viernes, 28 de enero de 2011

Una nueva verdad nace en el mundo árabe

Filtraciones de documentos palestinos colocan a la región en un modo revolucionario
Robert Fisk
The Independent on Sunday

Traducido para Rebelión por Silvia Arana

Los Papeles Palestinos son un testimonio tan acusatorio como la Declaración Balfour. La "Autoridad" -uno tiene que usar este término entre comillas- Palestina estaba y está preparada para ceder el "derecho de retorno" de quizás siete millones de refugiados a lo que es ahora Israel por un "Estado" que podría llegar a ser, como mucho, sólo un 10 por ciento del Mandato Británico de Palestina.

Y mientras se revelan estos temibles documentos, el pueblo egipcio pide la caída del presidente Mubarak y los libaneses van a nombrar un primer ministro designado por Hizbulá. Rara vez ha visto el mundo árabe algo así.

Los Papeles Palestinos, para empezar, muestran con claridad que los representantes del pueblo palestino estaban dispuestos a destruir cualquier esperanza de los refugiados para retornar a su hogar.

Significa una afrenta para los palestinos enterarse de qué manera sus representantes les dieron la espalda. A la luz de los Papeles Palestinos, no hay manera de que este pueblo pueda creer en sus propios derechos.

Han visto en film y en papel que no regresarán. Pero a través del mundo árabe -y esto no significa el mundo musulmán- hay ahora una comprensión de la verdad que no había antes.

No es posible para la gente del mundo árabe el engaño interno. Las mentiras han terminado. Las palabras de los líderes -que son, desafortunadamente, nuestras palabras- han caducado. Somos nosotros los que los hemos llevado a este desenlace. Somos nosotros los que les hemos contado estas mentiras. No podemos repetirlas más.

En Egipto, los británicos amábamos la democracia. Estimulamos la democracia en Egipto, hasta que los egipcios decidieron que querían terminar con la monarquía. Entonces los encarcelamos. Luego quisimos más democracia. Fue la misma vieja historia. De la misma manera que queríamos que los palestinos disfrutaran de la democracia, siempre y cuando votaran por la gente correcta, queríamos que los egipcios amaran nuestra vida democrática. Ahora, en Líbano, parece ser que la democracia libanesa tomará su lugar. Y no nos gusta.

Queremos, por supuesto, que los libaneses apoyen a la gente que nosotros queremos, los musulmanes suníes detrás de Rafic Hariri, cuyo asesinato- creemos como dueños de la verdad- fue orquestado por los sirios. Y ahora tenemos en las calles de Beirut la quema de autos y la violencia contra el gobierno.

Y entonces, ¿hacia dónde vamos a ir? ¿Podría ser, tal vez, que el mundo árabe va a elegir sus propios líderes? ¿Podría ser que vamos a ver un nuevo mundo árabe que no esté controlado por Occidente? Cuando Túnez anunció su independencia, Hillary Clinton calló. Fue el excéntrico presidente de Irán el que dijo que le hacía feliz ver un país libre. ¿Por qué sucedió esto?

En Egipto, el futuro de Hosni Mubarak se ve más perturbador. Su hijo podría ser el sucesor elegido por él. Pero sólo hay un califato en el mundo árabe, y es Siria. El hijo de Hosni no es el hombre que quieren los egipcios. Es un hombre de negocios de poco peso que puede -o no- ser capaz de rescatar a Egipto de la corrupción.

El comandante de seguridad de Hosni Mubarak, un cierto Suleiman, que está muy enfermo, puede que no sea el hombre. Y mientras tanto, a través de todo el Medio Oriente, esperamos ver la caída de los amigos de EE.UU. En Egipto, Mubarak se debe de estar preguntando adónde podrá huir. En Líbano los amigos de EE.UU. están colapsando. Es el fin del mundo de los "demócratas"del Medio Oriente Árabe. No sabemos qué vendrá a continuación. Quizás sólo la historia pueda contestar a esta pregunta.

Nota de la traductora: La Declaración Balfour fue una declaración formal del gobierno británico publicada en 1917 en la que Gran Bretaña apoyaba la creación de un territorio judío en el Mandato Británico de Palestina.

Fuente: http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/fisk/robert-fisk-a-new-truth-dawns-on-the-arab-world-2194488.html

Egipto: ¿qué pasa si cae Mubarak?

El cuarto día consecutivo de protestas en contra del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, ha producido escenas de caos El Cairo, Alejandría y Suez, donde se reportó la muerte de al menos un manifestante.

En Suez los manifestantes enojados también atacaron vehículos blindados y prendieron fuego a una comisaría de policía, que respondió con balas de goma y gases lacrimógenos.

Las autoridades egipcias, que bloquearon los servicios de internet y telefonía celular en casi todo el país, decretaron un toque de queda y vehículos del ejército han empezado a patrullar las calles de la capital, El Cairo.

Las escenas, impensables hasta hace poco en un país gobernado con puño de hierro por Mubarak durante 30 años, obligan a preguntarse: ¿puede el presidente egipcio correr la misma suerte que la de su similar de Túnez, Zine al-Abdine Bean Azi, derrocado por una sublevación popular hace una semana?

¿Y cuáles serían las consecuencias de la caída de Mubarak?

Después de todo, Egipto es el país más populoso en el mundo árabe, con una de las economías y ejércitos más grandes de la región.

Protestas en El Cairo

Los manifestantes quieren más libertades, más democracia y empleos.

Y aunque tal vez ya no ejerce la misma influencia en el Medio Oriente de décadas pasadas, su importancia no se discute.

Por eso, si Mubarak llegase a caer, las consecuencias serían considerables. Y se sentirían más allá de la región, llegando sin duda hasta Washington.

Si en realidad se va a dar el proverbial "efecto dominó", Egipto será la pieza clave que desencadenaría la caída de las otras fichas, opinan los analistas.

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Paralelo con América Latina

El corresponsal de la BBC en El Cairo, Wyre Davis, comenta que muchos están a la espera del desenlace de los próximos días y lo que pase en el Norte de África y el reste del mundo árabe.

Davis, que también cubrió en una época los eventos en Chile, hace alusión a los movimientos que transformaron a varios países latinoamericanos de regímenes militares, en su mayoría, a gobiernos civiles.

Aunque la comparación no es exacta, pues los gobiernos en el Magreb y el Medio Oriente no son militares, si hay varias similitudes.

Son movimientos sociales, no políticos. La gente exige mejores condiciones de vida, comida a precios razonables y empleos.

Wyre Davis, corresponsal de la BBC en El Cairo

"Esencialmente son gobiernos civiles autoritarios, donde hay abusos a los derechos humanos, muy poca democracia y el pueblo se siente frustrado", señala el corresponsal.

"En ese sentido, los mismos levantamientos que vimos en Argentina, Chile, Uruguay y Brasil están sucediendo aquí también. La región entera se democratizó en cuestión de una década" afirma.

Lo mismo talvez podría pasar con Egipto y sus vecinos. Pero Wyra Davis advierte que todavía es demasiado temprano.

También resalta que se trata de un movimiento social y no político. "La gente exige mejores condiciones de vida, comida a precios razonables y empleos", explica.

En ese sentido el movimiento popular se ha contenido a expresiones de malestar interno y no internacional. No ha habido consignas en contra de Estados Unidos ni de Israel.

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El factor islámico

No obstante, Egipto es el mayor receptor de asistencia estadounidense en la región, después de Israel, y el presidente Mubarak es un aliado de Occidente, considerado el hombre fuerte en la lucha contra el radicalismo islámico.

Cartel con la cara de Hosni Mubarak

Mubarak es un aliado de occidente, pero las protestas podrían forzar su salida.

La gran interrogante para EE.UU. y Occidente es qué tipo de gobierno entraría si sale Mubarak.

Podría ser un gobierno civil, como también podría haber una toma militar. Mientras tanto la Hermandad Musulmana y otras organizaciones islámicas están esperando entre bastidores.

"Si un movimiento islámico llena el vacío de poder, podrían sufrir las relaciones con Israel y habría preocupación en torno al equilibrio de poder en la región", dice Davis.

Washington han dejado en claro que apoya más libertades, aunque lo último que quiere ver es un gobierno islámico antioccidente.

Sin embargo, el corresponsal de la BBC subraya que en Egipto hay varios partidos islámicos modernos y democráticos actuando en la política. "La propia Hermandad Musulmana no es necesariamente tan mala como la describe EE.UU.".

Todavía está por definirse el éxito que pueda tener el movimiento social en Egipto, sobre todo cuando el gobierno tiene un historial de reprimir con mano dura este tipo de protestas.

Pero la situación se está saliendo de las manos. Como informa Wyre Davis, la manifestaciones no están limitadas a una ciudad o a un solo grupo social.

"El éxito del las movilizaciones Túnez fue que, cuando el gobierno quería contenerlas en una ciudad, brotaban en otra y luego en otra", afirma.

"Estoy viendo ese mismo patrón en Egipto", concluyó.

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Protestas en El Cairo

La policía intenta reprimir las multitudinarias protestas en El Cairo que ya van en su cuarto día.

jueves, 27 de enero de 2011

Egipto, contagio explosivo

Editorial de La Jornada

En el contexto del denominado Día de la Ira, miles de egipcios se manifestaron ayer en las principales ciudades de ese país para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak –quien encabeza, desde hace tres décadas, un régimen dictatorial, corrupto y violador de los derechos humanos–; en demanda de la derogación de la Ley de Emergencia, vigente en el país desde 1981 –que permite detenciones arbitrarias y que ha sido usada para reprimir cualquier voz discordante con el régimen–, y en reclamo por la violencia policial, el desempleo, el aumento de los precios y los bajos salarios. El saldo preliminar por el intento de disolver las movilizaciones es de tres muertos: dos manifestantes en Suez (noreste) y un policía en El Cairo.

Con esto, ha quedado de manifiesto la velocidad con que se han extendido hacia otra nación del mundo árabe las revueltas originadas en Túnez desde hace más un mes (las cuales provocaron la caída de Zine Abdine Ben Ali el pasado 14 de enero). En efecto, aunque los disturbios y el descontento en el país magrebí distan de haberse disipado, el entorno de explosividad política y social ha contagiado a Egipto, país que, al igual que Túnez, presumía de gozar de cierta estabilidad interna, pero en el que también se conjugan el hartazgo hacia un gobierno autocrático y represor, así como la desesperación popular por los efectos nefastos de la globalización económica.

Fuera de esos rasgos comunes, el caso egipcio reviste particularidades que potencian su impacto internacional: a diferencia de Túnez, que es la nación más pequeña del norte de África, Egipto es el país más poblado del mundo árabe –con unos 80 millones de habitantes– y el que cuenta con el ejército más grande; tiene una posición geográfica estratégica –entre los continentes africano y asiático y entre los mares Rojo y Mediterráneo–, y tiene una ruta clave para las comunicaciones y el aprovisionamiento energético de Europa: el canal de Suez. Otra diferencia sustancial es que, mientras en Túnez no existe prácticamente oposición islámica –la cual fue reprimida a conciencia por el gobierno de Bel Ali–, en el contexto de las movilizaciones en Egipto ha sido clara la participación de los Hermanos Musulmanes, partido ortodoxo sunita que constituye la principal oposición al régimen, considerada la formación inspiradora del grupo palestino Hamas, y que representa, en consecuencia, uno de los principales factores de preocupación para las naciones occidentales.

Pero acaso el matiz más importante es que, si bien Ben Ali era considerado un aliado de Occidente en la región, su gobierno no tuvo el peso geoestratégico que reviste, para los intereses de Washington y sus aliados, el régimen de Egipto. En efecto, a partir de la firma de los acuerdos de Campo David, en 1979 –con los que se puso fin al conflicto con Israel–, y bajo los regímenes de Anwar al Sadat y el propio Hosni Mubarak, El Cairo se ha erigido en el segundo mayor receptor de ayuda exterior estadunidense, sólo por detrás de Tel Aviv, con un promedio de alrededor de 2 mil millones de dólares anuales en asistencia económica y, sobre todo, militar. La posición de Egipto como aliado privilegiado de Estados Unidos en la región ha continuado bajo la administración de Barack Obama, quien incluso eligió ese país para pronunciar, al inicio de su administración, su célebre discurso de acercamiento al mundo musulmán, acaso sin tomar en cuenta que el régimen de El Cairo ha gravitado como contrapeso para la desarticulación de los afanes de unidad que florecieron hace medio siglo entre los gobiernos árabes, y que ha colaborado con Tel Aviv en el férreo bloqueo que ese gobierno mantiene en la martirizada franja de Gaza.

Ayer mismo, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dio una nueva muestra de la doble moral característica de Washington, al afirmar que nuestra impresión es que el gobierno egipcio es estable. Sin embargo, ante revueltas como las ocurridas en Túnez y Egipto, la lección inexorable para las diplomacias occidentales, la estadunidense en primer lugar, es que deben revisar a fondo y corregir la práctica diplomática de brindar apoyo a regímenes tiránicos a cambio de alineamiento a sus intereses geopolíticos: si esa fórmula inmoral resultó conveniente para Washington y sus aliados en algún momento, hoy es claro que es insostenible y contraproducente, y que obstaculiza las perspectivas de democratización pacífica no sólo en el Magreb y en el norte de África, sino en todo el mundo.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/01/26/index.php?section=opinion&article=002a1edi

Egipto: ¿Túnez parte II?

Si uno lee la mayoría de las crónicas periodísticas sobre los sucesos que tienen lugar en Egipto encuentra como factor común la frase "sin precedentes", pero cualquiera que conozca la realidad egipcia o haya vivido un tiempo en ese país sabe que esas dos palabras no alcanzan para explicar lo imprecedente de este fenómeno.

Manifestaciones en El Cairo

Las protestas en El Cairo han sido tan intensas como las de Túnez hace unas semanas.

Un amigo egipcio me decía una vez que él creció en la escuela viendo cómo el retrato del presidente Hosni Mubarak en su aula iba cambiando con los años, hasta que un día dejaron de colgar nuevas imágenes, la foto del líder paró de envejecer y se quedó congelada en el tiempo.

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Su presencia sostenida desde 1981 en la vida política egipcia puede explicar la relación de Mubarak y el poder, a tal punto que para muchos egipcios es más posible "que las arenas del desierto tapen las tres Pirámides de Giza antes de que su líder deje la presidencia".

La analogía con el Antiguo Egipto no es gratuita, uno de los tantos apodos de Mubarak es "el faraón".

Por eso, a nadie sorprendió cuando empezaron a correr los rumores de que su hijo Gamal lo sucedería en la presidencia. El retrato del aula podía cambiar, el apellido no.

"Egipto no es Túnez"

Manifestante

Las redes sociales parecen estar jugando un papel clave en las protestas.

Tras la caída de Ben Ali en Túnez, los líderes árabes se reunieron en la localidad egipcia de Sharm El-Sheikh. Mubarak, quien encabezó el encuentro, abogó por una mayor inversión en la juventud árabe a la que llamó "el más preciado de todos nuestros recursos y riquezas".

Parte de esa juventud, que vio cambiar el retrato de Mubarak en sus colegios hasta que mutó en inmutable, es la que inspirada en lo sucedido en las calles tunecinas está movilizándose en las ciudades y en las redes sociales pidiendo el fin de su gobierno.

Pero en el Medio Oriente Túnez no es Egipto. Para los árabes, El Cairo ha sido siempre como el faro de Alejandría. Varios ejemplos fueron cuando le quitó el Canal de Suez a las antiguas potencias coloniales en 1956 o cuando desafió a Israel en 1973. Una traición cuando firmó la paz con el Estado judío.

Por eso, lo que ocurra en Egipto puede repercutir en toda la región de un modo mucho más contundente que la caída de cualquier líder en el Magreb. Soñar un Egipto sin Mubarak es para muchos políticos y diplomáticos occidentales una preocupación, ya que significa la posibilidad de que partidos islamistas tomen el poder.

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No por nada, el movimiento islámico ha sido acusado por el gobierno egipcio de estar detrás de las movilizaciones, una acusación que parece estar más dirigida a alentar fantasmas externos que a apaciguar los internos.

Para comprender el miedo que genera un "Egipto islámico" basta recordar que antes de la reconstrucción de Irak, el gobierno de Mubarak era uno de los tres mayores receptores de dinero estadounidense del mundo (los otros dos eran Israel y Colombia).

"La revolución tunecina no está muy lejos de nosotros"

Policía cariota

La policía cairota ha sido desbordada por la protesta callejera.

En el encuentro de Sharm El-Sheikh, el secretario general de la Liga Árabe, el también egipcio Amr Moussa, dijo que "el alma árabe estaba quebrada por la pobreza, el desempleo y la recesión general".

"La revolución tunecina no está muy lejos de nosotros", advirtió Moussa y concluyó: "el ciudadano árabe ha entrado en un estado de rabia y frustración sin precedentes".

Pero estas dos palabras sobre lo imprecendente de lo que ocurre por estos días en el mundo árabe no impresionaron a todos.

Un funcionario de seguridad egipcio citado por el periódico cairota Al-Ahram dijo que el gobierno estaba "muy alerta sobre posibles manifestaciones que pudieran estar inspiradas en los incidentes (de Túnez)", pero agregó que no esperaban ninguna movilización muy grande en el corto plazo.

La pregunta es cuál tesis se impondrá, la visión de Moussa que teme por la volatilidad de la situación o la del funcionario egipcio que días atrás no imaginaba en absoluto el escenario que vive por estas horas su país.

La respuesta se encuentra tal vez en los ojos de Mubarak.

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martes, 25 de enero de 2011

"Pueden hacer lo que quieran: deportaciones, cualquier cosa, pero no pueden evitar que los Estados Unidos vayan al bilingüismo"

La Ventana


Al escritor boliviano Claudio Ferrufino-Coqueugniot lo abordamos cuando recién iniciaba las labores como jurado del género de Novela en la edición 52 del Premio Casa de las Américas. Su presencia en La Habana, precedida por el éxito que obtuvo en el certamen literario en su edición de 2009, con la obra El exilio voluntario, nos condujo inevitablemente por dos caminos que la institución ha decidido sistematizar en fecha reciente: los estudios sobre latinos en los Estados Unidos, con un programa iniciado en el año 2008, y los que se dedican a las culturas originarias de América, que recién hemos abierto.

Es por eso que, tras las primeras impresiones compartidas, ante tantas cosas por leer y el placer de compartir con otros escritores, «conversar sobre diversos temas y sobre lo nuestro, la literatura», y unido al gusto de regresar a Cuba, comenzamos el diálogo recabando sus opiniones sobre la conferencia que en la jornada inaugural del Premio ofreciera el vicepresidente de su país, Álvaro García Linera.

«Me pareció bien interesante. Es un hombre inteligente. Su análisis de la historia o de las coyunturas históricas me pareció correcto. La manera de implementar los cambios puede ser controversial, pero pienso que lo más importante de lo que está pasando en Bolivia es que finalmente, después de alrededor de 200 años, el indígena va a formar parte de la historia nacional como protagonista. Lo importante es el cambio, este cambio social que era necesario, urgente. Como todo proceso, va a tener sus bajas y subidas, errores y aciertos, pero creo que va a ser finalmente de gran trascendencia para el país», enfatizó.

¿En qué sentido cree usted que Bolivia, a partir del enfoque plurinacional que ha instituido de algún modo el gobierno actual, puede convertirse en un modelo de construcción, desde los estados latinoamericanos, de esa visión, en aquellos donde forma parte de la identidad nacional?

—Creo que vamos a tener que ser todos muy creativos. Es una situación nueva, única en muchos sentidos, en otros no. Hay experiencias con los indígenas que se han realizado en otros países. Por ejemplo, las reservas indígenas en los Estados Unidos son en gran medida autónomas y lo han sido por los últimos 100 años. Sabemos bien el proceso de explotación y expoliación que han sufrido, pero tienen autonomía jurídica.

»En Bolivia hay tres grupos étnicos importantes, numerosos, y muchísimos grupos pequeños. Cuando Álvaro García Linera habló de construir carreteras y perforar pozos petrolíferos en parques nacionales, por ejemplo, tocó un punto que genera mucha controversia y conflicto, porque al hacer algo que evidentemente va a dar excedentes económicos al país, se pudiera destrozar no solo la biodiversidad, sino que al menos dos etnias indígenas selváticas van prácticamente a desaparecer. Entonces, ¿hasta dónde llega nuestro discurso de lo plurinacional? ¿O es que una mayoría —en este caso la quechua-aymara— va a determinar el destino de las otras?

»Es una cosa muy íntima nuestra, desconocida posiblemente en el extranjero: cómo defender a la etnia yuqui, errante, nómada, en este bosque Isiboro-Sécure, en el parque Carrasco, si se va a comenzar a explorar petróleo, a abrir carreteras hacia el Brasil para exportación e importación. ¿Hasta dónde vamos a desarrollarnos y cómo lo haremos? Son preguntas que hay que hacerse».

En 2008, con un premio de ensayo dedicado a los Estudios sobre Latinos en los Estados Unidos, se abrió ese programa que nos permite sistematizar un trabajo que se venía haciendo desde antes en la Casa. Este año, inauguramos otro sobre culturas originarias de América. ¿En qué medida cree usted que un evento como el Premio contribuye a nutrir todo este acervo latinoamericano, concretamente en la literatura?

—Es muy importante el hecho de que una institución como la Casa abra espacios para estudios sobre los latinos en los Estados Unidos o sobre las culturas originarias, porque al reconocer a alguien, ya sea en ficción, ensayo o cualquier género, se está dando un rostro a todo un fenómeno. Lo ideal sería que con el tiempo se llegara a premiar literatura en lenguas originarias, pero es un largo camino, porque sus hablantes han sido constantemente vetados durante más de 400 años. Hoy tenemos intelectuales en Bolivia, bilingües o trilingües, que escriben en español y también en quechua o aymara. Sería muy lindo rescatar eso, algo que José María Arguedas quiso hacer.

Los bolivianos en los Estados Unidos integran —junto a otras comunidades de latinos— un discurso que hoy parece más fuerte, si lo comparamos con una tradición que muestra a estos grupos de algún modo “sumergidos”. ¿Es que “lo latino” se ha ganado un espacio “real” en ese país?

—No se ha ganado aún un espacio real. Que se lo va a ganar, eso es inevitable. Pueden hacer lo que quieran: deportaciones, cualquier cosa, pero no pueden evitar que los Estados Unidos vayan al bilingüismo. Existen muchas facetas positivas y negativas del asunto. En el caso de los escritores, hay un elitismo marcado de la intelectualidad academicista latina en los Estados Unidos, que olvida que el meollo de nuestra posición ahí son los trabajadores latinos; es esa masa de gente que va anónima la que está fundando las bases de unos Estados Unidos latinos.

»Respecto a cuán firme está la presencia del “latino” en los Estados Unidos, lo dirá el tiempo. Generalmente, nuestra inmigración es de gente sin escuela, sin educación y cuyas terceras generaciones adquieren conocimientos, ya tienen posibilidades de hacerlo. Por supuesto, toca ir creando una conciencia política, en cierto modo hasta racial.

»Los mexicanos se llaman a sí mismos “la raza” y nos incluyen a los bolivianos y a otros grupos. Suelen preguntarme: “¿Eres ‘raza’?”. Y yo digo: “Sí, soy ‘raza’, soy boliviano”. De ese modo, se pierden los matices particulares de cada país. En los Estados Unidos, los bolivianos no discutimos sobre lo plurinacional, o sobre mi ancestro quechua, o tu ancestro guaraní. Allí somos latinos y el español es nuestro común denominador. El panorama cambia completamente».

¿Cómo ve la identidad latina en Estados Unidos?

—Ahora que estamos en tiempos de conflicto con “el otro”, el anglosajón —que es un término muy general porque dentro están metiendo a ítalo-americanos, polacos, judíos, rusos…, quienes forman el bloque contra la inmigración latina, que es la más fuerte y la que representa “un riesgo” para ellos—, nuestra identidad ahora es la de ser latinos. Lo que pienso es que cuando adquiramos posiciones de poder político empezarán, en primer lugar, las diferenciaciones nacionales. Habrá una disputa por el poder, se perderá la esencia latina y, más adelante, sin duda alguna, también aparecerán diferenciaciones étnicas.

»Pero falta mucho para eso. El problema es que los latinos tenemos cierta representación en el Congreso de los Estados Unidos, pero esta es débil porque no se ha tomado conciencia del poder que significa el número. Yo sería muy drástico y atacaría —si se quiere atacar al sistema— por el lado económico. Si un día se dice a los latinos ilegales en Colorado, por ejemplo, que este fin de semana no compren nada, ahí se va a ver cuánto importan. Es en lo económico que se debe atacar, no pedir limosnas para que nos den esta concesión o la otra, porque allí el consumo es lo más importante.

»Una vez se intentó hacer una especie de huelga para no trabajar un día, en Denver, y ese día las calles estuvieron vacías, pero creo que es más importante decir: mañana no se compra, porque ahí se va a sentir la importancia de un sector muy grande de la población que es el nuestro».

Habría que lograr determinados consensos para pasar por encima de estrategias muy débiles.

—Sí, son febles, débiles, porque es muy difícil, ya que mucha gente está en los Estados Unidos para sobrevivir y con lo poco que tienen, a pesar de la sombra de la persecución, vive feliz. Es mejor que lo que siempre han tenido. Tengo amigos de los ranchos de Guerrero que no tuvieron luz ni agua hasta los diecisiete años, o zapatos hasta los diez. En esas condiciones, tratar de enfrentar al “otro” es bien difícil.

Fuente: http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=5938

El año que viviremos peligrosamente

El aumento de los precios de las materias primas y los fenómenos meteorológicos extremos amenazan la estabilidad global

TomDispatch.com

Traducido para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R.

Introducción del editor de TomDispatch

Era un muchacho pobre de 26 años que trataba de sobrevivir y de pagar por la educación de sus hermanas. Enfrentaba cara a cara casi todos los días y de manera humillante la profunda corrupción del régimen tunecino, en forma de sobornos que no se podía permitir sólo para mantener su pequeño puesto y el poder de una burocracia de impedírselo a su antojo. Frustrado, para protestar, se empapó en gasolina y se inmoló por el fuego (aunque la muerte tuvo lugar días más tarde).

Su nombre era Mohamed Bouazizi; provenía de la ciudad de Sidi Bouzid, de la cual jamás habéis oído hablar; y la suya es una historia terrible. Ahora se le conoce en todo Oriente Medio como el hombre que inició la revolución tunecina e indudablemente formará parte de la historia, junto con Thich Quang Duc, el monje budista que se sentó tranquilamente en una calle de Saigón en junio de 1963, e inició una tormenta de fuego política al inmolarse para protestar contra un gobierno sudvietnamita respaldado por EE.UU.; y Jan Palach, el estudiante checo que hizo lo mismo en la Plaza Wenceslao de Praga en enero de 1969 como reacción ante la invasión soviética de su país. En los tres casos, otros siguieron sus dolorosos ejemplos. En los tres casos la cosa terminó mal, tarde o temprano, para los que estaban en el poder.

En todo el Oriente Medio actual, aumentan las inmolaciones y nerviosos autócratas respaldados por EE.UU. escuchan el estruendo que viene desde abajo, como el de los manifestantes que se dice que corean: “¡Somos los próximos, somos los próximos, Ben Alí, dile a Mubarak que es el próximo!”

Tras los eventos de Túnez, como en los recientes disturbios en Argelia, Jordania y otros sitios, está el creciente coste de cosas indispensables para la gente. En Argelia, los jóvenes manifestantes que incendiaban edificios también coreaban: “¡Traednos azúcar!”. Como señala Michael Klare, colaborador regular de TomDispatch y autor reciente de Rising Powers, Shrinking Planet, hemos entrado en la era de las revueltas por los recursos, y no hay vuelta atrás. Tom

El año que viviremos peligrosamente

El aumento de los precios de las materias primas y los fenómenos meteorológicos extremos amenazan la estabilidad global

Michael T. Klare

Preparaos para un año escabroso. Desde ahora los precios en aumento, las fuertes tormentas, las graves sequías e inundaciones y otros eventos inesperados pueden causar estragos en el tejido de la sociedad global, produciendo caos e inquietud política. Comencemos por un hecho simple: los precios de los alimentos básicos ya se acercan o exceden de sus niveles máximos en 2008, el año en el qu estallaron fuertes disturbios en docenas de países de todo el mundo.

Por lo tanto no es sorprendente que los expertos en alimentos y energía comiencen a advertir de que 2011 podría ser el año en el que viviremos peligrosamente, y lo mismo podría ser en 2012, 2013, etc., en el futuro. Hay que añadir los costes disparados de los granos que mantienen viva a tanta gente empobrecida, un aumento similar de los precios del petróleo -que de nuevo se acercan a niveles no vistos desde los meses de punta de 2008–, y ya se pueden escuchar los primeros ruidos del peligro inminente de que colapse la débil recuperación económica. Y esos crecientes precios de la energía agregan más leña al descontento global.

Los precios de los alimentos, combinados con inmensos niveles de desempleo juvenil y una profunda desconfianza hacia gobiernos autocráticos y represores, han provocado disturbios y protestas masivas en Túnez que, para sorpresa del mundo, expulsó al presidente dictador Zine al-Abidine Ben Alí y a su corrupta familia. Y muchas de las tensiones sociales evidentes en ese país están presentes en todo Oriente Medio y en otros sitios. Nadie puede predecir dónde ocurrirá la próxima explosión, pero con el continuo aumento de los precios de los alimentos y otras presiones económicas, parece inevitable que haya más levantamientos. Puede que sean las primeras revueltas por recursos que capten nuestra atención, pero no serán las últimas.

En pocas palabras, los modelos de consumo global comienzan ahora a desafiar los límites de los recursos naturales del planeta. Las poblaciones siguen aumentando y de Brasil a India, de Turquía a China, también aparecen nuevas potencias. Con ellas viene la avidez por una vida más semejante a la estadounidense. No es sorprendente que la demanda de materias primas básicas esté aumentando significativamente, incluso mientras los suministros disminuyen en muchos casos. Al mismo tiempo el cambio climático, que en sí es un producto del uso desenfrenado de la energía, se agrega a la presión sobre suministros, y los especuladores apuestan a una tendencia progresivamente peor de la situación. Si se suman todos estos factores, el camino futuro aparece cada vez más escabroso.

Paneras sin pan

Comencemos por los alimentos, la materia prima más importante y volátil. Los precios de los alimentos disminuyeron en octubre de 2008, después del comienzo de la crisis financiera global, pero parece que fue una anomalía. El índice global del precio de los alimentos de diciembre de 2010, elaborado por la Organización de Agricultura y Alimentos (FAO) de la ONU, llegó a un récord de 215, un punto más que en la primavera de 2008. (En ese índice, basado en un “paquete” de alimentos básicos, una base de 100 representa los precios medios del período 2002-2004.) De hecho, algunos productos alimentarios, incluidos el azúcar, aceites comestibles y grasas, se venden ahora a precios sustancialmente superiores a los de 2008; otros, incluidos los productos lácteos, granos, y carne, se acercan peligrosamente a niveles récord.

Al comenzar el año 2011, los expertos en alimentos temen que, en pocos meses, los precios de los alimentos básicos aumenten por encima de umbral de 2008 y permanezcan allí, causando extremas penurias a gente pobre en todo el mundo. “Estamos a un nivel muy elevado”, dijo, preocupado Abdolreza Abbassian, economista de la FAO. “Estos niveles condujeron en el período anterior a problemas y disturbios en todo el mundo”.

Abbassian y sus colegas están especialmente preocupados por el aumento del coste del maíz, el arroz, y el trigo, los cultivos principales para miles de millones de personas en muchos de los países más pobres. Según la FAO, a finales de 2010, los precios internacionales de maíz y trigo ya se acercaron a su nivel máximo de 2008 (unos 260 y 340 dólares por tonelada métrica, respectivamente).

Los analistas atribuyen el aumento en los precios de granos a la creciente demanda en las naciones desarrolladas y en desarrollo, junto a una serie de eventos catastróficos relacionados con el clima y la especulación por parte de los inversores. Una extrema sequía y feroces incendios destruyeron el verano pasado un gran porcentaje de la cosecha de trigo en Rusia y Ucrania, mientras fuertes inundaciones en India y la inundación de un 20% de Pakistán dañaron partes importantes de la producción de granos de esos países. Al mismo tiempo, un clima inusualmente cálido y seco limitó la producción en una serie de áreas agrícolas cruciales.

Lo que hace tan preocupante el panorama actual son las señales de que la severidad y la frecuencia de sucesos meteorológicos extremos parecen estar aumentando. Sólo en las últimas semanas varios sucesos semejantes apuntan a serios problemas de suministro en el futuro. Los más significativos han sido las lluvias e inundaciones sin precedentes en Australia, que sumergieron un área más del doble de tamaño que California, causando estragos significativos en los cultivos de trigo. Australia es uno de los principales productores de trigo del mundo. Condiciones inusualmente secas en la región central de EE.UU. y Argentina también sugieren futuros problemas en la producción de granos y maíz. Es demasiado temprano para predecir el tamaño de las cosechas de granos y maíz de este año, pero muchos analistas advierten de que habrá una escasez de suministros, junto con altísimos precios.

Los analistas de las tendencias dominantes y los funcionarios gubernamentales se muestran reacios a atribuir este atropellamiento de sucesos climáticos extremos al calentamiento global. Inmensas variaciones en las precipitaciones pueden ser normales, especialmente en sitios como Australia, susceptibles a oscilaciones de la temperatura del océano como El Niño/La Niña, y los políticos temen asumir la responsabilidad de un problema tan masivo como el cambio climático. Pero la teoría del cambio climático ha sugerido hace tiempo que la tendencia al calentamiento –2010 empató con 2005 como año más caluroso registrado y nueve de los diez años más calurosos han tenido lugar en la última década– vendrá acompañada por un aumento en la frecuencia y severidad de las tormentas. Es difícil escapar a la conclusión de que los recientes sucesos, incluidas las inundaciones australianas, están vinculados al aumento de las temperaturas globales.

Vuelve la crisis de la energía

Los crecientes precios de los alimentos están siendo impulsados por inversiones especulativas así como por el aumento del precio del petróleo. En parte como respuesta a la disminución del valor del dólar, algunos inversionistas están colocando su dinero en futuros alimentarios (junto con el dólar y la plata) como un seguro especulativo. Al mismo tiempo el precio del petróleo se mueve hacia la marca de 100 dólares, haciendo que sea cada vez más rentable para los agricultores que pasen de la producción de maíz para el consumo humano a producirlo para fabricar etanol, lo que a su vez reduce la cantidad de superficie agrícola dedicada a los alimentos básicos. El petróleo tendría que caer por debajo de 50 dólares por barril para que el cultivo de maíz como producto alimentario sea competitivo con la producción de etanol –y no es probable que eso suceda-. Por lo tanto, incluso si se produce más maíz este año, habrá menos disponible para fines alimentarios y el precio de lo que quede tenderá a subir.

El precipitado aumento de los precios del petróleo ha sorprendido a los expertos. No hace mucho, el Departamento de Energía de EE.UU. (DoE) proyectaba una banda de fluctuación de precios entre 70 y 80 dólares por barril en 2011, pero al comenzar el año el petróleo ya empezó a venderse a más de 90 dólares el barril y algunos analistas predicen que llegará a 100 dólares antes de fin de año. Algunos hablan incluso de 150 dólares el barril y de precios de gasolina en la gasolinera de 4 dólares o más. Si los precios suben por encima de 100 dólares, los gastos de consumo globales podrían sufrir otra caída vertical.

“Los precios del petróleo entran en una zona peligrosa para la economía global”, dice Fatih Birol, economista jefe de la Agencia Internacional de Energía (IEA). “Las facturas por importación de petróleo se están convirtiendo en una amenaza para la recuperación económica”.

Como en el caso de los alimentos, el creciente coste del petróleo es producto de la creciente demanda, suministro insuficiente e inversiones especulativas. Según las últimas proyecciones de la IEA, el consumo global diario de petróleo en 2011 será de un promedio de 87,4 millones de barriles, un aumento de cerca de dos millones de barriles en comparación con el primer trimestre de 2010. Gran parte de la demanda adicional proviene de China, donde una nueva clase media compra automóviles a un ritmo récord, así como de EE.UU., donde los consumidores hasta ahora cautelosos vuelven lentamente a sus costumbres de conducción previas a 2008.

En días en los que la industria petrolera vive tasas de producción en decadencia en muchos campos petrolíferos existentes y descubre que es cada vez más difícil aumentar la producción, incluso dos millones de barriles adicionales por día podrían representar una imponente amenaza (y se espera más demanda en los próximos años). En EE.UU., por ejemplo, se ponen muchas esperanzas en la exploración petrolera en las aguas profundas del Golfo de México y mar adentro en Alaska, pero después del desastre de BP, ésta parece una perspectiva vana. La producción en México y en el Mar del Norte, dos sitios preferidos en los últimos años, enfrenta una aguda disminución, mientras otros productores claves, incluidos los de oriente Medio, se esfuerzan por mantener los actuales niveles de producción en los campos existentes.

Muchos analistas de la energía creen que el mundo se encuentra (o pronto llegará) en el pico del petróleo –el momento en el cual la producción global de petróleo llega a un máximo nivel diario sustentable y comienza una disminución irreversible a largo plazo-. Otros afirman que siguen siendo posibles mayores niveles de producción. Sea cual sea la realidad, en este momento la industria petrolera descubre que cada vez es más difícil, e incluso más costoso, aumentar la producción por encima de los niveles actuales. Esto, combinado, con la insaciable demanda, hace que los precios suban a las nubes.

En estas circunstancias, a los especuladores los vuelve a atraer el mercado petrolero como una apuesta bastante interesante. Tales especuladores ayudaron a aumentar los precios del petróleo a un récord de 147 dólares por barril en 2008, pero huyeron del mercado cuando los precios se derrumbaron al orientarse la economía estadounidense hacia la catástrofe. Ahora vuelven. “Los fondos de alto riesgo y los inversionistas privados están comprando instrumentos financieros vinculados al precio del crudo, y al hacerlo ayudan a aumentar los precios del petróleo”, informó el Wall Street Journal a finales de diciembre.

La mayoría de los analistas espera un aumento de los precios durante esta primavera o verano cuando los automovilistas estadounidenses vuelvan a las calles. “Tendremos una recuperación primaveral que nos llevará a entre 3,10 y 3,50 dólares por galón de gasolina en las estaciones de servicio de EE.UU.”, predijo Tom Kloza, analista petrolero jefe de Oil Price Information Service.

El aumento del precio de la gasolina, a su vez, afectará a los consumidores precisamente cuando muestran señales de volver a abrir sus billeteras. No menos preocupante es que países importadores de petróleo como EE.UU., Japón, y muchos de Europa, se enfrentarán a facturas crecientes por las importaciones de combustible, debilitando aún más unas economías que ya padecen una profunda debilidad.

Según algunos cálculos, los precios del petróleo agregaron otros 72.000 millones de dólares al gigantesco déficit de la balanza de pagos del año pasado. Europa tuvo que pagar otros 70.000 millones de dólares adicionales por el petróleo importado y Japón 27.000 millones. “Es una historia muy significativa”, dice Fatih Birol de la IEA sobre los últimos datos del precio del petróleo. “2010 hizo sonar las primeras campanas de alarma y los niveles de precio de 2011 podrían llevarnos a la misma crisis financiera que vimos en 2008”.

Aumentos de los precios de los alimentos que llevan a disturbios, protestas, y revueltas, crecientes precios del petróleo, un inmenso desempleo mundial y una recuperación colapsada. Todo parece el conjunto perfecto de condiciones previas para un tsunami global de inestabilidad y turbulencia. Sucesos como los de Argelia y Túnez nos dan sólo una idea de lo que podría parecer ese remolino, pero dónde y cómo volverán a estallar, y de qué forma, es una incógnita. Pero estamos seguros que todavía no hemos visto cómo podrían ser las revueltas por los recursos que, en los próximos años, podrían alcanzar una intensidad que apenas podemos imaginar en la actualidad.

Michael T. Klare es profesor de estudios de Paz y Seguridad Mundial en el Hampshire College. Su último libro es Rising Powers, Shrinking Planet: The New Geopolitics of Energy (Metropolitan Books).

Copyright 2011 Michael T. Klare

Fuente: http://www.tomdispatch.com/post/175345/tomgram%3A_michael_klare%2C_resource_revolts/#more

domingo, 23 de enero de 2011

Con la iglesia hemos topado

Más de dos mil años después del presunto sacrificio de Jesús de Nazaret, en aras del género humano, sus seguidores y fieles discípulos se dedicaron hasta ayer mismo a la noble tarea de la evangelización del mundo, llevando a los hombres y mujeres que nada sabían de aquel profeta de Belén (pero sí de otras deidades más cercanas), una cruz y una espada con las que cercenaban las ideas y la cabeza, respectivamente, para demostrarle al orbe que el Hijo de Dios había llegado al planeta Tierra, prometiendo cielo y paraíso a los desheredados de la fortuna, e infierno y castigo a los ricos epulones, pecadores e inmorales.

Más de dos mil años después de la presunta crucifixión de aquel rabí, los inmorales, pecadores y potentados ocupan el paraíso terrenal, mientras que los pobres y miserables han de contentarse pensando en que, después de esta vida de angustia y sufrimiento, se les ha prometido una estancia eterna al lado del Señor. Muchos de ellos y ellas no están satisfechos con tal posibilidad. No sé, pero me da en la nariz que hay pocas personas que se hayan convencido de que después del último suspiro, va a llegar un ángel para llevarles a la presencia del Ser Supremo.

Más de veinte siglos después de la fundación de la Iglesia cristiana (con todas sus variantes, papas, concilios, escisiones y herejías, invasión de naciones, países, tribus y pueblos de los cuatro puntos cardinales), la riqueza y el dinero impregnan la existencia de los mensajeros del Dios de los cristianos, cuya actividad más destacada es una llamada de atención constante a los gobiernos que se declaran socialistas (es decir, a los sistemas que tienen como meta la igualdad, la salud, el trabajo, la cultura y la vivienda para todos los seres humanos), recriminándoles, con mayor o menor enfado, el sagrado cumplimiento de las libertades, entendidas como la facultad que tienen veinte familias muy devotas para monopolizar los bienes de un país. Ah, y sus medios de comunicación.

Más de veinte siglos después de la presunta ejecución de Jesucristo, esa Iglesia cierra filas en torno a sus cuentas corrientes, se niega a condenar (pero sí lamentar) los miles de casos de pedofilia y abusos sexuales de menores protagonizados por los representantes de aquel enviado de Dios. Hasta se da el caso de que un seguidor de Hitler, el actual papa Benedicto XVI, fuera elegido como sucesor de San Pedro en la tierra, se supone que para dejar sentada la complacencia hacia el nazismo del divino redentor. Claro, cómo no, si le mataron los judíos, dice una vecina del PP.

La expansión del cristianismo se ha distinguido a lo largo de ese tiempo por haber invadido a sangre y fuego, en nombre de la bondad y la fraternidad, a media humanidad, desde Europa a Latinoamérica, desde el lejano Oriente al océano Ártico, masacrando civilizaciones, etnias, culturas y poblaciones que adoraban otra clase de deidades, que aunque crueles en sus exigencias de sacrificios y ofrendas, les eran más propias que los latigazos y hogueras de aquellos frailes, curas, sacerdotes y obispos, encendidos de cólera ante el paganismo que hallaban durante sus santas guerras.

El Cardenal Rouco Varela se acaba de reunir con Zapatero para ver qué pasa con el dinero de la Iglesia Católica española en estos tiempos de crisis. Y pregunto:

¿No deberían ser los fieles, quienes sostuvieran económicamente a sus predicadores?

¿No es más lógico que los madridistas sean quienes sustenten a su equipo?

¿No son los ciudadanos españoles de cualquier ideología, credo, sexo o raza, quienes soportan al estado con sus impuestos?

¿No es el estado el que con el dinero de todos financia la ruina de los bancos privados?

¿No es lógico que fueran los militantes quienes nutrieran las arcas de sus partidos políticos?

¿Qué hace entonces un presidente de gobierno discutiendo acerca de los bienes de la Iglesia, si la labor de esta multinacional es ante todo de carácter espiritual?

¿Qué pinta este monopolio recibiendo de las arcas del estado, no sólo millones de euros, sino edificios, suelo urbanizable, exenciones tributarias, rebajas de impuestos, y mil triquiñuelas más, dignas no de un colectivo que se diga cristiano, sino de un aquelarre tan inútil como rastrero?

Dos mil años de impostura, de hipocresía, de defensa de las dictaduras más asesinas y genocidas, de apoyo a las masacres pero condena de la violencia, de alerta ante la inmoralidad pero silencio y lágrimas de cocodrilo ante los casos de pederastia propios.

Dos mil años de publicidad engañosa, de spots gratuitos en todas las cadenas del mundo, de financiación procedente de la droga y la especulación. Y aún así, cada día hay menos muchachos que acudan a los seminarios para hacerse sacerdotes e impartir las enseñanzas de Jesús entre los pobres y desheredados.

Cada día hay menos vocaciones entre las jóvenes para dedicarse a emular a la madre Teresa de Calcuta. Eso ya son cosas de algunas ONG y sus monaguillos a lo Alejandro Sanz, estremeciéndose por los millones de niños infectados de SIDA en el tercer mundo, evadiendo impuestos a paraísos fiscales, o en el colmo del sarcasmo, apoyando a las multinacionales de la industria farmacéutica, que se niegan a fabricar medicamentos baratos.

Pero afortunadamente cada día hay más sospechas fundadas de que la Iglesia Católica, y todas las demás, son mucho más que el opio del pueblo. Son su contaminación, sus heces, su castigo, su paranoia, su prisión y su muerte. No soy ateo, sino agnóstico; nunca he pegado o maltratado a una monja o un hermano marista. Jamás he insultado a un sacerdote, aunque fuera el confesor de Rubalcaba. Prometo que no soy anticlerical profundo, pero lo que no soporto es la impunidad del delito en sesión continua, la impostura durante veinte siglos, la mentira desde hace dos mil años.

Quédese Dios en el corazón de cada cual y enciérrense en las chabolas, chozas y favelas del mundo, todos aquellos que campan en el Vaticano, que simpatizan con el Papa y sus enseñanzas, para cumplir lo que les ordenó su líder espiritual. Mientras tanto, lo que más me llama la atención es la piedad del ser humano para con sus impostores, sus verdugos y torturadores.

Y es lo que yo digo: Rousseau tenía toda la razón cuando hablaba de que el ser humano es bueno por naturaleza. Un día crucificaron a Cristo, pero de 264 papas que ha habido en la historia, solo veintiuno murieron como mártires; cuatro fallecieron en el exilio y uno en la cárcel. A esa lista se pueden añadir otros nueve pontífices que desaparecieron en circunstancias violentas: seis fueron asesinados, dos la palmaron por las heridas en el curso de revueltas y uno por el derrumbe de un techo. Dos papas fallecieron víctimas de su glotonería: Pablo II murió en 1471, después de haber comido dos melones enormes, y Clemente XIV que se fue al otro mundo en 1774 por una indigestión.

¡Ah¡… y el papa Juan Pablo I, quien falleció tras ingerir una sopa que le llevó a la cama una monjita, preparada al parecer en la cocina del cardenal Ratzinger. No se hizo la autopsia al cadáver, ni se analizó el líquido, por obvias razones que sólo el Vaticano y el Señor conocen. Por eso no me fío ni de Dios. Y menos aún de Rouco Corleone Varela.

Grecia: símbolo de la deuda ilegítima

Eric Toussaint Resumen: La deuda pública griega estuvo en primera plana cuando los dirigentes de ese país aceptaron el tratamiento de austeridad recetado por el FMI y la Unión Europea, provocando importantísimas luchas sociales a lo largo de 2010. Pero ¿de donde viene la deuda griega? El aumento de la deuda a cargo del sector privado es reciente: hubo un primer aumento fuerte después de la entrada de Gracia en la zona euro en 2001; una segunda explosión de la deuda se produjo a partir de 2007, cuando la ayuda financiera concedida a los bancos por la Reserva Federal de Estados Unidos, por los gobiernos europeos y por el Banco Central Europeo (BCE) fue en parte reciclada por los banqueros hacia Grecia y otros países como España o Portugal. En cambio, el crecimiento de la parte pública de la deuda es más antiguo. Después de la deuda heredada de la dictadura de los coroneles, el recurso al préstamo sirvió desde los años noventa para rellenar el agujero producido en las finanzas públicas por la reducción del impuesto de sociedades y sobre las rentas más altas. Por otra parte, desde hace décadas, muchos préstamos permitieron financiar la compra de material militar, principalmente a Francia, Alemania y Estados Unidos. Tampoco hay que olvidar el asombroso endeudamiento en que cayó el gobierno griego para financiar la organización de los Juegos olímpicos de 2004 en Atenas. El engranaje de este endeudamiento público estuvo bien engrasado por los sobornos de las compañías transnacionales con el afán de conseguir suculentos contratos: Siemens es un caso emblemático.

Todo esto hace que se deba examinar rigurosamente la legitimidad y la legalidad de las diferentes deudas, según el método llevado a cabo en Ecuador, en 2007-2008, por la comisión de la auditoría integral de las deudas públicas. Las deudas que se calificarán de ilegítimas, odiosas o ilegales deberán ser declaradas nulas. Por lo tanto Grecia podrá repudiar su reembolso, al mismo tiempo que podrá demandar ante la justicia a aquellos que las hayan contratado. Existen signos alentadores provenientes de Grecia que indican el cuestionamiento de la deuda, convertido en tema central, y el pedido de una comisión de auditoría progresa de forma interesante.

Elementos evidentes de ilegitimidad de la deuda pública

En primer lugar está la deuda contraída por la dictadura de los coroneles, que se cuadriplicó entre 1967 y 1974. Evidentemente, esta deuda responde al calificativo de odiosa |1|.

A continuación, nos encontramos con el escándalo de los Juegos olímpicos de 2004. Según Dave Zirin cuando, en 1997, el gobierno anunció con orgullo a los ciudadanos griegos que Grecia tendría el honor de acoger siete años más tarde los Juegos olímpicos, las autoridades de Atenas y el Comité Olímpico Internacional previeron un presupuesto de 1.300 millones de dólares. Algunos años más tarde, el coste se había multiplicado por cuatro y se elevaba a 5.300 millones de dólares. Justo después de los Juegos, el coste oficial alcanzaba la suma de 14.200 millones de dólares |2|. Actualmente, según diferentes fuentes, el coste real sobrepasaría los 20.000 millones de dólares.

Numerosos contratos firmados entre las autoridades griegas y las grandes empresas privadas extranjeras provocan el escándalo desde hace varios años en Grecia. Estos contratos implicaron un aumento de la deuda. Podemos citar varios ejemplos que saltaron a los titulares en Grecia:
- Por ejemplo, varios contratos firmados con la transnacional Siemens, acusada -tanto por la justicia alemana como por la griega- de haber pagado comisiones y otros sobornos al personal político, militar y administrativo griego por un monto de cerca de 1.000 millones de euros. El principal dirigente de la firma Siemens-Hellas |3|, que reconoció haber «financiado» a los dos grandes partidos griegos, huyó en 2010 a Alemania, y la justicia alemana rechazó el pedido de extradición realizado por la justicia griega. Estos escándalos incluyen la venta, por Siemens y sus asociados internacionales, del sistema antimisil Patriot (en 1999, con 10 millones de euros de sobornos), la digitalización de los centros telefónicos de la OTE (Organismo Griego de Telecomunicaciones) (sobornos por 100 millones de euros), el sistema de seguridad «C4I» comprado con ocasión de los JJ OO de 2004 y que nunca funcionó, la venta de material a los ferrocarriles griegos (SEK), la venta del sistema de telecomunicaciones Hermes al ejército griego y de equipamientos costosos a los hospitales de ese país.
- El escándalo de los submarinos alemanes (producidos por HDW, que fue absorbida por Thyssen) por un valor global de 5.000 millones de euros -submarinos que desde el comienzo presentaban el defecto de escorarce enormemente hacia…la izquierda-, y de tener un equipamiento electrónico defectuoso. Una investigación judicial sobre las eventuales responsabilidades (corrupción) de ex ministros de defensa está en curso.

Por lo tanto, es completamente normal suponer que las deudas contraídas para cumplir con esos contratos estén salpicadas de ilegitimidad, incluso de ilegalidad. Y que por lo tanto deberían ser anuladas.

Además de los casos que acabamos de citar, es necesario comprender la evolución reciente de la deuda griega.

La aceleración del endeudamiento durante la última década

La deuda del sector privado se incrementó aceleradamente durante los años 2000. Las familias, a las que los bancos y todo el sector comercial privado (gran distribución, automóviles, construcción…) proponían condiciones tentadoras de compra, recurrieron al endeudamiento masivo, así como las empresas no financieras y los bancos que podían obtener préstamos a bajo coste (tipos de interés bajos y una inflación fuerte en comparación con los países más industrializados de la Unión Europea como Alemania, Francia, el Benelux, y Gran Bretaña). Este endeudamiento privado fue el motor de la economía del país. Los bancos griegos (a los que hay que añadir las filiales griegas de los bancos extranjeros), gracias a un euro fuerte, podían extender sus actividades internacionales y financiar con un coste menor sus actividades nacionales, puesto que habían pedido dinero en cantidades industriales. El gráfico siguiente muestra cómo la adhesión de Grecia a la zona euro en 2001, disparó la entrada de capitales financieros que correspondían a préstamos o a inversiones de cartera.

En el gráfico, Non-IDE quiere decir entradas que no corresponden a inversiones a largo plazo y que han aumentado enormemente, mientras que la inversión a largo plazo (IDE, Inversión Directa Extranjera) está estancada.

Gráfico 1


Fuente: FMI |4|

Con la enorme liquidez puesta a disposición de los bancos del oeste europeo ( sobre todo los bancos alemanes y franceses pero también belgas, neerlandeses, británicos, luxemburgueses, irlandeses…) por los bancos centrales durante 2007-2008, produjo un aluvión de préstamos a Grecia, tanto al sector privado como a los poderes públicos. También hay que tener en cuenta el hecho de que la adhesión de Grecia al euro le valió la confianza de los banqueros de Europa occidental, que pensaban que los grandes países europeos los ayudarían en caso de problemas. Por lo tanto, no se preocuparon de la capacidad de Grecia para reembolsar la deuda y consideraron que podían afrontar riesgos muy elevados en el país. La historia les ha dado la razón hasta ahora, la Comisión Europea y, en particular, los gobiernos francés y alemán aportaron un apoyo continuado a los banqueros privados de Europa occidental. En consecuencia, los gobiernos europeos lograron llevar las finanzas públicas a un estado lamentable.

El gráfico que aparece aquí abajo muestra que los bancos de los países del oeste europeo aumentaron sus préstamos a Grecia por primera vez entre diciembre de 2005 y marzo de 2007 (durante ese período, el volumen de los préstamos aumentó un 50 %, pasando de un poco menos de 80.000 millones a 120.000 millones de dólares). Mientras que la crisis de las subprime estallaba en Estados Unidos, los préstamos aumentaron de nuevo fuertemente (+33 %) entre junio de 2007 y el verano de 2008 (pasando de 120.000 millones a 160.000 millones de dólares), para después mantenerse en un nivel muy elevado (cerca de 120.000 millones de dólares). Esto significa que los bancos privados de Europa occidental utilizaron el dinero que les prestaba abundantemente y a bajo coste el Banco Central Europeo y la Reserva federal de Estados Unidos para aumentar sus préstamos a países como Grecia |5|. Siendo en esos países los tipos de interés más altos la banca privada pudo obtener jugosos beneficios. Por consiguiente los bancos privados tienen una gran responsabilidad en el excesivo endeudamiento de Grecia.

Gráfico 2. Evolución de la intervención de los bancos de Europa occidental con respecto a Grecia en miles de millones de dólares


En el eje horizontal: marzo; junio; septiembre; diciembre; y se repite

Fuente: BPI [BIS consolidated statistics, ultimate risk basis |6| ]

Como lo muestra el gráfico siguiente, una aplastante mayoría de las deudas griegas están en manos de bancos europeos, comenzando por bancos franceses, alemanes, italianos, belgas, holandeses, luxemburgueses y británicos.

Gráfico 3 |7|


Los ciudadanos griegos tienen todo el derecho de esperar que el peso de la deuda sea radicalmente reducido, lo que implica que se debe convencer a los banqueros para que borren las acreencias en sus libros de cuenta.

El comportamiento odioso de la Comisión Europea

Después del estallido de la crisis, el lobby militar-industrial respaldado por los gobiernos alemanes, francés y por la Comisión Europea consiguió que el presupuesto de defensa apenas estuviera tocado, al mismo tiempo que el gobierno del PASOK comenzó a recortar los gastos sociales (ver mas adelante el recuadro sobre las medidas de austeridad). Sin embargo, en plena crisis griega, a comienzos de 2010, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro turco, país que mantiene unas tensas relaciones con su vecino griego, fue a Atenas y propuso una reducción del 20 % en el presupuesto militar de ambos países. El gobierno griego no se cogió al salvavidas que le echaron. Se sentía presionado por las autoridades francesas y alemanas que deseaban garantizar sus exportaciones de armas. En proporción, Grecia gasta muchísimo más en armamento que los otros países de la Unión Europea. Los gastos militares representan el 4 % del PBI griego frente al 2,4 % para Francia, 2,7 para el Reino Unido, 2,0 para Portugal, 1,4 % para Alemania, 1,3 para España, 1,1 % para Bélgica |8|. En 2010, Grecia compró a Francia seis fragatas de guerra (2.500 millones de euros) y dos helicópteros de combate (400 millones de euros). A Alemania le compró 6 submarinos por 5.000 millones de euros. Grecia fue uno de los cinco más grandes importadores de armas en Europa entre 2005 y 2009. La compra de aviones de combate representó el 38 % del volumen de las importaciones, en particular con la compra de 26 F16 (a Estados Unidos) y 25 Mirages 2000 (a Francia), este último contrato por un valor 1.600 millones de euros. La lista de equipamientos franceses vendidos a Grecia no acaba allí: también se compraron vehículos blindados (70 VBL), helicópteros NH90, misiles MICA, Exocet, Scalp y «drones» Sperwer. Las compras de Grecia la convirtieron en el tercer cliente de la industria armamentística francesa durante la última década |9|.

A partir de 2010, los tipos de interés cada vez más altos, exigidos por los banqueros y otros actores de los mercados financieros con el apoyo de la Comisión Europea y del FMI, produjeron el clásico efecto «bola de nieve»: la deuda griega prosegue una curva al alza puesto que las autoridades del país piden prestado capital para reembolsar intereses (y una fracción del capital pedido anteriormente).

Los préstamos concedidos a partir de 2010 a Grecia por los miembros de la Unión Europea y el FMI no sirven en absoluto a los intereses de la población griega, todo lo contrario, ya que los planes de austeridad implantados comportan múltiples perjuicios a los derechos sociales de la población. De acuerdo con estos efectos |10|, el concepto de «deuda ilegítima» debería ser aplicado a estas deudas y su reembolso repudiado.

Vulneración de los derechos sociales y otras medidas neoliberales en Grecia a partir de 2010

Reducción de los salarios del sector público entre un 20 y un 25 %. Reducción de los salarios nominales que podría alcanzar un 20 %. Las dos pagas extras reemplazadas por una paga única que varía de acuerdo al salario. Salarios congelados durante los próximos 3 años. De cada 5 jubilaciones en la función pública, 4 no serán cubiertas. Reducción masiva de salarios en el sector privado, llegando a ser del 25 %.

Las subvenciones de desempleo han sido reducidas y un sistema de ayuda a los pobres implantado en 2009 fue suspendido. Hay una reducción drástica de las subvenciones para las familias numerosas.

Existen planes para suprimir los convenios colectivos y reemplazarlos por contratos individualizados. La prácticas de estadías de larga duración, sin retribución o con muy poca, ha adquirido fuerza de ley. El sector público está desde ahora autorizado a recurrir a la interinidad.

Empleo
Recortes rigurosos de las subvenciones a los municipios y comunas lo que conlleva despidos masivos de trabajadores municipales. Despido de 10.000 trabajadores CDD del sector público. Cierre de las empresas públicas deficitarias.

Impuestos
Aumento de los impuestos indirectos (el IVA pasó del 19 % al 23 % y la introducción de impuestos especiales sobre los combustibles, el alcohol y el tabaco). Aumento del 11% al 13 % de los tipos inferiores del IVA ( concernientes a los bienes de gran consumo cotidiano como la electricidad, el agua, etc.). Aumento del impuesto a la renta para los ingresos medios. En cambio, reducción del impuesto de sociedades.

Privatizaciones
Voluntad de privatizar los puertos, los aeropuertos, los ferrocarriles, la distribución de agua y de electricidad, el sector financiero y las tierras que pertenecen al Estado.

Sistemas de jubilación
Las pensiones deben reducirse y luego congelarse. La edad de jubilación se aumenta, lo mismo que el número de años cotizados, que pasa de 37 a 40 años en 2015. El monto será calculado sobre el salario medio de la totalidad de los años trabajados y no sobre el último salario. También para los jubilados del sector privado se eliminan las dos pagas extras anuales. Imposición de un límite de gastos dedicados a las pensiones, que no pueden sobrepasar el equivalente del 2,5 % del PNB.

Tarifas del transporte público
Aumento del 30 % de los billetes en todos los transportes públicos.

La exigencia de una auditoría de la deuda gana terreno

En diciembre de 2010, la diputada independiente Sofía Sakorafa hizo una intervención remarcable en el Parlamento griego, proponiendo la constitución de una Comisión parlamentaria de auditoría de la deuda pública |11|. Sofía Sakorafa, que hasta hace pocos meses era parte del partido gubernamental PASOK (partido socialista), votó, por otro lado, contra el presupuesto de 2011 |12|, en particular, por el peso del reembolso de la deuda. En la justificación de su valiente posición, se refirió ampliamente a la experiencia de auditoría llevada a cabo en Ecuador en 2007-2008, que condujo a una reducción significativa de la deuda del país. Esta diputada propuso que Grecia siguiera el ejemplo ecuatoriano y afirmó que había una alternativa a la sumisión a los acreedores, ya sea el FMI o los banqueros privados. En su argumentación insistió en el concepto de «deuda odiosa» que no debe ser reembolsada. Esta toma de posición produjo un eco importante en la prensa. El líder de Sinaspismos (uno de los partidos de izquierda radical) Alexis Tsipras, también en el Parlamento griego, pidió en forma similar la constitución de una comisión de auditoría «para que se sepa qué parte de la deuda es odiosa, ilegítima e ilegal». La opinión pública griega está evolucionando y los media no se equivocan.

El 5 de diciembre de 2010, un gran diario griego publicó un artículo del economista griego Costas Lapavitsas titulado “Comisión internacional de auditoría de la deuda griega: una demanda imperativa“. En su conclusión, el autor afirma: «La Comisión internacional de auditoría tendrá un campo de acción privilegiado en nuestro país. Sólo pensemos en los contratos de deuda firmados con la mediación de Goldman Sachs o destinados a financiar la compra de armas de guerra para constatar la necesidad de una auditoría independiente. Si las deudas se revelan odiosas o ilegales deben declarase nulas y nuestro país podrá repudiar su reembolso, y al mismo tiempo podrá llevar ante la justicia a los que las hayan contraído.» Organizaciones sindicales, varios partidos políticos, numerosos intelectuales respaldan esta proposición ya que estiman que es un instrumento para encontrar una solución a la deuda ya sea con respecto a su anulación o con respecto a la penalización de personas y empresas que se determinó que son responsables de ese endeudamiento ilegítimo. Es necesario señalar que un comité griego contra la deuda fue creado en 2010 |13|. Todos estos elementos son prometedores. El año 2011 podría por lo tanto representar el inicio de un cambio bienvenido en lo correspondiente a la capacidad de la izquierda de ofrecer perspectivas para resistir a las imposiciones de los acreedores.

Notas del artículo:

|1| Según Alexander Sack, teórico de la doctrina de la deuda odiosa «Si un poder despótico contrae una deuda, no según las necesidades y los intereses del Estado, sino para fortificar su régimen despótico, para reprimir la población que le combate, esta deuda es odiosa para la población de todo el Estado [...] Esta deuda no es obligatoria para la nación: es una deuda del régimen, una deuda personal del poder que la contrajo, y por consiguiente deja de existir con la caída de ese poder.» (Sack, 1927). Para una presentación sintética, véase la posición del CADTM Bélgica sobre la doctrina de la deuda odiosa y su estrategia jurídica para su anulación http://www.cadtm.org/La-posicion-de… y también «Deuda ilegítima: la actualidad de la deuda odiosa. Posición del CADTM internacional» http://www.cadtm.org/La-actualidad-…

|2| Dave Zirin, «The Great Olympic Scam, Cities Should Just Say No http://www.counterpunch.org/zirin07… : «Pero para aquellos con corta memoria, solo necesitan observar los Juegos de verano 2004 en Atenas, que destrozaron la economía griega. En 1997, cuando Atenas “ganó” los juegos, los dirigentes de la ciudad y del Comité Olímpico Internacional calcularon un coste de 1.300 millones.. Cuando se dio a publicidad el presupuesto real, este subió a 5.300 millones . Cuando terminaron los Juegos, Grecia había gastado alrededor de 14.200 millones, originando un déficit récord en el país.»

|3| Véase un resumen detallado del escándalo Siemens-Hellas en http://www.scribd.com/doc/14433472/… Los delitos que la justicia alemana incriminaba a Siemens eran tan evidentes que para evitar una condena clara y contundente, la empresa acepto pagar una multa de 201 millones de euros en octubre de 2007 a las autoridades alemanas. Este escándalo ha manchado la imagen de Siemens de tal forma, que para limpiarla el portal Internet de la transnacional anuncia con buena visibilidad que ha dotado un fondo de lucha contra la corrupción con 100 millones de euros. Véase: [http://www.siemens.com/sustainabili...]

|4| Gráfico tomado de C. Lapavitsas, A. Kaltenbrunner, G. Lambrinidis, D. Lindo, J. Meadway, J. Michell, J.P. Painceira, E. Pires, J. Powell, A. Stenfors, N. Teles : «The eurozone between austerity ans default», Septiembre de 2010. http://www.researchonmoneyandfinanc…. Podéis ver el resumen francés (redactado por Stéphanie Jacquemont del CADTM) de este estudio: http://www.cadtm.org/Resume-de-The-…

|5| El mismo fenómeno se produce en el mismo momento en Portugal, en España, y en países de Europa central y del Este.

|6| Gráfico tomado de C. Lapavitsas et al., op.cit.

|7| Este gráfico fue tomado de C. Lapavitzas et al., op. cit. Según el BPI, en diciembre de 2009, los bancos franceses poseían deuda pública griega por un monto de 31.000 millones de dólares, y los bancos alemanes poseían 23.000 millones de dólares.

|8| Cifras 2009. Entre los países miembros de la OTAN, sólo Estados Unidos gasta más que Grecia: 4,7 % de su PIB.

|9| Una parte de los datos mencionados provienen de François Chesnais, «Répudiation des dettes publiques européennes!» in Revue Contretemps n°7, 2010 que se basa en Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), www.sipri.org/yearbook

|10| Se puede agregar otro argumento para declarar ilegítima o nula esta nueva deuda. Y es este: para que un contrato entre dos partes sea válido, según la Common Law, es necesario que cada parte haya ejercido la autonomía de la voluntad, es decir, que es necesario que cada parte haya estado en situación de poder decir no o de poder rechazar ciertas cláusulas del contrato que van en contra de sus intereses. Cuando los mercados financieros comenzaron a chantajear a Grecia en marzo-abril de 2010 y que rápidamente la Comisión Europea y el FMI se aliaron para imponerle condiciones draconianas (medidas de austeridad muy duras que constituyen una violación de los derechos económicos y sociales), se puede considerar que Grecia no estaba capacitada para ejercer la autonomía de voluntad y de rechazar esos contratos.

|11| Véase http://tvxs.gr/node/73861/450287

|12| Véase:http://www.hri.org/news/greek/eraen…

|13| Véase su sitio: http://www.contra-xreos.gr/este comité se adhirió a la red mundial del CADTM en diciembre de 2010.

Informaciones del artículo
URL: http://www.cadtm.org

Traducción: Griselda Piñero y Raúl Quiroz

Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2011/01/22/grecia-simbolo-de-la-deuda-ilegitima/