados por un balbuceo teñido de alusiones de sumisión a los patrocinadores de la censura sistemática, la desinformación, el optimismo petulante...”. Pero ahora que, “de pronto, el país se sobresalta, se despierta, se levanta, reivindica su derecho a la supervivencia. En concreto: ¡su derecho a la dignidad!”, tanto la redacción como los servicios administrativos y técnicos de La Presse decidieron en asamblea “poner en práctica la libertad de prensa a fin de romper la conspiración de silencio, para salvar la vida de nuestros jóvenes y la dignidad de nuestro pueblo, para que podamos completar el ejercicio de nuestra profesión, nuestro deber con las exigencias de nuestro cometido: la búsqueda de la verdad, la objetividad en el enfoque periodístico, la libertad de expresión y el respeto absoluto a la ética profesional”.

Para ello, los trabajadores de La Presse y Assahafa (otro periódico del mismo grupo editorial) decidieron por unanimidad, con los medios con los que pudieran contar y a la espera de nombrar a un nuevo equipo directivo, erigirse en “periodistas libres dedicados a esta emergencia [nacional]: dar cuenta de la inquietud social, política y cultural que ocupa a todo el país y a todos sus integrantes. Es éste un servicio periodístico en beneficio de nuestra sociedad, estamos decididos a garantizar sus experiencias, aspiraciones e inquietudes junto a todas sus demandas reales. Vamos a defenderlo dentro del estricto respeto a la libertad de elección y a la diversidad de todas las sensibilidades políticas y culturales”.

La libertad de prensa, hasta hace unos días desconocida e impensable en el país, ha sido concebida gracias a la integridad y la capacidad de lucha de todo un pueblo. No ha hecho falta el dictamen de las instituciones, pues la voluntad revolucionaria gobierna en las calles. Es sólo un paso más en el camino hacia la verdadera democracia que ha decidido iniciar el nuevo Túnez.

Nota:

[1] Durante años La Presse destinó, todos y cada uno de los días, un espacio de su portada a exaltar al tirano. Tan perenne como la cabecera del diario era la sempiterna foto de Ben Alí y su crónica donde se relataba su última inauguración, visita, discurso, recepción, valoración, propuesta... El archivo gráfico del periódico debe de estar rebosante de millones de instantáneas inéditas del dictador. Ahora, ni al peso hay quien las quiera.

miércoles, 19 de enero de 2011

“La salida del capital a la crisis es la privatización total de la vida”

DIAGONAL: Bioeconomía y capitalismo cognitivo está escrito al inicio de lo que conocemos como “la crisis” ¿Ha visto cómo se desarrollaban en este tiempo las tesis que planteaba en su obra?

Andrea Fumagalli: La situación de crisis que estamos viviendo es una confirmación de la tesis principal del libro. Por ejemplo, lo que está pasando en Europa, a partir de la crisis en Grecia hasta las protestas de Francia, está demostrando que el problema de la reforma de las pensiones es capaz de unificar un frente de lucha que no afecta sólo a los sujetos económicos más interesados, en este caso los pensionistas, sino también a los estudiantes, personas trabajadoras, etc. Esto se da porque lo que está en juego no es una parte de la vida, como puede ser el tema de las pensiones, sino que están en cuestión los intereses de todas las personas. Hay una centralidad del papel jugado por los mercados financieros en este momento en la jerarquización social, en la distribución de la renta y en el momento biopolítico.

D.: ¿Cómo se ha llegado a lo que llama el ‘capitalismo cognitivo’?

A. F.: Hay dos elementos característicos del paso del paradigma industrial fordista al paradigma cognitivo inmaterial, o con una tendencia prevalente a la producción inmaterial: el primero es el aspecto de la financiarización. El segundo es la transformación del modelo productivo que, de un modelo rígido y homogéneo, se transforma en una estructura en red, dinámica, que crea nuevas modalidades de crecimiento de la productividad que son definidas por el papel del conocimiento y la individualización de la fuerza de trabajo.

"Controlar el mecanismo de la formación y del aprendizaje es la nueva forma de controlar a los trabajadores"

Por la parte de la financiarización, los mercados son hoy el corazón del capitalismo cognitivo porque son el centro del proceso de financiación de la actividad en innovación y de la producción de conocimiento y, al mismo tiempo, son elementos relevantes en la distribución de la renta, que se basa en la desigualdad. Por ejemplo, en los mercados se juega con la posibilidad de que la seguridad social, que está en contacto directo con la vida, sea privatizada. Esto significa pasar el control de la vida desde la propiedad pública a la propiedad privada.

D.: Habla de la importancia que ha adquirido la productividad de los cuerpos en esta fase del capitalismo. ¿Qué significa esto?

A. F.: El proceso de valorización hoy está basado en un tercio de producción material industrial, un tercio sobre la cobertura de servicios ligados a la mercancía, y una tercera parte formada por estos servicios inmateriales que son la producción del lenguaje, la producción de convenciones sociales, de control, de servicios financieros, de innovaciones, de símbolos, etc.

Desde un punto de vista cualitativo, el tipo de prestación laboral se caracteriza porque el aspecto “maquinal”, lo repetitivo, está interiorizado en el cuerpo humano, especialmente en la actividad cerebral y cognitiva. En este sentido, el control del cuerpo es el control de los nervios y sobre todo del cerebro, de los sentimientos, de los deseos. La precariedad es un ejemplo de este cambio de estrategia. También tiene mucha importancia el control del proceso de formación de la fuerza de trabajo. Éste es el motivo por el que es muy importante en los últimos años el problema de la reforma de la educación superior, el proceso de Bolonia, etc. Porque controlar el mecanismo de la formación y del aprendizaje es la nueva forma de controlar a los trabajadores.

Desde un punto de vista cuantitativo, el problema es la dificultad o la imposibilidad de calcular el valor que produce la utilización biopolítica del cuerpo y el cerebro humanos. Ya que si la producción es material hay una unidad de medida (kilos, etc.). El problema es cómo dar una medida de la idea, el pensamiento o lo inmaterial.

D.: ¿Cómo se traslada al individuo?

A. F.: En economía, ‘alienación’, tiene que ver con la idea de ser humano como fuerza de trabajo, esta es la típica idea de la alienación de la cadena de montaje. Hoy, cuando la máquina se ha interiorizado en el cerebro, el tipo de alienación evidente en el trabajo de producción inmaterial es el resultado del proceso de la prestación laboral y no está separado, como en la cadena de montaje.

La alienación ha mutado y se ha integrado en la actividad cerebral. El cerebro se divide en dos partes, una funciona como máquina en actividades rutinarias; la otra es la que busca que seamos creativos, es necesario que lo seamos para favorecer el proceso de producción. En un contexto en el que aparentemente puede exprimirse la libertad, cuando termina la partida tú eres más infeliz que al principio. Hay un incremento del número de suicidios que están ligados al funcionamiento de la economía, por poner un ejemplo. La autodestrucción del cuerpo y la mente está estrechamente ligada a la dinámica del mercado de trabajo.

"Los mercados buscan pasar el control de la vida desde la propiedad pública estatal a la propiedad privada"

D.: ¿Qué le queda por conquistar a los mercados de nuestra vida?

A.F.: La crisis financiera, o económica (porque la economía y las finanzas ya no se diferencian) muestra que no es posible salir de esta crisis en un sentido tradicionalmente reformista. Esta propuesta era capaz de mantener juntos los intereses contrapuestos: los de los trabajadores y los del capital. Era una suerte de pacto social o New Deal. ¿Por qué no es posible ahora? Porque, desde un punto de vista económico, la salida de la crisis financiera pasa por una mejora de la distribución de renta que permita un crecimiento de la demanda a nivel internacional. Una medida en este sentido es la propuesta de renta básica.

La segunda intervención sería una mayor libertad del campo de la generación y difusión de las variables estratégicas (conocimiento y actividad en red), lo que implica un replanteamiento de la estructura de la propiedad. El problema está en cómo salir de esta “transición” e introducir un modelo de propiedad basado en el concepto de lo común, que es el reconocimiento de que existe por un lado la mercancía y la propiedad privada, pero por otro lado una propiedad pública sobre servicios como educación, salud, control del medio ambiente, etc., y está también una forma de propiedad que es la común, que afecta a bienes inmateriales no sujetos a escasez.

Ésta puede ser la solución reformista (aparentemente reformista) para salir de la crisis. Pero, si se profundiza en el concepto de renta básica, se observa que es contrario a la posibilidad del capital de control de la fuerza de trabajo, porque minimiza el principio de necesidad, que hace que el trabajo esté subordinado al poder y a quien organiza el sistema político. Esto es peligroso para el sistema capitalista. Por otro lado, el concepto de propiedad común niega un principio fundamental del sistema capitalista que es la propiedad privada y el proceso de privatización.

Por esto hay dos vías: de un lado, está la tentativa de salir de la crisis al modo capitalista, es decir, acelerar el proceso de privatización. Esto supone una privatización total de la vida natural y posiblemente de la vida artificial (lo que afecta al control de la biogenética). Creo que esta tentativa está destinada a fracasar, porque esta crisis es una crisis de crecimiento, no de saturación. En esta crisis se ha dado el comienzo de un nuevo paradigma, que es el del capitalismo cognitivo.

La segunda posibilidad es una forma de New Deal, la renta básica, la producción ecocompatible, etc., pero no puede ser una solución institucional, tiene que ser impuesta por la capacidad de movilización de los grupos sociales, de las sociedades civiles. Nadie sabe cuál de estas posiciones se impondrá a la otra.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-salida-del-capital-a-la-crisis.html

lunes, 17 de enero de 2011

¿Qué sabe WikiLeaks sobre Bank of America?

BanksterUSA/ICH

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.


El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, promete revelar un paquete de documentos secretos del disco duro de un ejecutivo de un gran megabanco estadounidense. En 2009, dijo a Computer World que ese banco es el Bank of America (BofA). En 2010 dijo a Forbes que la información era suficientemente importante para “derribar a uno o dos bancos”, pero que necesitaba tiempo para presentar la información en un formato más fácil de usar.

Nuevos informes recientes sugieren que BofA hace grandes esfuerzos para controlar los daños: creó una “sala de guerra” y compró cientos de nombres de dominio derogatorios en Internet, incluyendo BankofAmericaSucks.com y BrianMoynihanblows.com (refiriéndose al presidente y director general de BofA).

Antes de que los grandes bancos comiencen a pedir que se interne a Assange en Guantánamo, la pregunta que vale la pena considerar es ¿Qué sabe WikiLeaks del mayor banco de EE.UU.?

Responsabilidad legal por hipotecas “tóxicas”

BofA ya está bajo presión, defendiéndose contra múltiples demandas de inversores privados, así como de Fannie y Freddie [compañías gigantescas auspiciadas por el gobierno federal que poseían o garantizaban cerca de la mitad de los títulos hipotecarios en EE.UU., N. del T.] exigiendo que el banco vuelva a comprar miles de millones de dólares en valores respaldados por hipotecas tóxicas. La firma dejó de otorgar hipotecas de alto riesgo [subprime] en 2001, pero siguió asumiendo la responsabilidad financiera de valores respaldados por hipotecas subprime durante muchos años. En septiembre de 2009, por ejemplo, BofA garantizó 239 millones de dólares de valores respaldados por préstamos subprime. BofA reservó solo 4.400 millones de dólares para esos procesos legales “aplazados”. Si Assange tiene correos electrónicos que muestran que altos ejecutivos de BofA sabían que estaban vendiendo inmundicia tóxica a inversionistas, sacudiría a la firma y entregaría una tremenda munición al ejército de abogados que ya golpean a la puerta de BofA.

Desahucios temerarios e ilegales

BofA está en el centro del escándalo de robo-signing [firmas robotizadas] y ha desahuciado injustamente a innumerables familias estadounidenses. Una pobre mujer volvió a una casa de vacaciones, la encontró cerrada y todas sus posesiones habían desaparecido –incluidas las cenizas de su difunto marido-. ¿Cómo se pudo cometer un error semejante? Una empleada de BofA removida de su cargo en febrero de 2010 dijo que ella había firmado hasta 8.000 documentos de ejecución hipotecaria al mes sin examinarlos, en violación de la ley. El aumento de preguntas sobre las prácticas fraudulentas e ilegales de embargos en los grandes bancos y en las compañías de servicios hipotecarios llevaron a BofA a detener los embargos en todo el país en octubre de 2010. Si WikiLeaks puede documentar que los altos funcionarios de BofA muestran un cruel desdén por los procesos legales y los derechos de propiedad protegidos por la Constitución, puede que la creciente responsabilidad legal de BofA se haga insostenible.

Dolores de cabeza heredados de Countrywide

En 2008, BofA adquirió Countrywide, una de las entidades crediticias más agresivas y fraudulentas durante la burbuja de la vivienda. El resultado fue una catástrofe de responsabilidad legal y procesos para el megabanco que ahora tiene 1.300.000 clientes embargados. Para resolver los procesos por préstamos depredadores con Illinois, California y otros ocho Estados, BofA presentó un plan de alivio de préstamos de 8.400 millones de dólares para los poseedores de hipotecas de Countrywide. En junio de 2010, BofA pagó 108 millones de dólares para resolver un caso ante la Comisión Federal de Comercio que acusaba a Countrywide de haber cobrado honorarios excesivos a prestatarios que iban a ser embargados. BofA pagó 600 millones de dólares en agosto de 2010 para resolver demandas de accionistas a quienes Countrywide había ocultado los riesgos de su política crediticia. No hay fin a la vista para este tipo de demandas, y más. En junio de 2010, el Estado de Illinois volvió a demandar a Countrywide, esta vez por discriminación en sus prácticas prestatarias. WikiLeaks podría tener más documentación sobre las prácticas ilegales y temerarias de financiación o de fraude en curso en BofA.

Bonificaciones ilegales pagadas por los contribuyentes

Bank of America compró la empresa de corretaje Merrill Lynch por 50.000 millones de dólares en enero de 2009. El gobierno de EE.UU. favoreció la fusión con un préstamo de rescate de 20.000 millones de dólares para ayudar a BofA. Una vez que tuvo lugar la adquisición se reveló que Merrill Lynch había perdido 15.800 millones de dólares en el último trimestre de 2008 y que se habían pagado por adelantado 3.600 millones en bonificaciones a los altos ejecutivo en Merrill. Entre los beneficiarios del riego de bonificaciones estuvo el presidente-director general de Merrill John Thain, quien gastó sin freno un millón de dólares para redecorar su oficina durante el clímax de la crisis. Después del trato el Fiscal General de Nueva York Andrew Cuomo dijo: “Una pregunta inquietante que deben responder es si Merrill Lynch y Bank of America calcularon la oportunidad de las bonificaciones de manera que se obligara a los contribuyentes a pagar por ellas a través del financiamiento del acuerdo”. Si WikiLeaks tiene correos electrónicos que muestran que los altos ejecutivos utilizaron a sabiendas los dólares del rescate para bonificaciones, se podría reabrir este desagradable capítulo en la historia, provocando investigaciones del Congreso y más reacciones violentas contra el rescate.

Demasiado grande para quebrar

Aparte de los 25.000 millones de dólares en dinero del programa de rescate TARP y de los 20.000 millones de dólares para comprar Merrill, EE.UU. supo recientemente de las extraordinarias acciones emprendidas por la Reserva Federal para apuntalar al BofA durante el clímax de la crisis, detalles que habían sido mantenidos secretos. Cuando la Reserva Federal se vio obligada a hacer públicos los datos sobre sus programas de préstamos de emergencia en diciembre de 2010, vimos que BofA recurrió a unos 931.000 millones de dólares de la Fed en préstamos a corto plazo y subsidios gubernamentales. Si WikiLeaks tiene información que muestra que el mayor banco de EE.UU. sólo sobrevive mediante trucos contables y continuos subsidios del gobierno, el resultado podría ser otro rescate por el gobierno o potencialmente la disolución sistemática de una firma que es “demasiado grande para quebrar” y que todavía plantea una amenaza para la economía de nuestra nación.

“No somos tarados”

BofA no sólo quiere que sepáis que su presidente-director general Brian Moynihan no es ningún tonto, quiere que sepáis que sus máximos ejecutivos tampoco lo son. El banco ha comenzado a comprar nombres de dominios dañinos para una larga lista de ejecutivos, lo que lleva a muchos a preguntarse: ¿qué han estado haciendo esos ejecutivos, ahí en BofA?

Ojalá WikiLeaks y Julian Assange nos lo digan pronto.

© 2011 Bankster - USA

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article27259.htm

La corporacion Militar/Industrial

EE.UU.: 50 años de la advertencia sobre el "complejo militar-industrial"

Dwight Eisenhower

Algunos consideran el discurso de Dwight Eisenhower como "pacifista".

Hace medio siglo el saliente presidente de EE.UU., Dwight "Ike" Eisenhower, ofreció lo que algunos consideran la despedida presidencial más recordada de la historia estadounidense, sólo superada por la del primer mandatario y padre fundador, George Washington.

En su discurso televisado del 17 de enero de 1961, Eisenhower habló a los estadounidenses del novedoso concepto del "complejo militar-industrial" conformado por las Fuerzas Armadas y los fabricantes de armamentos y advirtió de su creciente ingerencia en el manejo de las políticas públicas del país.

"Debemos cuidarnos de la adquisición de influencia injustificada, tanto solicitada como no solicitada, del complejo militar industrial", dijo Eisenhower en la frase del discurso que pasaría a la historia y que eventualmente se convertiría en bandera de pacifistas.

Cincuenta años después, el crecimiento del aparato de seguridad nacional, motivado en la última década por los atentados extremistas del 11 de septiembre de 2001, parece corroborar los peores temores expresados por el general-presidente.

Números y proporciones

Una investigación del diario estadounidense The Washington Post concluyó que los servicios de inteligencia de Estados Unidos, surgidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, crecieron de tal forma que es imposible medir su tamaño y su eficiencia.

Es fácil ver los paralelos con nuestro tiempo, especialmente en la manera cómo el complejo se ha expandido desde el 11 de septiembre de 2001

Susan Eisenhower, la nieta del ex presidente

El informe, publicado en julio pasado, revela que en EE.UU. unas 3.100 organizaciones trabajan en programas de seguridad nacional e inteligencia, emplean a 854.000 personas y gastan unos US$ 80.000 millones, según datos del Departamento de Seguridad Interior.

"Viendo en restrospectiva, es fácil ver los paralelos con nuestro tiempo, especialmente en la manera cómo el complejo se ha expandido desde el 11 de septiembre de 2001", escribió este domingo en The Washington Post, Susan Eisenhower, la nieta del presidente.

"En menos de 10 años, nuestros gastos militares y de seguridad se han incrementado en 119%. Incluso quitando los costos de las guerras en Irak y en Afganistán, el presupuesto ha crecido en 68% desde 2001", escribe en el artículo titulado "Lo que Eisenhower realmente quiso decir".

Nuevos roles

A mediados del siglo XX, EE.UU. era la potencia triunfante de la Segunda Guerra Mundial y su participación en el conflicto, junto a la postración política y económica de Europa, cambió para siempre el rol internacional del país.

Texto del discurso de Dwight Eisenhower

En el texto aparece por primera vez el término "complejo militar-industrial".

"No podemos arriesgarnos a improvisaciones de emergencia para la defensa nacional. Hemos sido compelidos a crear una industria de armas permanente de vastas proporciones", dijo en su despedida Eisenhower reconociendo lo que era una necesaria novedad en la historia estadounidense.

Aparentemente tan necesaria que, medio siglo después, el presupuesto de defensa de 2010 llegó a los US$700.000 millones, el mayor de la historia estadounidense.

Haciendo ajustes por inflación, es el doble del último presupuesto de Eisenhower, quien por aquellos años tenía la "amenaza" de la Unión Soviética para justificar la carrera armamentista.

Aunque visto en términos proporcionales, la historia cambia, ya que en 1961 EE.UU. gastaba el equivalente al 10% de su Producto Interno Bruto en defensa, mientras que en la actualidad invierte menos del 5%.

Ike "pacifista"

El que la advertencia sobre el complejo militar-industrial saliera de la boca de un general de 5 estrellas, que comandó las triunfantes tropas aliadas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, hizo que el movimiento pacifista le diera mayor relevancia y, según algunos, que deformara su verdadero su significado.

En el premiado documental de 2005 "Why we Fight?" ("¿Por qué peleamos?"), el director Eugene Jarecki, usa partes del discurso de Eisenhower al inicio de la película en la que trata de analizar las razones por las cuales EE.UU. ha tenido guerras en todo el mundo.

Nikita Khruschev

En la década de los años 60, a EE.UU. le preocupaba el desafío militar soviético.

La tésis del documental, nutrida con entrevistas a militares, analistas y políticos, es que la inercia de la maquinaria de guerra estadounidense se mantiene gracias a ingentes fondos que terminan financiando a empresas y manteniendo el modo de vida de comunidades enteras.

La película refuerza la percepción de algunos que el Eisenhower de 1961 era un pacifista, que de alguna manera habría renegado de su pasado militar tras sus ocho años en la presidencia.

Sin embargo, en ese mismo discurso de despedida Eisenhower deja claro que compartía la necesidad de que los EE.UU. tuviera un poder militar disuasorio "creíble" frente al desafío comunista soviético.

Ralph Williams, uno de los secretarios de Eisenhower, declaró en 1985 que estaba "asombrado" de la excesiva atención que había recibido en el tiempo la frase "complejo militar-industrial".

"Su verdadero significado ha sido distorsionado más allá de lo reconocible", afirmó Williams, para quien se trataba de un caso de "carne para los medios, que han comido de ella alegremente por 25 años".

A la sombra de Kennedy

El alcance del complejo militar-industrial se palpa cuando se ve la resistencia que encuentran los planes para reducir presupuestos en el Departamento de Defensa, como el presentado la semana pasada por el Secretario de Defensa, Robert Gates, para cortar unos US$ 78.000 millones.

Inmediatamente varios congresistas cuyos distritos dependen de fábricas de armas o de instalaciones militares anunciaron que pelearán para que se mantengan ciertos proyectos, entre ellos uno de US$3.000 millones para fabricar un vehículo anfibio de desembarco, pese a que el Pentágono ha dicho que ya no lo quiere.

En su despedida original, el presidente Eisenhower había escrito "complejo-militar-industrial-congresional", pero quitó la última parte para no enemistarse con los parlamentarios ante los que pensaba decir sus palabras.

Al final el discurso fue televisado desde la Oficina Oval a la nación, pero no recuperó su redacción original.

La verdad es que las palabras de Eisenhower empezaron a resonar muchos tiempo después, porque en aquel momento quedaron opacadas por el revuelo generado por la inminete llegada a la Casa Blanca de la nueva pareja presidencial: John y Jackeline Kennedy.

Terrorismo informatico

DISEñADO POR EE.UU. E ISRAEL

Un virus en el plan iraní

El virus informático Stuxnet, que dañó a finales de 2010 gran parte de las plantas nucleares iraníes, fue diseñado por Estados Unidos e Israel en una central atómica de este último, reveló ayer el diario The New York Times. El gusano Stuxnet fue creado y probado en Dimona, una planta nuclear fuertemente custodiada en el desierto de Neguev, sostuvo el diario estadounidense. Las bombas centrífugas que enriquecen uranio en Dimona, en el sur de Israel, son prácticamente idénticas a las de la central atómica de Natan en Irán, agregó la nota periodística.

“Para poder probar el gusano hay que conocer las máquinas”, señaló un experto nuclear estadounidense citado por el Times. “Los israelíes lo probaron, ése es el motivo por el que el gusano era tan efectivo.” Según el diario citado, “aunque funcionarios estadounidenses e israelíes se niegan a hablar públicamente de lo que pasa en Dimona, las operaciones que tienen lugar allí, así como otros esfuerzos que se hacen en Estados Unidos, están entre las últimas y más sólidas pistas que sugieren que el virus se planificó como un proyecto de Washington e Israel para sabotear el programa iraní”.

Teherán reconoció en octubre que miles de computadoras de sus plantas nucleares estaban infectadas por Stuxnet o programa maligno. The New York Times señaló que el ataque con el virus paralizó una quinta parte de las centrífugas de uranio iraníes y significó un revés para el programa nuclear del gobierno de Mahmud Ahmadinejad.