viernes, 4 de febrero de 2011

En Yemen fue a los balazos

LA POLICIA ABRIO FUEGO CONTRA MANIFESTANTES OPOSITORES

Con gases y tiros, el gobierno de Ali Abdul Saleh recibió el “nuevo día de ira” organizado por miles de manifestantes. La plaza central de la capital, Saná, estuvo tomada por oficialistas y policías armados.

Sin reparos, la policía de Yemen abrió fuego sobre las decenas de miles de personas que se manifestaron en Saná, la ciudad capital, y sus alrededores para pedir, en lo que la multitud bautizó como el “nuevo día de ira”, la renuncia del presidente Ali Abdul Saleh. Tras la represión, las autoridades contabilizaron un herido y 27 detenidos. La movilización, no obstante, no le produjo ni cosquillas a Saleh. Fuentes de la oposición denunciaron que la policía usó gases lacrimógenos y efectuó disparos al aire para dispersar a los manifestantes. Estados Unidos repudió la violencia de las fuerzas de seguridad y exigió al mandatario “medidas urgentes”.

Al igual que lo hizo con Egipto, el presidente estadounidense, Barack Obama, llamó por teléfono a Saleh y le pidió “hechos concretos” tras sus promesas de reformas.

Sin embargo, el pueblo yemení exige que el mandatario se retire. Pese a que el presidente aseguró el miércoles que no se presentará a la reelección, unos 20 mil yemeníes pidieron su renuncia en el campus de la universidad de Saná, en tanto que otras decenas de miles se manifestaron en otros puntos del país como Ib, Taiz, Dalea y Damar. La movilización, que superó ampliamente la convocatoria de la llevada a cabo a principios de semana, iba a realizarse en la central plaza Tahrir, que fue tomada desde temprano por seguidores de Saleh.

Un amplio operativo de seguridad con soldados y policías en las calles y en las entradas de la universidad se desplegaron en el campus, y pudo verse un helicóptero militar sobrevolando la zona. Allí los participantes corearon eslógans como “sacrificamos nuestra sangre, nos sacrificamos por el Yemen”, cantaron lemas contra la corrupción e instaron a la revolución.

En su discurso ante la multitud en la universidad, el vocero de la oposición política, Abdelrahman Azraqi, acusó a Saleh de haber acabado con todos los recursos del Yemen en beneficio de un pequeño grupo. Saleh “ha llevado al país a un abismo sin fondo. Se ha imaginado que el pueblo del Yemen no es más que un rebaño. Se apoderó de los fondos y empleos públicos, además de los recursos naturales como el petróleo y el gas”, aseguró Azraqi.


jueves, 3 de febrero de 2011

Esas "dictaduras amigas"

Túnez, Egipto, Marruecos...

www.medelu.org

Traducido para Rebelión por Susana Merino


¿Una dictadura en Túnez? ¿En Egipto una dictadura? Viendo a los medios relamerse con la palabra «dictadura» aplicada al Túnez de Ben Alí y al Egipto de Moubarak, los franceses han debido de preguntarse si han entendido o han leído bien. ¿No habían insistido durante decenios esos mismos medios y esos mismos periodistas en que esos dos “países amigos” eran “Estados moderados”? ¿La horrible palabra “dictadura” no estaba exclusivamente reservada en el mundo árabe musulmán (después de la destrucción de la “espantosa tiranía” de Saddam Hussein en Irak) solo al régimen Iraní? ¿Cómo? ¿Había entonces otras dictaduras en la región? Y ¿nos lo habrían ocultado los medios de nuestra ejemplar democracia? He aquí, en todo caso, un primer abrir de ojos que debemos al rebelde pueblo tunecino. Su prodigiosa victoria ha liberado a los europeos de la “retórica hipócrita y de ocultamiento” en vigor en nuestras cancillerías y en nuestros medios. Obligados a quitarse la careta, simulan descubrir lo que sabíamos desde hace rato (1), que las “dictaduras amigas” no son más que eso: regímenes de opresión. Sobre el asunto, los medios no han hecho otra cosa que seguir la “línea oficial”: cerrar los ojos o mirar hacia otro lado confirmando la idea de que la prensa no es libre salvo en relación con los débiles y la gente aislada. ¿Acaso Nicolás Sarkozy no ha tenido el aplomo de asegurar que en Túnez “había una desesperanza, un sufrimiento, un sentimiento de ahogo que hay que reconocer que no habíamos apreciado en su justa medida”, con respecto al sistema mafioso del clan Ben Alí-Trabelsi?

“No habíamos apreciado en su justa medida…” En 23 años… A pesar de contar allí con servicios diplomáticos más prolíficos que los de cualquier otro país… A pesar de la colaboración en todos los sectores de la seguridad (policía, gendarmería, inteligencia…) (2). A pesar de las estancias regulares de altos responsables políticos y mediáticos que establecían allí desacomplejadamente sus lugares de veraneo… Pese a la existencia en Francia de dirigentes exiliados de la oposición tunecina, mantenidos como apestados al margen por las autoridades francesas y de acceso prohibido durante decenios a los grandes medios… Democracia ruinosa..

En realidad esos regímenes autoritarios han sido (y siguen siendo) complacientemente protegidos por las democracias europeas, despreciando sus propios valores, con el pretexto de que constituyen baluartes contra el islamismo radical (3). El mismo cínico argumento usado por Occidente durante la Guerra Fría, para apoyar dictaduras militares en Europa (España, Portugal, Grecia, Turquía) y en América Latina pretendiendo impedir la llegada del comunismo al poder.

¡Qué formidable lección dan las sociedades árabes revolucionarias a los que en Europa los describían con términos maniqueos, es decir, como masas dóciles sometidas a sátrapas orientales corruptos o como muchedumbres histéricas poseídas por el fanatismo religioso! Y he aquí que de repente surgen, en las pantallas de nuestros ordenadores o de nuestros televisores (cf.: el admirable trabajo de Al-Jazeera) preocupadas por el progreso social, nada obsesionadas por la cuestión religiosa, sedientas de libertad, soprepasadas por la corrupción, detestando las desigualdades y reclamando democracia para todos, sin exclusiones.

Lejos de las caricaturas binarias, estos pueblos no constituyen en modo alguno una especie de “excepción árabe” sino que se asemejan en sus aspiraciones políticas al resto de las ilustradas sociedades urbanas modernas. Un tercio de los tunecinos y casi un cuarto de los egipcios navegan regularmente por Internet. Como afirma Moulay Hicham El Alaoui: “Los nuevos movimientos ya no están marcados por los viejos antagonismos como antiimperialismo, anticolonialismo, o antisecularisno. Las manifestaciones de Túnez y El Cairo han estado desprovistas de todo simbolismo religioso. Constituyen una ruptura generacional que refuta la tesis del excepcionalismo árabe. Además son las nuevas metodologías de la comunicación de Internet las que animan estos movimientos. Ellos proponen una nueva versión de la sociedad civil en la que el rechazo al autoritarismo va de la mano con el rechazo a la corrupción (4)”.

Especialmente gracias a las redes sociales digitales, las sociedades tanto de Túnez como de Egipto se movilizaron con gran rapidez y pudieron desestabilizar el poder en tiempo récord. Aún antes de que los movimientos hayan tenido la oportunidad de “madurar” y de favorecer la emergencia de nuevos dirigentes dentro de ellos. Es una de las raras ocasiones en las que sin líderes, sin organización dirigente y sin programa, la simple dinámica de la exasperación de las masas ha bastado para conseguir el triunfo de la revolución. Se trata de un momento frágil y sin duda las potencias ya estarán trabajando, especialmente en Egipto, para que “todo cambie sin que cambie nada” según el viejo adagio de El Gatopardo. Esos pueblos que conquistaron su libertad deben recordar la advertencia de Balzac, “Se matará a la prensa como se mata a un pueblo, otorgándole la libertad”(5). En las “democracias vigiladas” es mucho más fácil domesticar legítimamente a un pueblo que en las antiguas dictaduras. Pero esto no justifica su mantenimiento. Ni debe empañar el ardor de derrocar una tiranía.

El hundimiento de la dictadura tunecina ha sido tan veloz que los demás pueblos magrebíes y árabes han llegado a la conclusión de que esas autocracias –las más viejas del mundo- estaban en realidad profundamente corroídas y no eran por lo tanto más que “tigres de papel”. Esta demostración se ha verificado también en Egipto.

De allí este impresionante levantamiento de los pueblos árabes, que lleva a pensar inevitablemente en el gran florecimiento de las revoluciones europeas de 1848, en Jordania, en Yemen, en Argelia, en Siria, en Arabia Saudí, en Sudán y también en Marruecos.

En este último país, una monarquía absoluta, en el que el resultado de las “elecciones” (siempre trucado) siempre lo decide el soberano, que designa según su voluntad a los llamados ministros “de la soberanía”, unas cuantas decenas de familias próximas al trono continúan acaparando la mayoría de las riquezas (6). Los cables difundidos por Wikileaks han revelado que la corrupción llega a niveles de indecencia descomunales, mayores que los del Túnez de Ben Alí, y que las redes mafiosas tenían todas como único origen el Palacio. Un país en el que la práctica de la tortura está generalizada y el amordazamiento de la prensa es permanente.

Sin embargo, como en el Túnez de Ben Alí, esta “dictadura amiga” se beneficia de la gran indulgencia de los medios y de la mayor parte de nuestros responsables políticos (7), los cuales minimizan las señales del comienzo de un “contagio” de la rebelión. Cuatro personas se han inmolado ya prendiéndose fuego. Se han producido manifestaciones de solidaridad con los rebeldes de Túnez y de Egipto en Tánger, en Fez y en Rabat (8). Acosadas por el miedo las autoridades han decidido subvencionar preventivamente los artículos de primera necesidad para evitar las “rebeliones del pan”. Importantes contingentes de tropas del Sahara Occidental habrían sido desplazadas aceleradamente hacia Rabat y Casablanca. El rey Mohamed VI y algunos colaboradores se habrían trasladado a Francia el 29 de enero para consultar a expertos en orden público del Ministerio francés del Interior (9).

Aunque las autoridades desmienten las dos últimas informaciones, está claro que la sociedad marroquí está siguiendo los acontecimientos de Túnez y Egipto con excitación. Preparados para unirse al impulso de fervor revolucionario y quebrar de una vez por todas las trabas feudales. Y a pedir cuentas a todos aquéllos que en Europa fueron durante decenios cómplices de las “dictaduras amigas”.

Notas

(1) Leer, por ejemplo de Jacqueline Boucher "La société tunisienne privée de parole" y de Ignacio Ramonet "Main de fer en Tunisie", Le Monde diplomatique,de febrero de 1996 y de julio de 1996 respectivamente.

(2) Cuando Mohamed Bouazizi se inmoló incendiandose el 17 de diciembre de 2010, cuando la insurrección ganaba a todo el país y decenas de tunecinos rebeldes continuaban cayendo bajo las balas de la represión benalista, al alcalde de París Bertrand Delanoé y a la ministra de relaciones exteriores Michèle Alliot-Marie les parecía absolutamente normal ir a festejar alegremente la Nochebuena o la Nochevieja en Túnez.

(3) Al mismo tiempo, Washington y sus aliados europeos, sin aparentemente medir las contradicciones, apoyan al régimen teocrático y tiránico de Arabia Saudita, principal hogar oficial del islamismo más oscurantista y más expansionista.

(4) http://www.medelu.org/spip.php?article711

(5) Honoré de Balzac, Monographie de la presse parisienne, Paris, 1843.

(6) Leer Ignacio Ramonet, "La poudrière Maroc", Mémoire des luttes, setiembre 2008. http://www.medelu.org/spip.php?article111

(7) Desde Nicolas Sarkozy hasta Ségolène Royal,pasando por Dominique Strauss-Kahn que posee un “ryad” en Marraquech, los dirigentes políticos franceses no tienen el menor escrúpulo en pasar sus vacaciones de invierno entre estas “dictaduras amigas”

[8] El País, 30 de enero de 2011- http://www.elpais.com/../Manifestaciones/Tanger/Rabat

[9] Leer El País, 30 de enero de 2011 http://www.elpais.com/..Mohamed/VI/va/vacaciones y Pierre Haski, "Le discret voyage du roi du Maroc dans son château de l´Oise", Rue89, 29 enero de 2011.http://www.rue89.com/..le-roi-du-maroc-en-voyage-discret...188096

Fuente :http://www.medelu.org/spip.php?article713

Egipto: la violencia y los muertos no detienen las protestas

La protesta contra el gobierno del presidente egipcio Hosni Mubarak en el corazón de El Cairo resistió sus horas más violentas, luego de los primeros enfrentamientos directos entre partidarios del mandatario y manifestantes antigubernamentales, que dejaron al menos cinco muertos y 836 heridos, según el ministro de Salud.

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Lo que empezó en horas de la tarde del miércoles como enfrentamientos con palos, piedras y bombas molotov en la plaza Tahrir (Liberación), dio paso en la madrugada del jueves a disparos con armas de fuego que provocaron la muerte de al menos dos manifestantes de la oposición.

Según un corresponsal del servicio árabe de la BBC, la mayoría de los simpatizantes de Mubarak ya se retiraron de la plaza, que comienza a llenarse de nuevo con gente que exige la renuncia del mandatario, en el poder en Egipto desde hace 30 años.

La protesta de opositores a Mubarak seguía en la mañana de este jueves

Los opositores a Mubarak se están volviendo a congregar en el centro de El Cairo.

Pero para el periodista de la BBC Ian Pannell, quien está en la capital egipcia, todo indica que este jueves "será otro día violento en El Cairo, pues la batallas por el control de las calles y el futuro del país continúa".

El gobierno insistió en que no habrá diálogo mientras continúen las protestas; la oposición insiste en que no habrá diálogo mientras no dimita Mubarak.

Y el papel del ejército -que el miércoles no hizo nada para evitar la violencia- se anticipa, una vez más, como fundamental.

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Fortalecidos

Para el editor de asuntos internacionales de la BBC, John Simpson, los choques con grupos pro Mubarak parecen haber fortalecido aún más el empeño de los opositores de línea dura de permanecer firmes en su protesta contra el gobierno en la céntrica Plaza Tahrir.

También son varios los analistas consideran que justo cuando la protesta antigubernamental comenzaba a enfriarse, la entrada en escena de los simpatizantes del presidente hizo que se calentara de nuevo.

La salida gradual de manifestantes de la Plaza Tahrir parece haberse detenido

John Simpson, corresponsal de la BBC en El Cairo.

Según el editor para asuntos del Medio Oriente de la BBC, Jeremy Bowen, la masiva movilización de simpatizantes de Mubarak tiene los ingredientes de haber sido dirigida desde el oficialista Partido Nacional Democrático (PND), lo que ha molestado todavía más a los manifestantes antigubernamentales.

"Más que espontánea, ha sido muy bien organizada", dijo Bowen.

Y esto aumenta la incertidumbre en torno a la resolución de la crisis, ya que el presidente Mubarak insiste en gobernar hasta después de las elecciones previstas para septiembre.

Las protestas opositoras exigen su salida inmediata del poder.

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"300 muertos"

Según cifras que maneja Naciones Unidas, el levantamiento popular contra el gobierno de Mubarak ha dejado ya 300 muertos en más de una semana de movilizaciones en las principales ciudades de ese país del norte de África.

Manifestante opositor

Este manifestante es uno de los 600 que se estiman resultaron heridos en la jornada de este miércoles.

Y la posibilidad de que ese número se dispare es más real ahora que se ha agregado el componente de enfrentamientos entre opositores y simpatizantes del gobierno.

La gran incógnita, sin embargo, sigue siendo la actitud que tomarán las fuerzas armadas en este nuevo escenario de conflicto.

La violencia se produjo poco después de que a través de un comunicado el ejército egipcio le pidiera a los manifestantes regresar a sus hogares.

"Su mensaje llegó a su destino, sus demandas ya se conocen... ustedes son capaces de regresar a Egipto a la normalidad", dijo el portavoz de esa fuerza en un mensaje televisado.

Y, el miércoles, los soldados se mantuvieron al margen de los acontecimientos, interviniendo únicamente en contadas ocasiones con disparos al aire para dispersar las protestas.

Sin embargo, según el corresponsal de la BBC en El Cairo, Jon Leyne, los militares parecen cada vez más dispuestos a alinearse con quienes exigen la salida inmediata de Mubarak.

Este jueves, Leyne entrevistó a un general retirado que había estado conversando con los soldados desplegados en la Plaza Tahrir, quien le dijo que estos estaban perdiendo la paciencia.

Según el general, los militares se declararon dispuestos a responder el fuego si los simpatizantes de Mubarak volvían a disparar en contra de los manifestantes de la oposición.

La fuente también dijo creer que el ejército se estaba preparando para actuar como Mubarak, tal vez este viernes, para cuando está convocada una nueva marcha multitudinaria de la oposición.

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Presión internacional

La presión internacional para una transición inmediata también ha aumentado en las últimas horas.

Los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España dijeron este jueves en un comunicado conjunto estar preocupados por la situación en Egipto y llamaron a una rápida transición de poder.

"El proceso de transición debe comenzar ahora", agregó el comunicado, emitido por la oficina del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Si se confirma que de alguna forma el régimen ha apoyado o tolerado esta violencia, entonces es completamente inaceptable

David Cameron

La violencia del miércoles también provocó la condena de los gobiernos de Estados Unidos y de Naciones unidas.

"Si se confirma que de alguna forma el régimen ha apoyado o tolerado esta violencia, entonces es completamente inaceptable", dijo el miércoles primer ministro británico, David Cameron, tras reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Londres.

Ban señaló: "Cualquier ataque contra las manifestaciones pacíficas es inaceptable y lo condeno en los términos más duros".

En Washington el Departamento de Estado reiteró su llamado a que ambas partes se moderen.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó los "impactantes" enfrentamientos en una llamada telefónica que hizo al vicepresidente egipcio, Omar Suleiman.

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En la noche de este miércoles el gobierno de EE.UU. emitió un comunicado donde llamó a todos los estadounidense que quieren irse del país árabe a abandonarlo sin más demora.

De esta forma pidió que evacuen "inmediatamente" Egipto y agregó que cualquier retraso "no es recomendable".

miércoles, 2 de febrero de 2011

Las promesas de Mubarak no bastan para calmar a Egipto


Un día después de que el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, prometiera no buscar un nuevo mandato en las elecciones de septiembre, se reportan enfrentamientos entre sus simpatizantes y los manifestantes antigubernamentales que desde hace varios días ocupan una céntrica plaza de El Cairo.

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Mubarak, que lleva tres décadas en el poder, prometió reformas constitucionales pero dijo que quiere continuar en su puesto hasta el fin de su mandato.

Esto no parece ser suficiente para muchos de los participantes en la ola de protestas que empezó el pasado martes y que ya ha dejado más de 300 muertos.

Y según el corresponsal de la BBC, Jim Muir, el potencial para el conflicto, luego de la salida de miles de simpatizantes de Mubarak a las calles, es enorme.

"Antes el ejército había logrado mantener a los simpatizantes de Mubarak lejos de la plaza, pero parece que lograron pasar las barreras del ejército", informó Muir desde la Plaza Tahrir (Liberación).

También se reportan enfrentamientos en Alejandría.

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"Por amor a Egipto"

Soldados egipcios

Según el ejército las demandas de los manifestantes fueron escuchadas.

Los enfrentamientos se dan poco después de que el ejército hiciera un llamado a poner fin a las manifestaciones "por amor a Egipto".

"Ustedes comenzaron a salir y a expresar sus demandas y ustedes son los que pueden devolverles a Egipto la normalidad", dijo el portavoz del ejército Ismail Etman, en un comunicado por la televisión estatal.

"El mensaje de ustedes llegó, sus demandas se dieron a conocer", añadió el portavoz, quien dijo estarse dirigiendo especialmente a los jóvenes.

Para la mayoría de los manifestantes antigubernamentales, sin embargo, la promesa del mandatario no es suficiente.

"No nos iremos. Él se irá", coreaban muchos esta mañana en la Plaza Tahrir, informaron corresponsales de la BBC en la capital egipcia.

Pero luego miles de personas salieron a las calles este miércoles para expresar su apoyo al presidente.

Nuestro corresponsal Jon Leyne dijo que muchos de ellos insistían en que representan al pueblo y que nadie les pagó para que tomaran parte en la marcha progubernamental.

Y no parecen ser pocos los egipcios que consideran que la oferta de Mubarak es un compromiso adecuado.

"Mi opinión personal es que esto es lo mejor que se puede hacer en este punto", le dijo a la BBC Omneya Okasha, una residente de Alejandría, la segunda ciudad del país.

"Pienso que cualquier cambio repentino en estos momentos podría tener consecuencias más drásticas. Me parece que es una solución sin perdedores, que le conviene a ambas partes. Pero mucha gente seguirá protestando y querrán que él se vaya", añadió.

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"No sirve de nada"

Los líderes de las manifestaciones, por su parte, han instado al mandatario a dimitir antes del viernes, día para el cual tienen prevista una marcha hasta el palacio presidencial.

Si los egipcios siguen en las calles hasta el viernes, probablemente la próxima oferta de Mubarak será dimitir de inmediato.

Ahmed Khalifa, manifestante

"Si los egipcios siguen en las calles hasta el viernes, probablemente la próxima oferta de Mubarak será dimitir de inmediato", le dijo a la BBC otro manifestante, el doctor Ahmed Khalifa, de 35 años.

Algunos de los participantes en las protestas también han expresado su preocupación de que, si Mubarak no deja el poder inmediatamente, ellos puedan ser víctimas de represión por haberse expresado abiertamente en contra del gobierno.

El editor de temas internacionales de la BBC John Simpson señaló, desde El Cairo, que muchos no sólo quieren que Mubarak deje el poder sino también que enfrente la justicia.

"Después de todo, aquí todo el mundo considera que él fue quien dio las órdenes de disparar contra los manifestantes el viernes pasado", dijo Simpson.

"Hay una real demanda de venganza y la gente aquí culpa al presidente de todo, desde los preocupantes aumentos de los precios hasta la habitual brutalidad de la policía", añadió.

Presión internacional

Algunos de los aliados más cercanos de Egipto a nivel regional y global también le han pedido a Mubarak que introduzca reformas con urgencia.

Simpatizantes pro Mubarak

Los simpatizantes de Mubarak también salieron a las calles.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le advirtió al mandatario que debe garantizar una "verdadera" transición y que ésta debe comenzar "ahora".

Por su parte, el primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, dijo este miércoles desde Kirguistán que "la actual administración (de Egipto) no logra inspirar confianza para propiciar una atmósfera de democracia en un corto periodo de tiempo. Deberían comenzar este periodo de inmediato".

Erdogan añadió que se debería establecer un gobierno de transición que inspire confianza y alabó el llamado del ejército egipcio a los manifestantes a pensar en el futuro del país.

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Manifestantes pro y anti Mubarak se enfrentan en el centro de El Cairo

Manifestantes pro y anti Mubarak se enfrentan en el centro de El Cairo

martes, 1 de febrero de 2011

¿Cómo es posible que el 1% más rico nos gane al 99% restante en esta guerra de clases brutal?


Traducción de Anna Maria Garriga


¿Quiénes son ellos? El 1% más rico. Y quizás el 9% siguiente. ¿Quiénes somos nosotros? Todo el resto. Lo que plantea una interesante cuestión. ¿Cómo se las ha arreglado una pequeña fracción de la población –que es diversa en muchos sentidos- para que sus estrechos intereses económicos dominen a los intereses económicos de la mayoría? Y, al hacerlo, ponen en peligro el bienestar económico de nuestra nación y llevan al sistema financiero mundial al borde del colapso. Ellos tienen dinero. Nosotros tenemos votos.

En teoría, esto significa que nosotros deberíamos tener el gobierno. En teoría, el gobierno debería ser un contrapeso contra los excesos del dinero, adoptar un punto de vista amplio para el bien de la nación y velar por la mayoría. Ni que decir tiene, por los pobres y maltratados.

Lo que tenemos actualmente es un partido político que es sin lugar a dudas el partido del dinero y otro partido que se vende totalmente al dinero.

Bien, como mínimo tenemos redes de seguridad.

El mayor arrepentimiento de George Bush es no haber privatizado la seguridad social. ¿Por qué tanto anhelo?

Una de las razones es que se trata de una gran masa de dinero. Absolutamente gigantesca. A los banqueros y cambistas les vuelve locos no poder meter sus manos en ella.

La otra razón es la aversión ideológica. Stephen Moore (académico senior del Cato Institute, editorialista de la National Review y presidente del Free Enterprise Fund) escribió: "la Seguridad Social es el blando bajo vientre del estado del bienestar. Si tu lanza puede pincharlo, puedes socavar todo el estado del bienestar".

Allí donde Bush falló, Obama acaba de dar el primer paso.

Su reciente acuerdo fiscal incluye recortes en las contribuciones de los empleadores a la Seguridad Social. Lo que significa descapitalizar, debilitar y sentar un nuevo precedente de que las contribuciones a la Seguridad Social pueden recortarse para "estimular" a la economía.

El "crash" ha puesto a los Estados en peligro. En vez de aumentar los impuestos, o pedir prestado, algunos han decidido hacer recortes en Medicaid, el programa que presta servicios a distintas categorías de gente con rentas bajas: mujeres embarazadas, jóvenes menores de 19 años, ciegos, inválidos o los que necesitan cuidados domiciliarios. Si eres un pobre muchacho que necesita un trasplante de hígado, puedes ponerte a pedir, robar en una tienda o morir.

Este movimiento hacia la derecha es un triunfo de una campaña propagandística larga y bien financiada.

Cada vez que leo un editorial del New York Times escrito por un "académico senior" del Hoover Institute o un miembro del Cato Institute, me entran ganas de gritar, por favor cambien esto por "prostituta pagada por un millonario psicótico de extrema derecha". Lo que es mucho más real.

A su vez, tienen una gran influencia en los principales medios de comunicación. "Cuando los conservadores denunciaron la tendencia izquierdista de los medios de comunicación, vieron como sus instituciones eran citadas en varios medios casi 8.000 veces en 1995, mientras que los think tanks liberales o progresistas recibieron solo 1.152 citaciones" ("Como las instituciones filántropas y los think tanks conservadores transforman la política de los EEUU", por Sally Covington, Covert Action Quarterly, Winter 1998).

Su influencia en los medios de comunicación nacionales afecta a todo el diálogo nacional. Ahora, evidentemente, han llevado el concepto de think tank a un nivel totalmente nuevo: Fox News.

¿Qué pasa con los medios de comunicación? ¿No existen –fuera de Fox News- periodistas objetivos?

En periodismo no existe una realidad objetiva. Solamente existen comparaciones objetivas de citas. Las citas solamente pueden provenir de fuentes "válidas". Un periodista no puede tomar los recortes de impuestos y compararlos con los resultados económicos –aumento del empleo, cambios en el salario medio y otros por el estilo– y decir que los recortes de impuestos no crean empleo. Lo único que pueden hacer es citar a políticos como Bush y Obama, que dicen que los recortes de impuestos son un estímulo y, luego, buscar a alguien con la misma autoridad o, por lo menos, con una autoridad significativa que diga lo contrario, a continuación tratarlo como si fuera un menú chino: dos citas de la columna A, una de la columna B. Pero ¿qué pasa si no hay pesos pesados dispuestos a quedar constatados por la columna B?

Aquí está lo verdaderamente extraño.

Todo un campo, la economía, no sabe adonde va.

Ello se hizo evidente cuando el 99,7% (es una cifra imaginaria pero probablemente acertada), no fue capaz de predecir el crash del 2008. No fue capaz de diagnosticar la burbuja inmobiliaria, no fue capaz de entender la burbuja de los derivados y no fue capaz de darse cuenta de que los mayores bancos del mundo estaban todos en bancarrota.

Después del crash, fueron incapaces de alzar la voz contra los recortes de impuestos que lo provocaron. Fueron incapaces de encontrar una forma de solucionar los problemas. Solución que, basándonos en la experiencia histórica, parece bastante obvia, aumentar los impuestos y emplear el dinero en cosas útiles que la industria privada no quiere o no puede hacer, como emplear gente.

La teoría de Paul Krugman, parafraseándola de forma aproximada, es que los economistas sufren de envidia, que es como envidia del pene, pero aún más estúpida. La economía es una ciencia social, o sea no exacta. Los científicos sociales se fijan en la física, la más dura de las ciencias duras. Ven cantidad de matemáticas y de fórmulas. Se imaginan que si utilizan muchas matemáticas también ellos serán fuertes. Para crear modelos matemáticos a partir de la desordenada complejidad de la actividad humana suponen mercados perfectos. Si la economía se mantiene estable, puede funcionar.

La fe en la perfección de los mercados promueve la desregulación y los recortes de impuestos. Esto desestabiliza la economía. Por lo tanto, los economistas contribuyen a crear los desastres que no existen en sus modelos matemáticos.

Charles Ferguson, que dirigió el magnífico documental Inside Job, es mucho más cínico. Cree que los economistas académicos, al igual que los médicos que favorecen a las empresas farmacéuticas, sacan tajada favoreciendo los intereses del gran capital. En el film hace un trabajo maravilloso para demostrar precisamente esto.

Desde luego, la totalidad del mundo académico –con la excepción de algunos departamentos de literatura inglesa– ha pasado a formar parte del nexo empresarial, bancario, militar y político.

Se suponía que la torre de marfil estaba por encima de este asqueroso mundo. Era una de nuestras últimas defensas en la guerra de clases, un lugar dedicado al conocimiento por sí mismo y veraz precisamente por ser auténtico.

Actualmente las universidades persiguen verdades que alguien esté dispuesto a financiar.

La verdad de mañana es aquello por lo que hoy se paga.

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3891


Egipto en su "Día D": los escenarios posibles

Redacción
Un manifestante antigubernamental en la plaza Liberación

Para muchos, Egipto vive su "Día D". Pero, ¿cuáles son las alternativas?

Egipto vive un día crucial: la "marcha del millón de personas" convocada para este martes en El Cairo podría decidir el futuro del gobierno del presidente Hosni Mubarak, algo que podría tener repercusiones en todo el Medio Oriente.

Una marcha similar también está convocada en Alejandría y no se descartan manifestaciones multitudinarias en otras ciudades, especialmente luego de que el ejército anunciara que no piensa usar la fuerza en contra los manifestantes por considerar "legítimas" las "demandas del pueblo".

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Según el editor de la BBC para Medio Oriente, Jeremy Bowen, este anuncio puede resultar fundamental pues sugiere que Mubarak ya no cuenta con el apoyo incondicional de los militares y elimina gran parte del temor que podrían tener algunos de los manifestantes.

La situación, sin embargo, sigue siendo impredecible. Estos son algunos de los escenarios posibles del conflicto que este martes entra a su segunda semana.

clic Asume el vicepresidente

clic Gobierno de transición

clic Elecciones anticipadas

clic Represión y continuidad de Mubarak

clic Derrocamiento por la fuerza

Alguien de las esferas del poder toma las riendas

Mubarak puede prometer retirarse de forma gradual, prometiendo no presentarse a las elecciones presidenciales previstas para septiembre de este año, o incluso dimitir inmediatamente en favor de alguno de los actuales miembros de su gabinete.

Protestas en Egipto

Los manifestantes han sido explícitos en su rechazo a Mubarak y a sus allegados.

Y el nombramiento como vicepresidente de Omar Suleiman -un hombre aceptable para la élite militar, para occidente y para Israel-, lo perfila como el más probable sucesor de Mubarak.

Por lo pronto, el nuevo ministro de Finanzas de Egipto, Samir Radwan, le dijo al programa World Today de la BBC que él estaba recibiendo sus órdenes de manos del vicepresidente (Suleiman) y del Primer Ministro (Ahmed Shafiq).

Suleiman, por su parte, explicó a través de un mensaje televisado que había empezado a establecer "contactos inmediatos" con todas las fuerzas políticas, con el fin de impulsar importantes reformas políticas y económicas.

Pero Suleiman, quien anteriormente se desempeñaba como jefe de los servicios de Inteligencia de Mubarak, no es una figura popular entre los manifestantes. Y, con más de 70 años, la edad es un factor en su contra.

Esto significa que su nombramiento, de producirse, no pondría necesariamente fin a las protestas.

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Gobierno conjunto mientras se organizan las elecciones

Esta opción garantizaría la sobrevivencia de parte del actual sistema en el poder, pero no la del presidente y sus socios más cercanos.

Probablemente es lo que la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, tenía en mente cuando invitó al gobierno de Egipto a garantizar "una transición ordenada".

En este escenario, Mohamed el Baradei podría surgir como una figura comprometida para garantizar la transición y establecer nuevas reglas para las elecciones presidenciales y parlamentarios, que garanticen la confianza de los egipcios.

Pero no está claro el nivel de apoyo que El Baradei tendría por parte de los Hermanos Musulmanes, organización islamista que en cualquier elección libre y justa aspiraría a obtener gran parte de los votos.

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Elecciones anticipadas

Podrían efectuarse bajo supervisión internacional, pero igualmente sería necesario modificar la ley electoral actual.

Y existe la posibilidad de una victoria de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de oposición, lo cual generará una sustancial reacción internacional.

Hombre descansa sobre una bandera

¿Cuánto más podrán aguantar los manifestantes?

Aunque oficialmente ilegales, los Hermanos Musulmanes son muy respetados en Egipto y cuentan con grandes apoyos, especialmente por su labor a través de organizaciones humanitarias. Pero no tienen experiencia en el poder y su labor es poco conocida y comprendida en Occidente.

¿Cómo se reconciliaría su objetivo de crear un estado gobernado por la ley islámica que a su vez apoye los principios democráticos? ¿Son principios que se excluyen mutuamente?

¿Puede una organización conservadora y abiertamente islamista gobernar una sociedad que incluye a diez millones de cristianos? ¿Qué tipo de relaciones establecería con Estados Unidos e Israel?

Los Hermanos Musulmanes no son el Talibán, pero la pregunta es si están lo suficientemente cerca de, digamos, el Partido de la Justicia y el Desarrollo turco (AK), un grupo moderado islamista, como para alcanzar algún tipo de relación funcional con Occidente.

Tampoco se puede descartar una coalición entre los Hermanos Musulmanes y grupos seculares. Pero alianzas políticas entre estos grupos en la oposición ya han fracasado.

El Baradei, por su parte, es respetado en Occidente y tiene algo de apoyo entre las clases medias egipcias. Cuenta con buenas credenciales democráticas y, además, como ex jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) se enfrentó a EE.UU. en el tema de las actividades nucleares de Irán y en cuanto a las afirmaciones de que Irak tenía armas nucleares.

Pero también es alguien que ha pasado mucho tiempo fuera de Egipto y no se sabe la cantidad de apoyo que tiene entre las fuerzas armadas o entre las clases populares.

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Las protestas son reprimidas y Mubarak se aferra al poder

A pesar del gran despliegue del ejército y la policía y de que mucha gente ha muerto en las protestas, las fuerzas de seguridad no han empleado todo su músculo y sus recursos en reprimir a los manifestantes.

Pero esta opción parece poco probable, pues el ejército ya dejo claro que no piensa utilizar la fuerza en contra de sus propios ciudadanos.

Protestas en Egipto

Opositores llamaron a una manifestación de un millón de personas.

Después de todo los militares se ven a si mismos como apolíticos y salvadores de la nación. Aliarse con el presidente y contra la voluntad del pueblo les haría perder su legitimidad y su posición privilegiada en la sociedad egipcia.

Al mismo tiempo EE.UU. ha dado una clara señal de que estará en contra de cualquier represión de las protestas al estilo de las de Tiananmen, en China.

Un derrumbe de la seguridad también tendría un gran impacto en la economía egipcia, que alejaría definitivamente a los turistas y llevaría a las fábricas a cerrar durante largas temporadas. El precio del petróleo ya subió drásticamente y existe el temor de que se interrumpa el tráfico en la zona del Canal de Suez.

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Toma violenta del poder

Algunos analistas han advertido del peligro potencial de que en Egipto ocurra algo como en Irán en 1979, cuando una alianza de grupos laicos y religiosos derrocó al Sha, y que los fundamentalistas religiosos "secuestren" la revolución e impongan un régimen teocrático.

Dicen igualmente que Egipto podría caer el caos con la salida de Mubarak y que grupos yihadistas impongan su fuerza como en Yemen.

No obstante, otros observadores creen que esto es improbable porque, dicen, los Hermanos Musulmanes no son un movimiento extremista.

La fortaleza y el nivel de respeto del que gozan las fuerzas armadas también hace esta posibilidad poco viable.

Tampoco hay que perder de vista que estas son las protestas que más tiempo han durado en la historia moderna de Egipto. Y, en contraste, el levantamiento en Túnez, que tiene una población más pequeña que la de Egipto y un ejército mucho más débil, se mantuvo durante un mes.

Las protestas antes de la revolución iraní tomaron la mayor parte del año con un empuje final en diciembre de 1978 y enero de 1979. La fracasada "Revolución Verde" de 2009 se prolongó durante meses, pero se agotó después de un operativo de las fuerzas de seguridad.

Dilma y Cristina, desde donde hablaba Perón

Por Martín Granovsky

Salieron juntas al balcón de la Casa Rosada. Cristina le explicó a Dilma que desde ese lugar hablaba Juan Perón. Se rió y le contó que ella y Néstor Kirchner, como antes miles de argentinos en los primeros dos gobiernos del General, estaban abajo, escuchando. Dilma pareció divertida por la situación, que compartieron los cancilleres Antonio Patriota y Héctor Timerman y varias madres y abuelas de Plaza de Mayo.

La presidenta brasileña, que había pedido el encuentro con Madres y Abuelas, se mostró cariñosa con ellas. En un momento les dijo:

–La lucha de sus hijos tuvo sentido.

Y como fundamento nombró a los gobiernos de la región, incluido el brasileño desde Luiz Inácio Lula da Silva, proceso que ella continúa, y el de Néstor Kirchner desde el 25 de mayo de 2003, que sigue Cristina desde el 10 de diciembre de 2007.

Después Dilma y Cristina se encerraron a conversar y estuvieron casi dos horas a solas. La buena química entre ellas, según funcionarios argentinos y brasileños, prolongó su reunión, postergó el inicio de la comida en el Palacio San Martín e hizo que el lomo al Malbec se sirviera poco antes de la hora del té.

En los discursos, el aplauso más grande lo cosechó Néstor Kirchner. Dilma Rousseff lo mencionó como “compañero, amigo, líder y hombre de acción” y conmovió a buena parte de los 300 invitados.

Antes, Dilma y Cristina alcanzaron a decir sus discursos.

Dilma llamó a Cristina primero “amiga”. Después, después “amiga y compañera”. Reivindicó el papel de Néstor Kirchner en Unasur, recordó la idea brasileña de que la asociación con la Argentina será “estratégica” y dijo que imagina una articulación entre dos países que tienen “agricultura profesionalizada y productiva”, energía y la posibilidad de cooperar en ciencia y tecnología. Como ejemplo insistió en la idea de contabilizar mutuamente el material nuclear –un proceso de construcción de confianza que comenzó en 1985 con Raúl Alfonsín– y avanzó al mencionar uno de los 14 acuerdos firmados ayer: el que signaron la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil para construir reactores nucleares multipropósito de investigación y 30 mw de potencia.

En sintonía, Cristina dijo que “sabemos (porque Dilma también lo sabe) que la ciencia y la tecnología garantizarán mayor desarrollo”. La Presidenta subrayó que la relación más estrecha con Brasil es parte de un “proyecto colectivo”. Bromeó sobre el hecho de dos mujeres presidentas (“Dilma sabe mucho y no voy a darle consejos, pero ya le voy a ir contando algunas cosas”) y dijo: “Somos dos mujeres, pero somos representantes de dos países que tienen un proyecto colectivo”. Explicó que “cuanto más se tiene o más arriba se está las responsabilidades son mayores”, describió un mundo cambiado si se lo compara con el de 2008 y ejemplificó los cambios con ella misma. “Quien diría que terminaría aquí cuando me echaron del bloque del Senado...”, una alusión a sus antiguos choques con el menemismo.

Entre los convenios que destacó Cristina figuró el que crea el Foro de Empresarios Argentina-Brasil, con miembros del sector público y del sector privado. La edición de ayer del diario brasileño Valor Económico informó que desde 2002 las empresas de Brasil radicadas en la Argentina pasaron de 60 a 250, según la consultora Abeceb. Por la decisión de Vale de explotar clorato de potasio en Mendoza y la compra del Patagonia por parte del Banco do Brasil, los capitales vecinos terminaron primeros en el ranking de inversiones anunciadas en 2010, con 5300 millones de dólares, seguidos de China por la compra de Pan American Energy en cinco mil millones.

De los ejemplos que cuenta Valor, los puntos en contra para las empresas serían la inflación y los reajustes salariales. Pero inclinan la balanza los puntos a favor: menos imposición tributaria, acero más barato y peso argentino menos fuerte que el real en relación con el dólar.

Algunas de esas empresas, como la fabricante de baterías Moura, de Pernambuco, tenían tantos problemas para exportar a la Argentina que terminaron radicándose en Pilar.

Randon, desde Rosario, desde 2010 no tiene capacidad ociosa y vende cajas de semirremolques basculantes no solo a Uruguay, Chile y Paraguay, sino a su propio país de origen. También agregó remolques y cajas para granos y carga general.

Además de la integración productiva privada que impulsa el tablero del mercado regional, como en estos casos, Brasil ya anunció que se propone abrir a la Argentina la provisión de insumos y servicios para la explotación del pré-sal, el conjunto de nuevos descubrimientos petroleros situados hasta distancias de 7 kilómetros de profundidad debajo de capas de sal dura de hasta dos mil metros.

“Pasaremos del criterio del contenido nacional al del contenido regional, y eso es lo que vamos a aplicar con la Argentina”, dijo Dilma Rousseff en un reportaje con periodistas argentinas que Página/12 publicó el domingo último.

Fue, de hecho, un anuncio de abandonar la restricción del “compre nacional”, como lo llamaría aquí el economista Aldo Ferrer. Era un viejo reclamo de empresas argentinas, que quieren ser parte de la expansión brasileña focalizada en las nuevas obras de infraestructura y en la ampliación del mercado de consumo mediante la incorporación de 37 millones de pobres a una nueva clase media baja.

Además de la colaboración en el pré-sal, que no alcanzó a figurar entre los convenios pero sí fue formulado por Dilma, los empresarios medianos y grandes de la Argentina están interesados en acuerdos como el que firmaron ayer el Ministerio de Planificación Federal y la Caixa Económica Federal de Brasil para proyectos de desarrollo económico local y fronterizo, el aumento de la infraestructura urbana, la producción de viviendas para los sectores menos favorecidos y la estructuración de programas sociales.

También figura entre las estrellas de ayer el objetivo de un plan conjunto para avanzar en la cooperación bilateral para masificar el acceso a internet de banda ancha que debería aplicarse entre el 2011 y el 2015. El objetivo sería “el desarrollo digital inclusivo para la población de la Argentina y Brasil”.

Dilma y Cristina dijeron varias veces que continuarían la relación que diseñaron Lula y Kirchner. Esa relación comenzó muy bien en el 2003, cuando ambos iniciaban sus períodos, se empantanó en el 2004 y avanzó hacia una sintonía muy fina cuando Brasil y la Argentina se opusieron a la formación del ALCA y cuando ayudaron, juntos, a resolver una de las crisis más graves de Bolivia.

Si fuera por el buen humor que traslucieron ayer las presidentas, no parece que ese camino vaya a cambiar. Por lo pronto, Dilma cumplió su primera promesa. Debutó en el exterior viniendo a Buenos Aires a 30 días de haber asumido el mandato de cuatro años.

martin.granovsky@gmail.com

lunes, 31 de enero de 2011

Mubarak y la calle, siempre la calle





La primera aparición de Hosni Mubarak en televisión desde el comienzo de la intifada egipcia, el día 29 de enero, sorprendió por su dureza, de tono y de oído, y por su falta de originalidad. Todo lo que ofreció, además de sus habituales palabras sobre su preocupación por los pobres y los jóvenes, y sobre su compromiso de continuar y acelerar la “reforma económica, social y política”, fue cesar a su gobierno y “no dudar en tomar cualquier tipo de decisión para preservar la seguridad y tranquilidad de todo egipcio y egipcia”1. Ni una palabra acerca de cambios políticos concretos y reales. Sólo un nuevo gobierno que añadir a las decenas nombrados y cesados por él en los últimos 30 años.

¿Su análisis de los acontecimientos? Las manifestaciones y reivindicaciones “legitimas” de los ciudadanos, facilitadas por sus “indicaciones al gobierno para que permitieran que se expresaran”, fueron aprovechadas por “algunos” para “subirse a la ola” y “hacer negocio con con los eslóganes” contra el “régimen general” (al-nizaam al-aam). Resultado: la violencia, el alboroto, el pillaje y la anarquía (fawdá, seis apariciones entre 636 palabras en árabe), que “introdujeron el miedo en los corazones de la abrumadora mayoría de los egipcios”. Las palabras de siempre, con las que se intentan trastocar los sujetos y los objetos (el régimen general/mi régimen, el miedo de los egipcios/mi miedo/el miedo que quiero infundir a los egipcios).

Las auténticas decisiones subsiguientes son igualmente más de lo mismo, aunque incluyan un nuevo cambio de sentido: nombramiento de un nuevo primer ministro, Ahmad Shafiq, un militar, y, por primera vez en treinta años, de un vicepresidente, Omar Soleimán, gran jefe de los servicios secretos. Poco después, el Secretario de Organización del partido gobernante (Partido Nacional Democrático), Ahmad Ezz, dimitía de sus funciones y un alto representante del régimen en el Parlamento, declaraba en Al-Yazira, que “¡cómo no iba a dimitir la gente que era responsable de lo que estaba pasando!”.

Ahmad Ezz ocupaba un puesto clave en el entramado del régimen (un puesto que también ocupaba Mubarak antes de suceder a Sadat), pero, además de eso, era el magnate del sector del hierro y el acero, que dominaba en condiciones de casi monopolio, el amigo del hijo de Hosni Mubarak, Gamal, y uno de quienes junto a éste se habían impuesto –ahora vemos que temporalmente- en la batalla por el control del régimen entre la vieja guardia burocrática y los grande hombres de negocios2.

Así pues, la decisión de Mubarak estaba tomada: echar a los leones a quienes han tenido los destinos del país en los últimos diez años, y responsabilizarlos de “todo”. No en vano, fuentes del aeropuerto de El Cairo confirmaban a Al-Yazira lo que ya habían adelantado, curiosamente, fuentes israelíes, que 19 aviones privados cargados de hombres de negocios y empresarios, “árabes y egipcios” habían abandonado el país el sabado 29. Entre ellos, alguien “próximo” a Hosni Mubarak que no era su hijo Gamal, de quien hace días hay noticias sin confirmar en el sentido de que se encuentra en Londres desde el miércoles 26. En palabras de Mubarak, y las cito textualmente por su brillantez: “estoy convencido de que la economía es algo demasiado importante para dejarla únicamente en manos de los economistas”.

El giro de Mubarak, su último recurso, lo entienden perfectamente los egipcios, a diferencia de los grandes medios de comunicación occidentales, que han ignorado recurrentemente en los últimos años que tras las pretensiones de sucesión hereditaria de Mubarak padre se encontraba el triunfo de la liberalización económica en su versión sátrapa. En la última década se había precipitado el ritmo del travase de las propiedades públicas, industriales, financieras y agrícolas, a manos de una oligarquía con un pie en el sector privado y otro en el aparato del Estado y en el partido gobernante.

No obstante, los egipcios entienden perfectamente que no sólo la permanencia de Mubarak, sino, incluso prescindiendo de él, el ascenso de Omar Soleimán y el nuevo gobierno son más de lo mismo. Omar Soleimán no sólo ha intervenido en los asuntos internacionales, contribuyendo a asfixiar Gaza e intentar someterla, sino que llegó al cargo en 1993 para acabar a sangre y fuego con los jóvenes que, desesperados por las mismas miserias y sevicias de hoy, cogieron las armas en los 90 en el nombre del islamismo, para que luego sus dirigentes negociaran un armisticio y amnistía del régimen cuyos términos no se conocen. Omar Soleimán es del régimen de Mubarak, se mire por donde se mire.

En el momento de escribir estas líneas se anuncia en Al-Yazira la constitución de una comisión de diez miembros representante de “todas las fuerzas nacionales egipcias”, encabezada por Al-Baradei y que incluye a Muhammad Al-Baltagi (Hermanos Musulmanes), Ayman Nur (liberal, ex candidato a la presidencia y ex prisionero por ello), Magdi Ahmad Husein (de orientanción islamista laborista), Georges Ishaq (fundador de Kifaya), Abdel Hamid Qandil (naserista), Hamdin as-Sibahi (naserista), un joven líder del movimiento de los manifestantes, y otras personalidades. Esta comisión pretende negociar con el régimen y con el ejército las condiciones del abandono definitivo del poder por parte de Hosni Mubarak y la constitución de un gobierno de unidad nacional. Al-Baradei, según las mismas fuentes, “ha avisado a los Estados Unidos de que está perdiendo su credibilidad al continuar apoyando al régimen de Mubarak”.

Finalmente, los Estados Unidos están modificando hoy su discurso (“el pueblo egipcio no puede seguir soportando esta situación”, “el nombramiento de Soleimán sólo puede ser el principio de una larga lista de cambios” “no basta con cambiar las cartas de sitio”), tras el espaldarazo indisimulado a Mubarak que supuso la intervención de Obama por televisión inmeditamente después de la de aquel mensaje inequívoco a los altos mandos del ejército egipcio de que “aún” no podían contar con él para un golpe de mano.

Sin embargo, el régimen se mueve cada vez más nervioso. Mubarak aparece repetidamente en la televisión a lo largo del día entre Omar Soleimán, el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor y otros militares contemplando monitores de televisión, “siguiendo el desarrollo de los acontecimientos” como quien contempla un partido de fútbol anclado en el 0-0. Más tarde, el todavía presidente cambia varios capitanes generales en diversas regiones del país. Poco después, el presidente del Parlamento dice que se “enmendará” su composición cuando los jueces estudien el aluvión de quejas por el fraude electoral de noviembre de 2010. Finalmente se anuncia el redespliegue de la policía “sin enfrentarse a la población”.

Y, mientras tanto, cada vez más egipcios salen a las calles para que las cosas cambien de verdad.

En los grandes medios de comunicación se ha insistido (hemos insistido) en la importancia de las nuevas tecnologías y las nuevas redes sociales para organizarse. Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio que ha desempeñado un papel impagable en todo lo que esta sucediendo hoy lo desmiente: “No utilizamos Internet para organizarnos. Lo utilizamos para dar a conocer lo que estamos haciendo sobre el terreno”3.

NOTAS

1 Texto íntegro en árabe del discurso, en la página web de Al-Yazira, 29-01-2011.

2 Vease, en Rebelión mi texto El régimen de Mubararak y las revueltas de enero, 29 de enero de 2011 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121366).

3 “Entrevista con Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio”, por Mark LeVine, Rebelión, 29-01-2011, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121317